VACACIONES EN FRANCIA

 

La familia viajera
Estaba en el asiento con el cinturón puesto, mirando las nubes y casi no me lo podía creer: ¡Estaba en el mismo sitio de las nubes! ¡Eso sí que es una aventura verdadera!

Todos los señores y señoras iban como yo, sentados en su asiento con el cinturón abrochado. Yo estaba en la ventanilla y alucinado, viendo como volábamos por el aire hasta llegar al sitio donde están las nubes. (Que me ha dicho papá que las nubes son para que llueva). También vimos mucha nieve en una montaña la mar de grande y era blanca del color de las nubes.

Sólo tengo dos años, antes había viajado en coche, en autobús, en tren rápido, en el tren de cercanías que no es rápido; y dicen mis papis que también he viajado en barco, pero de eso no me acuerdo, porque creo que era pequeño. Me cuentan ellos que en ese viaje me caí de una cama y me rompí la crisma y me hice sangre. También dicen que se asustaron mucho, pero yo no creo que me asustara, porque tan pequeño no sabía asustarme; y ellos siempre se ocupaban de todo y yo sólo comía, me divertía y hacía todas las travesuras que hacen los niños pequeños.

Como os iba diciendo, ir por el aire era de lo más divertido. Nos trajeron un bocadillo y me lo comí todo y por ser pequeño a mí me dieron una chocolatina: me la dio una señora muy simpática y muy guapa.

Al fin llegamos al aeropuerto y cuando nos bajamos del avión ya nos estaba esperando el Super: el Super es el amigo de papá, pero también de mamá y mío. Él nos llevó en coche a su casa que es grande y allí estaban esperándonos la Su y Pablo, que es un niño pequeño. Se llama igual que mi amigo Pablo que es un muñeco que tengo hace mucho tiempo y juego con él; porque habla y quiere que juguemos con el gatito, que es otro amigo y jugamos muchos días.

Pablo no tiene juguetes, ni coches, ni trenes, sólo tiene una cama para dormir. No sé bien, si es un bebe o un niño pequeño, pero si no tiene juguetes, a lo mejor es un bebe.

En los días que estuvimos en Francia, (porque en avión fuimos a Francia), algunos días íbamos a Alemania, y a Suiza, porque estaban cerca, y otro día fuimos a Estrasburgo y eran todos los sitios muy bonitos y había tranvías que iban por la vía, pero por una carretera, y había la vía uno y la vía dos y los tranvías llevaban un gancho y una cuerda hasta arriba para coger la luz. A mí me gustaba mucho verlos pasar y no quería irme, porque esperaba ver pasar más tranvías. Y mis papis. -¡Alan, que nos vamos!!!, pero aunque no quería irme, cuando se hartaban, me sentaban en el cochecito y nos íbamos.
En esos lugares vi camiones amarillos, camiones verdes y de más colores y una escavadora amarilla. También había mucha gente y casas muy grandes. La gente hablaba de otra manera, pero a mí me daba lo mismo, porque estaba con mis papis y ellos lo resuelven todo.
Cuando yo sea grande hablaré también de esa forma, porque me gusta aprender muchas cosas y creo que es muy divertido.
Cuando llevábamos como dos días más o menos, el Super , la Su y Pablo se fueron a otro sitio de vacaciones, pero nosotros nos quedamos en su casa que es grande y bonita.
Cuando nos quedamos solos, nos levantábamos y nos íbamos por ahí a ver muchas cosas y algunos días a comer, que eso también me gusta; porque las cosas que ponen en otro país, aunque hablen raro también están buenas.
Pasamos unos días más en ese sitio y luego volvimos a casa.
Otra vez subimos en avión, y de nuevo estaba yo sentado solo en el asiento con el cinturón de seguridad puesto como los mayores, y otra vez se veían las nubes muy cerca, casi para tocarlas.
Cuando bajamos del avión nos estaba esperando la yaya, y el yayo nos esperaba en el coche. Estaba yo tan emocionado por haber visto tantas cosas, que lo quería decir todo a la vez: los sitios que habíamos estado, las nubes, Alemania, Suiza, Estrasburgo, los camiones amarillos y verdes y la escavadora. Hablaba muy rápido porque quería contarlo todo de prisa.
Y ya se ha acabado este viaje.
Adiós.
Alan