"MARTÍN EL CARACOL" CUENTO.

NO FUE MUY BUENA IDEA ESCRIBIR EL CUENTO DE MARTÍN. OS DIRÉ POR QUÉ. ME METÍ EN SU CASA, COMPARTÍ SUS BABAS Y SU LENTITUD, TAMBIÉN VIVÍ AVENTURAS EMOCIONANTES Y ROMÁNTICAS. TODO ESO ESTÁ BIEN, METERSE EN LA PIEL DE LOS ANIMALES, QUERERLOS Y COMPRENDERLOS ES UNA COSA MUY TIERNA. DIRÉIS, ¿Y DONDE ESTÁ LO MALO?

LO ENTENDERÉIS ENSEGUIDA. DESPUÉS DE ESTA AVENTURA, CADA VEZ QUE VOY A CUIDAR MIS ROSALES, O CUALQUIER OTRA PLANTA COMO MARGARITAS, EL CELINDO, DALIAS O CUALQUIER OTRA FLOR, PUEDO COMPROBAR COMO SE PEGAN EL BANQUETE LOS AMIGOS DE MARTÍN. YO TENGO QUE CUIDAR MIS PLANTAS, NO ME GUSTA QUE MIS ROSAS, QUE TIENEN UNA MISIÓN IMPORTANTE, ESTÉN CON MEDIA HOJA COMIDA POR LOS DESCARADOS CARACOLES. BUENO, PUES NO PUEDO CARGÁRMELOS, ESCUCHO LA VOZ DE MARTÍN, Y HAY SE QUEDAN HACIENDO DE LAS SUYAS.

COMO VEIS, TODO LO QUE HACEMOS TIENE CONSECUENCIAS.

Me ha despertado un rayo de sol que ha calentado mi casa, que junto con esta lluvia amable que se ha derramado con mucho cuidado, como si lo acariciara todo y no quisiera estropear ninguna de las plantas, ni de las frutas que ya están madurando, es una delicia. De pronto en cuanto he despertado, me he sentido feliz. Está fresquito todo y a mi me gusta este calorcillo del sol que me baña.

La brisa me trae las voces de mis amigos. A las mariquitas les gusta saltar de una planta a otra, mientras van saludando a los vecinos y dibujan de colores y lunares el aire. Parece que todos se han despertado como yo y están pletóricos.

Empezamos a deslizar nuestras antenas, avanzando sobre la tierra húmeda y alcanzando hojas tiernas para darnos un gran banquete.

Esto que cuento parece un paraíso, pero mi madre, que es muy sabia, me ha dicho que no es oro todo lo que reluce.

Las palabras de mi madre fueron muy importantes para mi y nunca las he olvidado.

Ahora voy a buscar a mi amiga Carcolina, que ayer durmió en la casa de una amiga, bajo unas margaritas que están ya muy crecidas en un rincón algo apartado.

MARTÍN HABÍA TENIDO UN PERCANCE CON UNA HORMIGA, PISÁNDOLE SIN QUERER UNA PATA. DESPUÉS DE ANDAR UN BUEN TRECHO, MARTÍN, VE DE PRONTO, COMO UNA HORMIGA SE LE PONE DELANTE CON CARA DE MALA LECHE, DICIÉNDOLE.

"Anda, cuernos largos, estarás contento, una pobre hormiga está en el hospital con una pierna enyesada sin poder moverse, se podría decir que eres un asesino, porque casi la matas, y todavía vas por hay tan tranquilo"

Yo estoy temblando, por si mi amiga se enfada conmigo por lo que ha pasado. Sin embargo, se planta delante de la hormiga habladora diciéndole.

"¿Tú que te has creído?, que puedes insultar a la gente cuando tú quieras.

Las palabras que estoy escuchando son tan bonitas como la canción que hace un momento cantaba Carcolina, la miro, y otra vez tengo las lágrimas que me caen revueltas con las babas.

NO PODRÍA ABUSAR DE VUESTRA PACIENCIA PARA CONTAROS TODAS LAS AVENTURAS EMOCIONANTES QUE LE SUCEDEN A MARTÍN Y A SU AMIGA, PERO OTRO DÍA, CUANDO SEA, OS CONTARÉ MÁS.

María.