
1 PARTE
LOLA.
Mi economía a dado un cambio drástico y estoy buscando una manera de reducir gastos. Con la hipoteca nada puedo hacer. La contribución y el impuesto del coche no puedo dejar de pagarlo, pienso, reduciré el gasto de peluquería. ¡Hay!, pero si yo no voy a la peluquería. No estoy apuntada a ningún gimnasio, me conformo con darme una caminata cada día, con la esperanza, que esto siga siendo gratis durante mucho tiempo, porque ya se sabe que hay muy pocas cosas que no cuesten dinero. La ropa: pero ahora que lo pienso, si yo en realidad gasto muy poco en vestirme, por suerte no soy presumida y me conformo con cualquier cosita. ¿ que puedo hacer?, mi cabeza no para de cavilar buscando una salida. Busco en el horizonte de mis ideas una pista que me permita seguir adelante.
En ese preciso instante suena el teléfono.
-Buenas tardes señora, tiene usted Internet.
-Pues no, no se ni lo que es.
-De acuerdo señora, no importa, porque lo que quiero ofrecerle, a usted le ahorrara un dinero muy importante.
-Dios mío, se me abren tanto los ojos que creo que veo a la mujer al otro lado del teléfono, eso es precisamente lo que estaba buscando, ahorrar dinero, pero en el teléfono no había pensado. Bueno a decir verdad, si me había pasado por la cabeza, pero, si además de no tener un duro no puedo ni hablar con mis amigas, no se que podría hacer. En estos pensamientos he dejado de oír la voz que no ha parado por cierto.
-¿Me ha escuchado señora?
-Bueno, a medias, porque aquí hay mucho ruido.
-No importa señora, yo le explico de nuevo, porque mi único deseo es ayudarle a que usted pague menos. -¡Que maravilla si fuera verdad!
-¿Está usted segura de lo que dice?
-Completamente, si me da usted ahora el número de su cuenta corriente, ensegiuda, todo será ahorrar para usted.
-Pero le he dicho que no tengo Internet, además mi cuenta en estos momentos no es muy corriente.
pero en realidad eso no importa, si de todas formas pagará menos que con la compañía que usted ahora tenga, de ese modo cuando decida comprar un ordenador ya lo tendrá todo. Nosotros le enviaremos gratis el router, más dos teléfonos inalámbricos sin que tenga que abonar un solo céntimo.
Yo creo que con lo bien que habla esta mujer no me va engañar, se nota muy amable. ¡Hay! que con la cháchara se me había olvidado que tengo hora para el médico.
-Oiga, que se me hace tarde para una visita con el medico, si quiere le doy luego el número de cuenta, que ya le he dicho que es poco corriente.
-No hay ningún problema, pero en dos minutos me lo da y en apenas unos días ya notará el ahorro.
-Esta bien, se lo doy volando, que ya me va bien ahorrar.
LOLA DELETREA SU NÚMERO DE CUENTA Y SALE CORRIENDO PARA LA CONSULTA. YA NOS CONTARA MÁS COSAS A LA VUELTA. ESPERAREMOS.
María
1 comentario:
Este tipo de llamadas las tenemos cada dia y no solo una vez por dia,el problema es que cada vez somos mas los que caemos en sus redes,y acavamos pagando por un servicio que no tenemos,encima somos confiados y damos nuestros datos mas confidenciales sin darnos cuenta...Esta gente tienen el don de envaucar a todo el mundo,pero claro,es su trabajo.
Un abrazo!!!
Publicar un comentario