
DICE LOLA.
Hoy estoy aún más preocupada que el otro día. Como os dije me fui al médico como una bala, con la duda si llegaría a tiempo para la visita. faltaban cinco minutos para la hora señalada y no había encontrado un sitio para aparcar el coche. Con el estrés que tenía encima me estaba mareando. De pronto, veo que esas máquinas modernas que hay ahora en ese sitio que le llaman "zona azul" me están mirando y abren mucho la boca para decirme. ¡Échame monedas, me tragaré todas las que me eches! -Me acerqué a la máquina para decirle- ¡Eso es lo que tú te crees, que te voy a echar monedas, pero si estoy en banca rota y no tengo un duro
En esto que se acerca un municipal para preguntarme amablemente.
-Señora le ocurre algo.
-¡Hay! gracias a Dios que ha venido, porque ya no sabía que hacer, necesito aparcar y no encuentro un sitio.
-Mire ha tenido suerte, aquí mismo sale uno, voy a intentar que pueda aparcar usted.
-Oiga, no tendré que poner dinero ¿verdad?
-Desde luego que tiene usted que poner monedas, no ve que es zona azul.
-Y usted no ha podido ver por casualidad que yo no tengo monedas, no tengo ni un €, yo quiero aparcar sin pagar ni un céntimo.
-Pues vaya usted a otro sitio.
-Pero ya lo he hecho, y no hay un solo aparcamiento.
-Pues haga lo que quiera, si lo deja la multaré.
-De todas formas no podré pagar la multa.
-Eso ya lo veremos, si no la paga le embargarán el piso, a mí me da igual.
Podéis imaginar como me sentí. Con lo nerviosa que me estaba poniendo ya no sabía ni lo que había ido a hacer allí. Pero lo que sabía, era que me sentía fatal, como si una tela de araña me envolviera para no dejarme salir. Entonces recordé la visita del médico. Me llevé las manos a la cabeza y dije.-¡ALA!, ya se me ha hecho tarde. -El guardia me miraba con una expresión burlona.
-¿Y ahora que le pasa?
-Pues que tenía hora para el médico y ya se me ha hecho tarde.
Creéis vosotros que se preocupó, pues no, se puso a reír a carcajada limpia y me dijo una cosas, que de verdad me ofendieron. Yo casi tenía ganas de llorar de la impotencia,
Bueno, aquello pasó hace un mes, ya casi no me acordaba, si no es porqué quería contaros la incidencia, a ver que pensabais vosotros.
Hoy, a la vuelta de mi caminata, que sigue siendo gratis gracias a Dios, he mirado el buzón y he cogido un carta, bueno una no, dos. eran de dos compañías de telefonía diferentes. No lo vais a creer. Una de ellas, contiene el recibo de siempre, el que me llega cada mes. El otro, es de la compañía nueva que me aseguró que pagaría menos, que con su compañía tendría las llamadas gratis. Estoy sintiendo un calor como si me ahogara, no se de donde sacaré el dinero. Además, porque me tratan así, si yo no hago nada malo a nadie. Bueno, me espera un mal día.
ES NATURAL QUE NUESTRA AMIGA LOLA PIENSE QUE TIENE UN MAL DÍA. NO SABE COMO PODRÁ SALIR DE SEMEJANTE PROBLEMA. QUE OCURRE CON LAS COMPAÑÍAS DE SERVICIOS, SE HAN CONVERTIDO EN PIARAS DE BUITRES, QUE PARA LLEVAR A CABO UN PLAN DE ENRIQUECIMIENTO, NO DUDAN EN ENGAÑARNOS Y EN HACERNOS VIVIR UN INFIERNO.
ESPEREMOS QUE SE SOLUCIONEN PRONTO LOS PROBLEMAS DE LOLA.
YA NOS CONTARÁ OTRO DÍA.
María
1 comentario:
Las cosas que nuestra amiga LOLA nos cuenta,me angustian,es la vida real y yo siempre pienso...a cuantas personas alcabo del dia consiguen engañar estos buitres?????...Del tema de la ZONA AZUL ni te cuento,yo tengo que aparcar todos los dias en un agujero que nadie se atreve a dejar su coche,cada dia cuando lo recojo tengo la sensacion de montarme en un arbol de navidad,todo lleno de cagadas de pajaro,bolitas amarillas de los arboles y como no unos chorreones de resina ,que ni el kh7 me lo limpia,pero bueno,aun puedo aparcar sin tener que darle un duro a ninguna maquina tragaperras.
Un abrazo Maria.
Publicar un comentario