viernes, 27 de agosto de 2010

MI VIDA POR UN DÍA CONTIGO

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ESTAMOS EN UN LUGAR INSÓLITO. LA NARRADORA, TIENE LA IMPRESIÓN QUE LAS IMÁGENES QUE ESTÁ VIENDO ESTUVIESEN COLGADAS DE UNA NUBE. QUE ESTÉN SUSPENDIDAS EN UN TIEMPO, QUE NO SABE SI ES REAL O IMAGINARIO.

NOS DAMOS CUENTA, QUE ELLA NO TIENE MEMORIA. POR ESO BUSCA CON VERDADERO INTERÉS, CUALQUIER IMAGEN QUE PUEDA HACERLE RECUPERAR LOS DÍAS PERDIDOS.
A VECES ME HE PREGUNTADO, QUE OCURRE CON LAS PERSONAS QUE PADECEN UNA ENFERMEDAD DE ESAS TAN CRUELES QUE LAS APARTA DE TODOS SUS RECUERDOS. EN QUE MOMENTO PUEDEN RECUPERAR TODAS SUS VIVENCIAS.


-Lo digo, porque me atrae esta historia, porque me gustaría formar parte de ella.

-Es que realmente tú formas parte de todas las cosas. ¿Crees acaso que podrías separar las partículas de la harina después de haber cocido el pan?, - el pan somos todos, - ¿lo entiendes?

-Un poco.

Cierro los ojos y cuando miro de nuevo, compruebo que estamos en una playa tan grande que se pierde la vista. El agua es cristalina. Las olas besan la arena, mientras las figuras de Laura y Lucia se adentran alegremente en unas aguas transparentes. Bucean, corren y juegan.
Bandadas de peces muy pequeños se trasladan, configurando un dibujo en color bajo el agua. Me siento para observarlas sobre una arena blanca. El mar inmenso allá a lo lejos se pierde en el horizonte. Está en calma y parece una inmensa valsa quieta y acogedora. Se adentran en el agua. De vez en cuando sacan la cabeza, cogen aire y se unden de nuevo. No puedo quitar los ojos de aquellas dos figuras. Por lo cual, cuando se demoran en sacar la cabeza a la superficie me inquieto.


-No te preocupes que nada les ocurre. están viviendo momentos inolvidables. Disfrutan del mar porque les gusta, porque forma parte de las cosas que aman.



Me había olvidado del hada, ahora la escucho hablar detrás de mí.



Adormecida por aquella paz cierro los ojos. Cuando los abro contemplo algo completamente diferente. Hay muchas personas ante una mesa bien decorada. Los comensales parecen contentos. Los manjares se reparten a lo largo de la mesa y todos parecen disfrutar de aquel encuentro.



Me gustaría estar sentada a la mesa. El hada me ha dicho que formo parte de todo. Si estuviera sentada sería uno de ellos. No puedo saberlo ya que no tengo recuerdos. Mi mente es una hoja en blanco y no recuerdo siquiera mi nombre. Me gustaría recordar imágenes como esta que me situaran en algún lugar.



DEJEMOS A LA NARRADORA CON SU CONGOJA. TAL VEZ EL HADA LE AYUDE A ENCONTRAR LOS AÑOS PERDIDOS.



María.



El rincón del libro.















4 comentarios:

Mary dijo...

A veces pienso que no es bueno vivir de recuerdos y por ese motivo tenemos que vivir el momento con toda intensidad como si de la primera vez se tratase,pero tambien pienso que hay recuerdos que no se deverian borrar jamas de nuestras mentes aunque de bonitos que son duelan.

Un abrazo para tod@s.

Olga dijo...

Hola a todos/as. Un placer saludaros de nuevo.
Veo que María ha escrito hitórias preciosas como siempre.Gracias por ello.
Vivir sin recuerdos debe de ser muy triste,pero si sientes que alguien te da amor el dolor es menos intenso.

MUUUUUUUUUCHO AMOR PARA TODAS/OS.
Olga.

Luis dijo...

BELLÍSIMO RELATO, CONMOVEDOR.
SALUDOS.
lUIS.

Elena dijo...

Entró a menudo en este blog, aunque no tengo mucha costumbre de hacer comentarios.
Pero este relato me ha conmovido.
Besos para todos.
Elena.