viernes, 27 de mayo de 2011

LOS CUATRO EN EL OTRO LADO....C.3

Claudio de Lorena




¿QUÉ CREÉIS QUE HARÁN NUESTRAS MUJERES,? -PREGUNTA RAFAEL.
-Buenoooo......, esas estarán de juerga loca, mira que se quejaban de estar achacosas, pero míralas, todavía no han aparecido por aquí ninguna, nos han dejado tirados como colillas.


-Qué bruto eres Santiago, tampoco tienen ellas la culpa de eso. Las cosas son como son, -Expone Paco con su acostumbrada prudencia.
-A mí me gustaría verlas por un agujerito, haber que están haciendo, -vuelve de nuevo Rafael con una sonrisa pícara.


-Yo he leído, -continúa Paco -. que si queremos podemos verlas..


Qué apuestas que las encontramos en una playa del Caribe más frescas que una lechuga, -expone ahora Miguel un una risa que no se puede aguantar -. ¿Por cierto, a vosotros quien os abrió la puerta?


-A mí San Pedro.


-Vamos a ver Paco, ¿como sabes que era San Pedro?
Porque va a ser, porque llevaba las llaves.


-A mí eso no me convence, si me dieran uno de estos días el manojo de llaves a mí, ¿sería yo San Pedro?



-tú no serías el Santo, aunque te hicieran un traspante divino, mira que eres irreverente, incrédulo. Vamos hombre, que no se puede aguantar las cosas que dices. No ves que estás aquí y no te has perdido en el espacio, como si no existieras. Tampoco creías que después del viaje ibas a llegar a un sitio como este, y mira donde te ves; todavía buscando excusas para no creerte las cosas. Lo que pasa, es que de todo lo que nos han contado hay mucha diferencia, nada tiene que ver con lo que me enseñaron a mí en el seminario. Pero todo y así me alegro de haber aprendido cosas sobre Dios, aunque todavía no lo hemos visto. Y por otra parte, tampoco podemos estar seguros que vayamos a verlo. Tampoco lo veíamos en el otro lado y no pasaba nada. Lo que importa es estar bien, y aquí estamos en la gloria. No tenemos que comer, ni nos duele nada. Qué más podemos pedir.


-Quizás un vasito de vino y un jamoncito de jabugo, ¿tal vez?. Después de reírse con ganas, Miguel pregunta ya algo más serio.


-Tú que pareces saber tantas cosas Paco, ¿Crees que aparecerán nuestras mujeres por aquí?


-Sobre esto tengo yo muchas dudas, y mira que he leído cosas al respecto. Creo que sólo vendrían con nosotros si ellas quisieran. Lo de que sean nuestras mujeres, también es dudoso. Aquí hay mucha libertad, ya lo hemos visto, nadie necesita a otro si no quiere. Allí estábamos atados por las casas, por las cosas materiales, además de ser una pareja, que según nos dijeron:
!Hasta que la muerte os separe", y ya nos ha separado. Aquí la gente va por su cuenta y si encuentra a otro que le gusta más, pues si te he visto no me acuerdo. A lo mejor las vemos por la calle y ni siquiera nos saludan. Aquí no hacen falta ni divorcios, ni jueces, en fin, que cada uno va a su bola.


-Pues vaya negocio, y que hacemos los cuatro pasmaos aquí solos jugando al dominó.



Los argumentos de Paco, estaban dejando sin aliento a Miguel, aquello era una cosa muy nueva, al parecer no cabía esperar que las cosas fueran algo parecidas a lo que eran halla abajo, aquello era un mundo completamente nuevo, y eso de aferrarse al pasado, al parecer había que olvidarlo.



María

3 comentarios:

Mary dijo...

Jajajajajajaja Maria, perdoname pero esta conversación me parece graciosisima, aunque te confieso que es muy curiosa y tengo ganas de saber donde va ha parar todo esto,pero desde luego me parece muy graciosa jajajajaja....." hasta que la muerte nos separe",pues ala¡! arreando jjaja.

Un beso para tod@s.

Luis dijo...

Amigos, contar más cosas si podéis, casi nadie dice ni pío.
Saludos.
Luis

Sol dijo...

Historitas como esta me encantan.
Me gustaría saber más cosas.
Sol