viernes, 16 de septiembre de 2011

CUENTOS DE ALAN.....SIGO EN LA PLAYA

un chico bien guapo



Se me han acumulado un montón de cosas emocionantes que contar. Ni sé cómo me voy acordar de todas las aventuras que estoy viviendo. Cuando era pequeño, ni me podía imaginar lo divertidos que podían llegar a ser todos los días. Porque cuando eres pequeño, sólo piensas en comer y dormir.



Intentaré empezar por el principio: después de estar en la playa con mi primo Álvaro y Érika volvimos a casa. Ya pensaba yo que habían terminado las vacaciones. Pero un día va mamá y dice. -Alan, qué te parece si tú y yo nos vamos a la playa otra vez. Yo me puse más contento que unas pascuas. Por cierto, tardamos muchísimo en llegar: nos subimos en un tren, luego en otro, ni me puedo acordar cuantas veces nos subimos y nos bajamos. Yo iba tan cómodo, pero mami tenía que cargar con el peso del cochecito y de mí. Por fin llegamos a la casa de la playa. Cuando llevábamos poco rato llegó papá, y yo me puse tan contento como si fuera una fiesta. Así que ya estábamos todos. ¡Bien!!, pensaba, ¡otras vacaciones!


Cuando menos lo esperaba llegaron los titos Rafa y Cristina. ¡Otra vez fiesta! Por la tarde íbamos a la playa a bañarnos, que ya sé mucho de bañarme. Mira que hay cantidad de agua, que está por todos sitios a donde miro. Es muy wuai eso de mover los pies y las manos en el agua, y me ponen a nadar y casi a volar por encima del agua. ¡Qué cosa más divertida!, cuando me acuerdo me entra la risa.


Luego se fueron los titos y otra vez nos quedamos los tres solitos, los papis y yo.


Cuando no me lo imaginaba llegaron los yayos, y esa tarde también nos fuimos a la playa. También con papá que llega prontito cada día para estar conmigo y me dice cosas de chicos: algo así como" Qué me cuenta hoy mi campeón". Yo me pongo muy orgulloso de ver que podemos hablar cosas de chicos. Una tarde cuando llegamos a la playa, me di cuenta que llevaban una cosa nueva que antes no había visto: era de un color muy bonito y empezaron a soplar fuerte, y sin saber cómo aquella cosa se hacía cada vez más grande. Cuando estuvo toda inflada nos metimos con ella en el agua. Como estaba muy atento, pronto pillé el nombre de aquella cosa: resulta que se llama flotador. Ya sé una cosa más. Veréis, ya dentro del agua, me meten dentro y me quedo sentado, entonces van y me sueltan solo. Me quedé alucinado. ¡Bingo!!, estoy solo en medio de tanta agua. La yaya que llegó después y no había visto aquella parafernalia se quedó muda, luego según se acercaba más, hacía señales con las manos como diciendo: -¿estáis locos o qué?, mira que dejar al niño solito con tanta agua. Yo me reía, y cuando ella vio que me lo estaba pasando la mar de bien, también ella se reía. Y papá decía. -Pero no ves que es un campeón. Me divertí un montón, pero lo que más me gustaba, era ver a mamá y a papá reírse, y me miraban como si se sintieran muy orgullosos y la verdad, creo que ellos también lo pasaban muy bien. ¡Qué tarde mas divertida!!


¡Ay!, que con tantas emociones me estaba olvidando de una cosa muy importantísima: sabéis que ya como dos veces en un plato grande con la cuchara. Ya hace algunos días, vi a mamá preparar algo nuevo. Me miraba con una cara, como si quisiera decir: -Ya verás qué cosa más rica vas comer hoy. Me cogió en brazos y colocó el plato en una mesa pequeña, donde siempre me dan la papilla. Mis ojos estaban tan abiertos, que casi no podían abrirse más. La comida tenía un color diferente que nunca había visto. ¡A ver qué pasará! Abrí la boca tanto como pude y mami me dio una cosa tan rica que no me lo podía creer. Ummmm, ¡qué riquísimo!! Tengo que decir que mi barriguita se quedó llena, pero como estoy acostumbrado a comer pegadito a mamá, y es tanto lo que me gusta la lechita, que la verdad, no quiero perderme ese momento tan estupendo. A veces me dan en el biberón una cosa que no tiene sabor a nada y creo que se llama agua, pero como a mí me gusta todo, también bebo.


Antes de dormirme, os diré que ahora a veces me baño con papi, debajo de un chorro grande de agua que nos cae encima de la cabeza y de todo el cuerpo. Eso también es fantástico y lo paso requetebien.


Y ahora sí que duermo porque me estoy cayendo de sueño.


Bonanit.


Alan

3 comentarios:

Mary dijo...

jajajaajajj me muerooooooo jajajajaj, fíjate Alan que tonta soy que te leo y me muero de la risa yo sola y esque me estoy imaginando la cara de tu yaya cuando te vio en el flotador jajajajj.

Alan eres GENIAL..No te haces idea lo feliz que estas haciendo a muchas personas,incluida yo.

Un besazo¡!

Luis dijo...

Bueno Alan: aquí estamos esperando impacientes tu nuevo relato. Eres un chico afortunado. Un abrazo muy fuerte
Luis

asun aguilera dijo...

Cada día estas más guapo. Se nos cae la baba con tus fotos.Muchos besitos Alan. Espero verte pronto.

Que bonita te ha quedado la página María, me gusta mucho más que antes.
¡Abrazos para todos!