domingo, 2 de octubre de 2011

CUENTOS DE ALAN....UNA NUEVA COMIDA



Un chico interesante

Hoy tengo que deciros algo muy importante. El otro día me dijo mamá que tengo ya siete meses y está a punto de nacer en mi boca un diente. Tiene que ser una cosa muy emocionante, ya os iré contando. También me dijo que probaría una nueva comida. Aunque lo de probar parece que sea poco. Yo pensaba comérmelo todo igual que hago siempre. Tengo que confesaros una cosa: cuando lo probé, la verdad, me quedé un poco parado, no acababa de encontrarle la gracia. Pensé: a lo mejor es el primer día y mañana ya me gusta como todas las que me dan. Pero yo me la comí.

Ayer estuve otra vez en un cumpleaños. Esta vez era de niños. La que cumplía cuatro años se llama Ainoa y es amiga mía. Ya la he visto más veces. Creo que alguna vez os he dicho que es una niña guapísima aunque tenga cuatro años. En la fiesta había un montón de niños y niñas: a algunos los conocía, pero no a todos y tampoco me enteré de como se llamaban, ya que habiendo tantos, me atabalo un poco para recordar tantos nombres. Estaban algunas de las chicas que también son mis titas y con ellas siempre lo paso bien. Entonces me acordé de mi tita Alicia porque hace días que no la veo.

Otro día dijo mamá: Alan, hemos quedado con las chicas, porque ella me lo cuenta todo y papá también. -Ya sabes que son las titas, y la yaya dijo que eso era un evento social. Estaré muy atento para ver si puedo entender el significado de esa palabra. ¡Ya sé muchas!


Antes os decía que tenía ganas de ver a la tita Alicia, pues ha venido a verme y he pasado mucho rato con ella. Hasta me ha dado la papilla....., que mira que le gusta darme de comer, y a mí un montón


Nos hemos ido otra vez a la playa. Papá está trabajando por el día, pero viene por la tarde y me pongo tan contento que ni sé qué decir. Cuando no sé si entienden las palabras que yo quiero hablar, saco la lengua para que vea él la alegría que tengo de verlo.


Esta tarde sin que me hubiera enterado de nada, me han vestido y hemos ido a la estación. Iba pensando que a lo mejor era para ver pasar los trenes más de cerca, esos que veo desde la terraza y van pitando y haciendo ruido. A mí me gusta verlos cuando pasan y pensaba: ¡Qué bien!, aquí se ven de más cerquita.


De pronto se para un tren, ¿y a que no sabéis quién se bajó de aquel tren?, váis a flipar, se bajaron con una maleta cada uno los abuelos de Madrid y también se bajó papá. ¡Qué alegría!, -¡Pero qué grande se ha puesto mi niño!, decían los abuelos como si estuvieran muy contentos. Yo iba diciendo cosas, todas las que podía y me reía todo el rato de tanta alegría.
Con ellos vamos a la playa, de paseo y también a comer a un sitio muy wuai. Aunque a mí, a pesar que ya sé comer con una cuchara y todo, no me dicen ni pío. Aunque la verdad es que no me puedo quejar, porque soy siempre el primero, y unos platos que da alegría de verlos. ¡Ah!, ya me gusta también la última papilla. Ya sabía yo que la comida estaba toda buena. Sólo de verla me sale un chorrito de agua de la boca. He escuchado decir que es fruta.


Con toda esa alegría, todavía hay más. Un día nos levantamos y ya vi que íbamos a alguna parte. La abuela se subió a mi lado en el coche y todo el tiempo me contaba cosas, que por cierto me daban mucha risa. Ayer me hacía unos ruidos y yo: ¡venga reír!, y no podía parar y ella se reía todavía más. Como os iba diciendo, llegamos a casa de la tita Alicia. Otra vez la tita contenta y a cogerme y darme muchos besos, que mira que me gusta. La yaya dice que soy un mimoso.


Cuando estábamos a punto de comer aparecieron los titos Rafa y Cristina: venga, más titos que me quieren y yo más contento todavía. Ellos nos contaron unas aventuras de sus vacaciones que no acababa de entender. Parece que estaban en un país lejos, yo eso no lo sabía, ni siquiera que hubiera países lejos, pero parece que sí. Bueno, decían que no se podían venir por una cosa que no entendí bien, que tiene el nombre de una prima mía, pero que ya no me acuerdo. Pues no les dejaban subir en avión y se tuvieron que quedar en ese país que ni sé como se llama. Es que es un poco raro, pero ya me enteraré.


Ahora estoy en el sofá con la tita Ali y tengo un sueño que se me cierran los ojos.


Bonanit.
Alan

4 comentarios:

Mary dijo...

Oju¡! Alan que estrés que barbaridad de cosas que nos has contado hoy, que ganas tengo de verte ese dientecito, porque tengo que decirte que estas guapisimo y madre mia 7 meses ya¡!...creo que pronto te veré por el parque con tu yaya Maria comiendo pan y chocolate jajajaj estoy segurisima.

Cuídate mucho y síguenos contando cositas de tus aventuras que me rio mucho¡!

Un beso para tod@s

Luis dijo...

Aquí estamos esperando tus historietas Alan. Sigue contando para que no te olvides de nada.
Un besito. Saludos.
Luis

Esther dijo...

Ummm, eso si que tengo ganas de comerlo, pan y chocolate, suena de requetechuquete!
Alan

Anónimo dijo...

Me encantan tus historietas Alan, mamá me ha leído hoy un trocito que hablaba de cuando viniste a mi fiesta de cumple y conociste a muchos amiguitos y amiguitas. Por cierto qué guapísimo que eres...tengo ganas de achucharte! Besitos. AINHOA