lunes, 2 de enero de 2012

CUENTOS DE ALAN...¿OS ACORDÁIS DE AINHOA?





A este chico parece que no le gustan las galletas

Este domingo hemos estado en casa de una niña que es amiga mía, se llama Ainhoa. Ya os he dicho otro día que es más grande que yo, pero de todas maneras podemos jugar y pasarlo bien. Como os conté días atrás, ya me puedo ir de un lado para otro solo, a gatas, pero puedo moverme donde quiero. Por eso es más fácil jugar con los otros niños.
Llevábamos un rato jugando, cuando Ainhoa va y saca una caja de galletas. A mí siempre me dan una o dos, pero una caja, nunca. Miré todas aquellas galletas juntas y pensé, ¿qué debo hacer?, porque la verdad es que tenía ganas de ir donde estaban las galletas y coger por lo menos una y comérmela, pensaba que eso no estaba mal. Me quedé un momento pensando, pero en poco tiempo decidí que ir donde estaban las galletas estaba bien; así que me lancé hacia la caja y me comí dos. Me las comí tan rápido que ni me enteré. Luego, no sé si se llevaron la caja, o es que se las comieron Ainhoa y los papás porque ya no las vi más, y desde luego yo no me las comí todas, os lo aseguro. Pero bueno, mi barriguita se había quedado muy a gusto.
No sabéis lo bien que lo pasé con Ainhoa, estuvimos jugando mucho rato. Ella sabe hablar la mar de bien y me dice muchas cosas. Creo que lo que ella quiere es que yo aprenda como habla ella y así será mucho más divertido jugar los dos.

Diréis que hoy sólo sé hablar de galletas, pero es que tengo que contaros otra cosa parecida.
Mamá y yo fuimos a casa de un amigo que se llama Oriol: mami me dijo que íbamos a jugar a su casa. Cuando llegamos él estaba dormido; su mamá dijo que él duerme mucho rato la siesta. Entonces mami dijo que yo dormía poquísimo; debe ser verdad, aunque yo no lo sabía, porque cuando duermo no me entero de nada, y cuando me despierto, no sé lo que he dormido.
Tardó un rato en despertarse y mientras yo jugaba con sus juguetes. La verdad que lo pasé muy bien. Cuando despertó mi amigo, su mamá le dio una galleta. Entonces pensé: seguro que es para que me la de a mí. En cuanto lo pensé me puse a correr, y cuando llegué cogí la galleta y me la comí. Después hice igual con la segunda galleta. ¿A que es de verdad mi amigo muy bueno?

El otro día estábamos toda la mañana en casa, ni salíamos ni nada, y mira que me gusta a mí salir a la calle. Cuando llegó el mediodía llamaron a la puerta, salió mamá a abrir y entonces comprendí que estábamos en casa porque esperábamos a alguien. Cuando vi entrar a la mamá de Hugo y Nina me puse la mar de contento. Ya sabéis que ellos son mis amigos y siempre juegan conmigo, aunque yo sea más pequeño. Como podéis entender, a los pequeños también nos gusta jugar y mucho. Entró la mamá y yo con los ojos muy abiertos, esperaba que entraran sus niños. ¿Qué creéis que pasó?, pues ella entró tan ricamente y sus niños no aparecían por ninguna parte. Me quedé mirando descarado, como diciendo, ¿por qué no vienen tus niños? La verdad es que ella se puso a hablarme y me quedé sin saber por qué venía sola.
Estuvimos comiendo los tres, mamá, Marian y yo que es como se llama la mamá de Hugo y Nina. Ellas hablaban todo el rato como hacen siempre las mamás y los papás. Yo iba diciendo alguna cosa, pero acordaros que todavía no me entienden mucho. Aunque ahora algo más que cuando era pequeño.
Después de comer dijeron que iríamos a un sitio donde venden cosas muy buenas para comer, y Marian quería comprar cosas para las fiestas: Puffff, creo que hoy voy a ponerme las botas, pensé, pero no creáis, había muchísimas cosas, ¿y podéis creer que no probé ni una? Ya no sabía a donde mirar, por todas partes cajas y cajas de cosas que parecían ricas, cosas de colores. ¡Madre mía!, estaba alucinado; Marian compró cosas para llevarse a casa. Imagino que Hugo estaría la mar de contento cuando viera tantas cosas de comer. Él dice que le gusta comer más que a mí, no sé si será verdad. A Nina creo que también le gusta comer, pero a lo mejor un poco menos que a nosotros.
Papá y mamá dicen que tengo que portarme mejor por la noche y dormir como un niño grande, pero es que no sé cómo se hace, aunque ellos creo que me lo dicen, pero si no lo entiendo, ¿qué voy a hacer? De todas formas lo intentaré. Lo voy a intentar ahora mismo.
Bona nit.
Alan

3 comentarios:

Mary dijo...

Bona nit Alan,¿sabes? yo cuando tengo un dia agetrado me cuesta mucho dormir,tu con tantas emociones nuevas es normal que no duermás más, intenta relajarte y podras soñar bonito...ya me contaras.

Un beeso¡¡¡

Sol dijo...

Qué rica debe estar la galleta según la cara de felicidad que tienes.
Besitos Alan

Luis dijo...

Nos tienes siempre esperando tus relatos Alan. Espero que te traigan muchas cosas los reyes porque te portas muy bien. Muchos besitos.
Luis