lunes, 9 de enero de 2012

CUENTOS DE ALAN....UNA EXCURSIÓN SORPRESA

no hay más que ver a este chico para comprobar que siempre lo pasa bien

Ayer fuimos otra vez a Barcelona: esta vez mamá la yaya y yo. Llegamos a un sitio y parecía que nos estuvieran esperando. Entonces creo que nos presentamos, porque mamá dijo su nombre y eso ya lo conozco muy bien. Dijeron que yo era el más joven de todos y seguro que era verdad. Una chica empezó a hablar y dijo algo así como que íbamos a ver cosas del románico. Yo no tenía ni la más remota idea de lo que quería decir esa palabra. Pero la verdad, con las cosas que yo tengo que aprender, no me preocupé de averiguarlo ni puse mucha atención; porque cuando quiero saber demasiadas cosas a la vez me atabalo; asi que, cuando empezamos a andar, ( bueno, yo iba en mi cochecito tan ricamente), ya me dormí. Me desperté cuando habían terminado de decir todas esas cosas, que parecía que le interesaban mucho a todos los que iban en el grupo. Entonces todos se despidieron y me dijeron que me había portado muy bien. Supongo que sería verdad. También la chica que lo esplicaba todo se despidió de mí.
Fue entonces cuando nos sentamos en un escalón, que había alrededor de un árbol y me dieron de comer; que como hago simpre lo acabé todo. Después fuimos a una plaza donde había bancos y toda la gente estaba comiendo. Que no sólo me gusta comer a mí por lo que veo. La yaya y mamá también se comieron un bocadillo en esa plaza.

Después volvimos en el tren y cuando llegamos al pueblo donde vivimos pasó una cosa muy curiosa: al bajar del tren, miré hacia todos lados y no vi a mamá; de momento me quedé pensando qué podía pasar, pero enseguida entendí, que si no venía con nosotros, es porque tendría que hacer alguna cosa. Así que nos fuimos la yaya y yo a nuestra casa. Después de merendar estuvimos jugando toda la tarde, hasta que vino a buscarme mamá y me llevo a casa con papá.

La semana pasada mamá quedó casi todos los días con amigas suyas para comer en barcelona. Un día estuvimos con una amiga que es muy simpática y se llama Carme. Otro día estuvimos en una feria: una feria, es un sitio donde se venden muchas cosas, aunque algunas las regalan. Ese día fuimos con nuestra amiga Ana Bioque, ella es una de las chicas que también son titas. Con ella lo pasé muy bien. Sé que me quiere porque eso se nota. La verdad es que todas las chicas me quieren.
Este fin de semana ha sido fantástico: el sábado estuvimos comiendo en casa de los titos Cristina y Rafa. Ya os he dicho que cuando están todos me van cogiendo de uno en uno y estoy todo el rato en brazos. Pasó una cosa, no sé si curiosa o divertida: la yaya me iba a dar de comer, y al sentarse en la silla se cayó al suelo. Menos mal que caímos con cuidado, porque yo estaba con ella. Pensé, ya verás que pasará aquí, pero lo cierto es que no pasó nada, y como todos se reían y la primera la yaya, ya me di cuenta que no era grave.
Estaba además la tita Alicia y también Alex. No estoy seguro de quien es Alex, pero puedo deciros que es simpático. Debe ser amigo de alguien, ya os contaré.
Como os he dicho los yayos también estaban y mis papis por supuesto. La verdad es que yo no voy a ninguna parte sin mis papás, porque ellos son los mejores del mundo mundial.
Al día siguiente nos fuimos a la casa  de la piscina que es de la tita Alicia, pero nadie se bañó, no sé por qué será, ya que antes nos bañábamos siempre. Estuvimos todos como el día de antes, menos los titos Cristina y Rafa. La verdad es que pasé un día estupendo.
Bona nit.
Alan

2 comentarios:

Mary dijo...

Lo primero de todo decirte que me alegro que el traspies de la yaya quede en anecdota y lo segundo es que cada dia lo tengo más claro, YO DE MALLOR QUIERO SER COMO TU.

Alan eres G.G, ( Guapisimo y Genial)

Un beso para todos¡¡

Luis dijo...

Que sepas Alan que lo paso muy bien con todos tus relatos.
Muchos besitos.