domingo, 12 de febrero de 2012

CUENTOS DE ALAN....MI CUMPLEAÑOS FELIZ...POR FIN

Cumpleaños feliz
Yo había asistido a muchos cumpleaños y siempre era divertido, pero ahora que ha sido el mío, creo que es una de las cosas más emocionantes, y mira que yo me emociono con muchas cosas.
Empezaré por la mañana. Cuando me desperté entró mamá a mi cuarto y me cantó cumpleaños feliz. Con lo expresiva que ella es, me puse que me salía del pijama de contento. (esa frase acabo de aprenderla ahora). Pensé que si era mi cumpleaños, a lo mejor se quedaba mamá conmigo para hacer una fiesta. Pero lo que hicimos fue otra cosa, nos fuimos a nuestra otra casa de los yayos igual que cualquier otro día que mis papis trabajan. Cuando entramos por la puerta ya me cantaba la yaya cumpleaños feliz. Después de comerme la papilla, soplé una vela en un pastel pequeño, pero lo hice yo, no creáis, que yo ya puedo apagar la vela. Después de cantarme eso que tanta gracia me hace, mamá se fue y el yayo y yo nos fuimos al parque, donde conocí a un amigo nuevo que se llama Hugo, igual que el otro amigo que es hermano de Nina. Lo pasé muy bien como siempre, pero con tantas emociones, cuando empecé a comer, es que apenas podía,  y me daba una rabia; porque a la hora de comer no quiero dormirme, porque entonces no como. Tengo que deciros, que es el primer día que he dejado mi comida a medias, Pero no penséis que por eso no la terminé, que no, porque en cuánto me desperté la acabé toda, y todavía comí dos yogures pequeños enteros de postre. Vaya un cumpleaños más feliz jugando muchísimo todo el día. Por la tarde cuando llegamos a casa, me esperaba papá para cantarme la canción del cumpleaños que tanto me gusta. Yo estaba contento..., contento. Pero os diré una cosa: con tantas emociones, ni tenía fuerzas para soplar la vela por la noche de cansado que estaba. Creo que la apagaron mis papis. Como ya no aguantaba más me llevaron a mi cama y me dormí.
Ya está, se acabó el cumpleaños, pensaba, pero no...
El fin de semana  cuando todavía estaban los papis trabajando, nos fuimos el yayo y yo a la calle. Pensaba que íbamos al parque como cada día, pero al salir de casa nos fuimos andando más lejos. Como iba bien a gusto en mi sillita no me fijé mucho por donde íbamos. Entonces de pronto, veo aparecer a los abuelos de Madrid. ¡Vaya sorpresa que me llevé! Ellos decían.
¡Pero cómo está Alan de grande,! si lo vimos hace poco. Yo no sé como estoy porque no me veo, pero eso decían. Nos fuimos los cuatro a casa y después vino mamá. Entonces solo faltaba papá, y en cuánto llegó ya estábamos todos. Nos reímos tanto ese día, que era igual que una fiesta: yo cogí una especie de andador que tengo y iba rápido de un lado para otro, entonces ellos me decían bieeen..., y aplaudían, entonces me ponía derecho con los brazos levantados sin cogerme a ningún sitio y también decía, bien..., y ni sé porqué se reían tanto. Yo me reía porque me hacía mucha gracia.
El sábado sin apenas darme cuenta de lo que pasaba estábamos en la casa nueva, bueno creo que vieja. Había tanta gente, que esta vez no me acordaré de todos. No podéis imaginar la comida teníamos. Ya no se puede decir que yo como tanto, porque los demás comen más que bastante: había bocadillos, tortillas de muchos colores y cosas que no sé cómo se llaman, pero muchas. Después sacaron las tartas, que también eran muchas. Primero sopló mi prima Érika dos velas que cumplía diez años y lo celebramos juntos. Parece que nacimos casi el mismo día, pero ella un poco antes y por eso tiene más años. Apagó las velas en un segundo y todos aplaudieron. Que a mí eso de aplaudir me pone muy alegre y grito de tan contento. Luego soplé yo una vela y todos se pusieron a comer tan ricamente.
Vinieron amigos míos por supuesto: la Érica, ya lo he dicho, también mi amiga Ainhoa, Hugo y Nina y Joel que le gusta mucho jugar conmigo. Las chicas que también son mis titas vinieron todas. La tita Alicia y Alex. Los titos Cristina y Rafa. Eh, también vino por la mañana la tita Eva de Madrid sólo para mi cumpleaños. Los abuelos y los yayos que no se pierden nada.
Como había tantos no puedo acordarme de todos, pero eran muchos, sólo para el cumple de Érika y mío.
La verdad es que hacía mucho frío, pero allí estuvimos todos hasta que se acabó la fiesta. Yo estaba la mar de contento de verlos a todos pasándolo bien.
Pero ahora estoy cansado.
Bona nit.
Alan

4 comentarios:

Mary dijo...

FELIZ CUMPLEAÑOS PRECIOSO¡¡¡¡

MUUUUAK ;o)

Luis dijo...

Feliz cumpleaños Alan, me alegro que lo pasaras tan bien. Pero antes que eras pequeño y ahora que eres grande como tú dices siempre te diviertes un montón.
Un beso muy fuerte

Sol dijo...

Feliz cumpleaños precioso Alan. Mi regalo, un abrazo grandísimo.
Ya sabes que esperamos siempre tus relatos

asun aguilera dijo...

FELIZ CUMPLEAÑOS, PRECIOSIDAD...