miércoles, 4 de abril de 2012

CUENTOS DE ALAN... ME DIVIERTO UN MONTÓN


Las cosas van muy bien, ya os conté hace algunos días que estamos la mar de organizados: nos levantamos por la mañana temprano y nos vamos con un poco de prisa con los yayos. Cuando entro por la puerta, ya voy mirando si la papilla está a punto para comer. ¡Qué alegría me entra en todo el cuerpo cuando la veo!, eso ni se puede explicar.
Mamá se va a trabajar un ratito y yo cierro los ojos para saborear mejor esa papilla que está tan rica: porque puedo aseguraros de es una delicia. Podéis imaginaros, toda la noche sin comer el hambre que tengo. Cuando se termina protesto un poco, no sé si lo hago porque pienso que tengo todavía un hueco vacío, (y eso que el biberón está lleno y bien lleno), o es que ya sé, que a lo mejor me dan una galleta, o dos. Ya sabéis cómo me gustan. Después tengo que estarme un ratito quieto, porque dice la yaya que si me muevo mucho, como tengo la barriguita tan llena se me irá la papilla por la boca, y eso no quiero que pase. Enseguida voy probando si me dejan ir por ahí a mi bola. Jugamos un ratito en casa y luego vamos al parque casi siempre con el yayo.
Ya tengo amigos en el parque. Todos llevamos cosas para jugar: pelotas, muñecos y otros juguetes con los que nos divertimos mucho. También me gusta subirme en los columpios.
Hay un niño que lo conozco porque vamos los dos a la piscina y se llama Rafa como el tito Rafa. A veces se tira encima para darme besos y tengo que salir corriendo. No penséis que no me gusta dar besos y abrazos, que no es eso, es que se tira como bruto, y si no voy con cuidado me puede tirar al suelo. Luego jugamos como amigos, pero es verdad que es un poco bruto.
Un día nos encontramos con un niño que llevaba un triciclo parecido al mío, pero en vez de tener una bocina tenía música. Estuve un rato jugando con su triciclo y a él no le importaba: se llama Aleix y me ha dicho la yaya, que su papá es amigo del tito Rafa y que iban al colegio juntos y todo. Yo creo que también nosotros seremos amigos. Tengo más amigas y amigos, lo que pasa, es que ahora mismo no me acuerdo del nombre de todos. No sé si será porque ya soy mayor. Porque siempre escucho decir a los mayores que se olvidan de las cosas.
Creo que no os he dicho que ya tengo un diente y otro a punto de salir. No imagináis lo contentos que se pusieron mis papis, bueno, y todos, y eso que el diente me había nacido a mí. No imagino cómo se pondrían si les naciera a ellos.
No sé si es porque ya tengo dientes, pero podéis creer que ya me dan de comer hasta bocadillos: me dan un trozo de pan con tomate, tortilla, jamón, queso y más cosas que ya ni me acuerdo. ¡Tengo una alegría de comer cosas nuevas!, porque además a mí me gustan todas.
Este fin de semana lo he pasado muy bien. En realidad todos, porque puedo estar todo el tiempo con papá y mamá y jugamos mucho y eso es lo mejor de todo. Es tan bueno como comer.
Este fin de semana precisamente hemos ido al cumpleaños del Salva, que es un amigo de mis papis y le gusta mucho jugar conmigo. La verdad es que cuando viene a verme, nos reímos un montón. En esa fiesta había niños también: había uno un poco más grande que yo. Nos pusimos a jugar y como a mí me gusta mucho meterme debajo de las sillas, empecé a pasar por debajo y él se vino detrás de mí, así que estuvimos un rato jugando, colándonos por un laberinto y nos divertimos mucho.
Antes de ese cumpleaños fue del yayo y vinieron todos los titos, y teníamos pastel y todo. Yo pensé, ya empezamos soplando las velas y no paramos. Pero la verdad es que lo paso muy bien con tantas  fiestas.
El domingo después del cumpleaños del Salva vinieron los titos Cristina y Rafa y nos fuimos andando a la casa nueva, bueno la vieja que todavía no me aclaro. Me dieron ellos de comer y lo pasamos muy bien. Como no quería que se fueran lloré un poco cuando los vi que se iban por la puerta. Aunque la verdad es que a mí no me gusta llorar, porque me parece una tontería que no me sirve para nada. Lo más que hago es protestar cuando quiero alguna cosa, y porque no encuentro las palabras en mi boca y no puedo decir lo que quiero.
A quien hace días que no veo es a la tita Ali, espero que venga pronto para ver el diente que me ha nacido y que ya puedo andar, aunque me coja a alguna parte. A veces no me doy cuenta y empiezo a caminar sin cogerme, pero en cuánto me veo solo en medio, me siento y sigo andando a gatas: entonces la yaya me dice, miaaao...
A los abuelos de Madrid no sé cuando los veré; papá siempre dice: ya verás cuando te vean los abuelos lo grande que estás y vean el diente que te ha nacido, se van a poner locos de contentos. Tampoco sé cuando veré a mi primo Alonso y a sus papás.
Ahora tengo sueño y se me cierran los ojos sin que yo haga nada
Bona nit.
Alan  

2 comentarios:

Mary dijo...

Que lujo poder compartir tu día a día, eres guapisimo y super simpatico, ya te están saliendo los dientes creo que pronto dejaras de protestar por esa papilla tan rica porque preferirás otras cosas más ricas.

Un besazo Alan.

Sol dijo...

A ver si podemos ver tus dientes en alguna foto Alan. Me alegro que te lo pases tan bien.
Muchos besitos