miércoles, 27 de junio de 2012

CUENTOS DE ALAN... UNA FIESTA EN LA PISCINA

este chico ya empieza a atesorar diplomas


El sábado ha sido un día increíble. Como cada semana fuimos a la piscina; se ve que al final de curso nos hacían una fiesta, con música y todo: los niños y niñas estábamos en la piscina igual que otro día, pero éramos más, grandes y pequeños. Otra cosa diferente es que venían los yayos a vernos. Qué orgulloso me puse cuando vi a los míos mirándome cómo me bañaba. Estaba dentro de la piscina con papá, que de vez en cuando me zambullía toda la cabeza dentro del agua, que eso no acaba de gustarme, pero parece que a él sí le gusta y no tengo más remedio que acostumbrarme. Dentro del agua hay animales de juguete: había un gato y de vez en cuando se lo llevaba a mamá y los yayos que me miraban sin perder detalle; entonces ellos lo cogían y el gatito se hacía mucho pipí, pero mucho. A mí eso me hacía mucha gracia, así que les llevaba más animales y todos hacían lo mismo. No sé por qué tendrían todos pipí a la vez.
Cuando la monitora dijo que saliéramos del agua me pusieron una cosa que se llama albornoz y entonces la yaya dijo que me parecía a ET, no sé quien es ET, pero ya me enteraré. Todos los niños con sus papás o mamás, estábamos esperando no sé qué. Un hombre iba llamando a los niños, y cuando dijeron Alan Paez Dueñas, papá me llevó a un sitio donde había mujeres y hombres y nos daban un diploma por saber nadar. Mamá estaba cámara en mano grabando el acontecimiento, que eso le gusta a ella un montón.
Con el diploma nos fuimos a casa y los papis decían: ¡Mira, el primer diploma de Alan! Y Alan soy yo, así es que me sentía muy orgulloso.
Después de comer todos en nuestra casa teníamos que ir a Barcelona a casa de la tita Cris y el tito Rafa para hacer la mudanza porque se van a vivir a otro sitio. Como no cabíamos en el coche, no sé por qué, dijeron que fuera yo con los yayos en el tren. Les di un beso muy fuerte a mis papás y les dije adiós. Entonces nos fuimos a la estación y no tardó en llegar un tren. ¡Cómo me gusta ir en tren!, es la mar de divertido, ni tengo que ir en sillita ni nada; iba como los mayores, sentado y ya está. A veces pasaba por nuestro lado otro tren y yo tenía que decirlo: otro tren, otro tren.
Después de un paseito por Barcelona llegamos a casa de los titos. Al llegar me quedé un poco extrañado, porque el piso no parecía el mismo de antes, y yo lo conocía bien, porque hace poco me quedé con ellos mucho rato, mientras papá y mamá iban a no sé donde. Estaban todas las cosas del piso tapadas y por eso no entendía nada. Pero enseguida se me olvido aquel desbarajuste y me puse a jugar con los titos: yo iba buscando por todo el piso a la tita y le decía: Quis, Quis, porque yo sé que se llama Cristina, pero para nombrarla me gusta decirlo de otra manera y creo que a ella no le importa. Después llegaron los papás y luego la tita Alicia y Alex. Qué tarde tan divertida pasé con tantas cosas de aquí para ya: echaba a rodar una cosa redonda y corría detrás para cogerla.
No sé si os he dicho que ya sé decir todas las palabras, a lo mejor no las digo de bien como los mayores, pero ahora en cuánto me preguntan algo, enseguida encuentro las palabras en mi boca. Tengo que deciros, que hablando todo el día lo paso muy bien y la verdad es que no puedo parar de decir cosas.
Ahora tengo mucho sueño, así es que me voy a dormir.
Bona nit.
Alan

1 comentario:

Mary dijo...

Muchas felicidades Alan por tu primer diploma, estoy segura que a lo largo de tu vida tendras muchos más, lo se por lo listo que eres siendo tan pequeñito, FELICIDADESSSSSSSS¡¡¡¡¡¡

Un beso.