viernes, 10 de mayo de 2013

CUENTOS DE ALAN... UN FIN DE SEMANA EN LLEIDA

 
 
 
fotos Rafa

Acabábamos de llegar de Francia y ya estábamos preparando una maleta pequeña. Esta vez íbamos a Lleida con el tito Rafa y la tita Cris. Porque ya sabéis la suerte que tengo. El día antes de irnos con mi maleta pequeña y la ropa dentro para quedarme en su casa con los titos, vino a verme la tita Alicia. Pero no vino el tito Alex porque estaba en la heladería, y no se podía ir, por si viene gente y quiere un helado de tres bolas mismo.
Cuando era pequeño, no me gustaba mucho ir en coche porque algunas veces me mareaba; pero ahora ya no me mareo nunca. No sé si será porque estamos siempre con la maleta a cuestas los tres: papá, mamá y yo y por eso creo que me he acostumbrado.
Cuando llegamos nos esperaban los titos y se pusieron muy contentos. Yo no lo sabía, por aquello de estar pensando en mis cosas, y aunque mis papis me lo hubieran dicho no me había enterado. Bueno, lo cierto es que me quedaba con ellos y los papás se iban a algún sitio, que al final no me enteré donde habían ido.
Aunque cuando no estoy con los papis me acuerdo mucho de ellos y les hecho de menos, lo pasé muy bien. Para cenar comí una hamburguesa, ¡con lo que mí me gustan! Por la noche dormí con ellos en su camita, que eso también me gusta. Pero creo que no les dejé dormir; que no sé yo por qué me muevo tanto por la noche y doy patadas si estoy dormido. Eso no lo entiendo mucho.
Cuando se fueron los papis y nos quedamos los tres, entonces empezó la aventura. Una cosa que me gustó bastante, fueron unos patos que vivían en el río y también que había mucha agua. Creo que el río es su casita, lo que no sé donde dormirán por la noche, porque no vi ninguna camita; seguro que la tienen escondida. Me gustaría ir alguna noche para ver donde duermen. Se lo pediré algún día que esté otra vez en la casa de los titos. Todos los patos se movían muy fácil y hacían dibujos en el agua y era muy guai. Otra cosa que me gustó mucho, pero mucho, fue cuando nos bañamos en la piscina; estuvimos un buen rato jugando en el agua.
Los titos tienen en el balcón unos árboles muy bonitos, pero no son como los del campo, porque son muy pequeñitos, pero pequeñísimos. Si yo viviera ahí los regaría cada día con la regadera y a lo mejor crecían un poco más. 
Lo pasé tan bien ese fin de semana, que muchos días me acuerdo. Hace más o menos dos días, estuve soñando con los arbolitos y con las cosas que estuve haciendo con los titos y cuando me desperté le dije a mami: ¡Quiero ir con el tito Rafa y la tita Cris a Lleida - y mamá dijo.
-Vale, ya iremos otro día para estar con ellos.
Otro fin de semana nos fuimos todos a casa de la tita Alicia, pero no nos pudimos bañar en la piscina, porque esa piscina está fría y dice la tita que hasta que no haga calor no podemos bañarnos. Tuve que regar las plantas con la regadera porque estaban un poco secas y a mí me gusta mucho regarlas.
Encontramos caracoles con cuernos que jugaban en la hierba y jugué con ellos y luego seguí regando con la regadera.
Papá estuvo arreglando el coche y el yayo haciendo una cosa de cemento para el jardín y les ayudé un poco a los dos.
La tita Alicia me puso unos dibujos que tiene ella en el ordenador y a mí me gustan mucho, luego dormí un rato en su cama.
Esto es una noticia muy importante: papá, mamá y yo estuvimos un día viendo a una doctora; ella nos enseñó en una pantalla a Poquemom. Poquemom, no sé si lo sabéis es mi hermanito. Cuando él ha visto que le estaba mirando se ha puesto contento y me ha dicho: ¡Hola Alan! con la mano, como hago yo cuando pasan los trenes y los autobuses y les digo: ¡Adióooooos!
Cuando llevábamos un rato mirando a Poquemom, la doctora ha dicho que íbamos a tener una hermanita. Parece que se han puesto todos contentos, yo también. Aunque si es una niña tendrá que jugar a cocinitas. Como una niña que vino a casa de la tita Alicia y no me quería dejar jugar con su cocinita, ella decía: ¡Es mía, es mía!. Pero después, yo saqué mi Rayo McQueen y cuando lo vio me dijo: "vamos a jugar con la cocinita".
Mi hermanita, como es muy pequeña y no sabe hablar la tengo que enseñar yo, y le enseñaré que me deje sus cosas.
Otro día os contaré un cuento.
Alan
 
 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es que no paras Alan, ni te imaginas la suerte que tienes, aunque tu lo reconoces.
Muchos bisitos

Sol dijo...

Alan, estoy contenta que te diviertas siempre. Te envío un besito muy fuerte.