viernes, 26 de septiembre de 2014

CUENTOS DE ALAN, IRENE Y LUCAS...



Los tres magníficos

Ya voy al cole cada día. La semana pasada iba un rato por la mañana, pero ésta voy por la mañana y por la tarde. Me voy pronto y allí me tomo la leche con cereales y luego más tarde me como un bocadillo: hoy de paté y me lo he comido todo. Allí cantamos canciones y jugamos mucho. A veces vamos al patio para jugar y ya tengo muchos amigos. Por la mañana voy mucho rato, pero por la tarde sólo un rato pequeño. Irene seguro que quiere venir también, pero no puede porque es pequeña y tiene que esperar a ser mayor.

El fin de semana hemos ido a Madrid a una boda, pero eran dos titos grandes que ya conozco de otras veces. La comida me gustó, porque además del pica pica que estaba bueno, después me comí un plato de calamares. Porque a mí me gustan los calamares; bueno y las gambas, y los pulpos y la sopa de pescado tan rica que hace mamá y muchas más cosas. Tengo que decir una cosa: mamá quiere que coma de todas las verduras y todas las frutas, pero a mí no me gustan algunas: pero me como las espinacas, las acelgas, pero no me gusta encontrarme cosas verdes por la comida. La fruta, mamá dice que cuando era pequeño me comía toda la fruta, que me gustaba mucho, pero ahora me gustan más las natillas de palo, la gelatina me encanta y los yogures también. Los papás se ponen pesados para que coma fruta, y el médico me ha dicho que es muy peligroso no comer fruta. Pero es que no quiero, a veces me como medio plátano. Pero Irene, toda la fruta que pilla se la come como loca, se ve que le gusta mucho. A ver cómo acaba este tema.
Alan  

Ahora voy sola a casa de los yayos por la mañana. Puedo hacer todo lo que quiera porque Alan no puede decirme: esto no, esto no. Me siento en la trona para comer y él no me puede decir. De esto tu no puedes comer. 

Nos vamos igualmente al parque a jugar, que yo conozco a muchas niñas y niños y puedo jugar con ellos. Nos llevamos algunos juguetes y los otros niños también tienen.
Aunque estoy muy tranquila porque mi hermano no me dice que no haga cosas, pero también lo hecho de menos y me acuerdo de él. Menos mal que viene al medio día y puedo estar un ratito con él. En cuánto termina de comer dice. Yaya pon me los dibujitos, porque a él le gustan mucho los dibujitos.
Hemos estado en Madrid en casa de los abuelos y en una fiesta que comimos y todo. Hemos ido en el Ave, que es la primera vez que iba en Ave y me ha gustado, porque podía ir andando por ahí y jugar y ver a la gente que me decían cosas. Y no como en el coche, que después que me ponen el cinturón ya no me puedo mover, por eso me gusta el Ave. 
Tengo unos zapatos nuevos de chica y son muy bonitos y me gusta enseñarlos. 
Bueno, yo ya ando sola y no gateo nada, porque puedo ir caminando que es más divertido. Ahhhh...., que me ha nacido un diente.
Irene 

Me ha nacido un diente: mamá ha cogido el móvil y se ha puesto a escribir. Enseguida el teléfono hacía como muchas veces. Pig, pig pig. Seguro que les ha dicho a todos de la familia que tengo ya un diente y todos han dicho cosas. 

Voy cada día a la guardería, allí hay más niños. Algunos vienen donde yo estoy y me arañan un poco. Los papás dicen que yo también me araño. Dicen que estoy muy grande, pero no sé si todos los niños están igual de grandes. También dicen que lloro un poco menos. Creo que es verdad, que ahora estoy más tranquilo y no me entra el arrebato de llorar. Pero es que ya no me duele la barriguita como antes y sólo lo hago a veces para decir que quiero comer o dormir.
Hace días que no vamos a la playa, que a mí me gusta mucho. No sé cuando iremos otra vez. Pero sí vamos a casa de los yayos, que ya he dicho que tengo cuatro, dos yayas y dos yayos. Me porto bien cuando voy a su casa y si lloro un poco me dan una pandereta que hace un ruido muy bonito y ya no lloro más.
Lucas

No hay comentarios: