sábado, 14 de febrero de 2015

LA PUERTA DEL CIELO

chistesbr ymas.comomas

Los más pequeños se acercan alegres a la puerta. Es tan luminosa, que ya sienten la alegría de haber llegado a un lugar especial. Es como si hubiesen salido a dar un paseo y experimentan la alegría de regresar a casa. sus figuras ágiles, con sus bracitos abiertos se aproximan a Pedro. ¡Son Ángeles!!, dice él entre dientes: son como sacados de una nube alegre y todo palpita de amor e ilusión. Se acercan, algunos le abrazan, igual que si fuera Pedro el tío que les visita cada semana y les trae regalos de Reyes cada año. La cara de Pedro se ilumina y se desborda su ilusión. Pero de pronto, otro sentimiento se cuela y le hace cambiar la expresión. Sabe bien, que lo que queda detrás de ellos es un dolor insoportable. No debería ser así, si ellos abrazan la felicidad completa, si mantendrán su pureza y bondad. Pero Pedro sabe, que los humanos están muy arraigados desde los huesos hasta la piel que conocen, que aman y les cuesta renunciar a ese privilegio. con ellos entra la paz, la inocencia y la alegría.


Cuando llegan jóvenes adolescentes, también se acercan contentos, es una gran aventura y ellos siempre están dispuestos para un nuevo acontecimiento. Todavía no han perdido la sinceridad y perdura en ellos la dulzura que ya comienza a abrir paso a otras facetas. Pero ellos, al contrario de los más pequeños adaptables a todo, mantienen en su recuerdo a aquellos seres que les han amado y les costará desprenderse de lo que creen suyo. Por eso una sombra se dibuja en sus rostros. Pedro se apresura a cambiar impresiones y a enseñarles algunos trucos para alejar la inquietud. El encargado de la puerta les enseña como pueden ver a las personas con las que han vivido, incluso podrán ayudar en cierta manera. Ellos no podrán verles, pero sí los más pequeños, los que aún son puros. Hasta podrán guiar a alguno de los pequeñines y cuidarles. Eso les ofrece una nueva perceptiva y se disponen a disfrutarla.


Sin embargo los muy mayores, no llegan todos dispuestos a descansar en una nueva vida. Algunos han dejado todo en su sitio y esperan un tiempo de reposo. Pero otros, se han arraigado tanto a la tierra y las cosas, que les cuesta dejarlo atrás, desearían poder seguir dirigiendo todo lo que hay a su alcance, castigar tal vez a los que no les han obedecido fielmente, erigidos un poco en dioses, protagonistas de todo, como si los deseos de los demás importaran nada.

Pedro, manda venir a alguno de sus ayudantes, les dice que estos sujetos requieren una atención especial.
Él se va con los niños y los jóvenes, les lleva al lugar más hermoso y mientras les enseña un mundo lleno de misterios por descubrir y a la vez sencillo y maravilloso.

María    

No hay comentarios: