viernes, 10 de abril de 2015

EL CUENTO DE ALAN, IRENE Y LUCAS

sixtblog.es

A media noche, cuando dan las doce campanadas, los juguetes se despiertan y cobran vida como Pinocho.
CHUCK EL VOLQUETE fue el primero, y empezó a llamar al resto de juguetes.
¡Despierta amigo!, le dijo al CAMIÓN DE LOS HELADOS.
EL CAMIÓN DE LOS HELADOS abrió los ojos y preguntó
-¿Ya son las doce?
-¡Siiiiii!!!, ¡ya podemos jugar! 

CHUCK EL VOLQUETE empezó a levantar el volquete, a girarse y a dar vueltas como él acostumbraba a hacer para divertirse.
EL CAMIÓN DE LOS HELADOS comenzó con la música, que era lo que más les gustaba a los niños.
Cuando llevaban un rato jugando dijeron.
-¡Vamos a llamar a los otros amigos!!!
Se acercaron al baúl de los juguetes y gritaron.
-¡Vamos amigos, despertaros!!, ¡que ya es la hora!!
El tractor verde abrió un poco los ojos y se levantó de un salto.
Con el ruido que hacían los tres, comenzaron a despertarse los muñecos, la moto, los cochecitos, los trenes y..., un montón de juguetes más.
El CASTILLO DE LEGO, pidió ayuda a los juguetes más grandes, y subió del baúl para colocarse en el sofá y, las piezas empezaron a subir hasta hacer una edificación muy bonita.
EL FARO se puso muy contento, colocándose junto al CASTILLO, ya que en el fondo eran buenos amigos.
Un coche grande rojo, se ofreció por si tenía que llevar a alguno de los muñecos, si ellos no podían.
El MIC se puso en pie con sus finitas piernas. -Yo también quiero jugar, decía. Cogió la pandereta, por si alguno de los muñecos quería tocarla.
Las pelotas saltaron y se pusieron a rodar por el suelo.
En la cuna que había en el comedor, había una Muñeca muy guapa, con los ojos azules y una sonrisa preciosa: estaba vestida con un pijama que le quedaba un poco grande, pero de todas formas estaba bonita.
También estaba el POLLO LOCO que, al escuchar tanto ruido, abrió un ojo y les miró a todos con mala cara.
-Pero, ¿estáis locos?, ¿ qué hacéis?, ¡estaba durmiendo y me habéis despertado!
Todos los amigos se miraron y empezaron a reírse.
EL CAMIÓN DE LOS HELADOS dijo. - ¡POLLO LOCO!, ¿es que a ti no te gusta divertirte?
-Oye bocazas, cuando quiera divertirme, me iré a una granja con otros pollos que no hagan tanto ruido, yo estoy en la cuna y quiero dormir.
Pero CHUCK EL VOLQUETE, EL CAMIÓN DE LOS HELADOS y los otros juguetes no le hicieron ni caso.
-Venga hombre, no seas pesado, ¿no ves que es la hora de jugar?
Y se pusieron en fila en un extremo del comedor para hacer una carrera.

¡Vamos a ver quien llega antes!!
Esa carrera la ganó el CAMIÓN DE LOS HELADOS, porque CHUCK se puso a dar vueltas y, el CAMIÓN salió disparado y no se paró hasta llegar a la meta.
Empezó a tocar la bocina y a hacer música y entonces todos los muñecos aplaudieron.

Otra carrera la ganaron los coches pequeños y, otra el TRACTOR VERDE.

A la MUÑECA, como le iban grandes los pantalones, le costaba correr, porque se los pisaba y tropezaba.
-¡Eso no vale!, empezó a decir, -que yo no puedo correr por culpa de los pantalones....
Todos rieron y la pobre MUÑECA se puso muy seria.
-¿Sabes que puedes hacer?, dijo CHUCK a la MUÑECA, -puedes montar el FARO sentada en el sofá, ese que siempre hace la niña, yo te daré las piezas y tú las montas, así no te aburrirás.
Viendo como todos se divertían, el POLLO LOCO levantó la cabeza y dijo.
-¿Todavía no os cansáis de jugar?
En ese momento salieron todos a la carrera, a ver quien llegaba antes a la meta.
Ya no les importaba tanto quien llegaba primero, lo que de verdad les gustaba, era hacer carreras, porque así se divertían mucho.
Uno de los muñecos más pequeños, dijo.
-¿Por qué no dejamos jugar al POLLO LOCO?, el pobre se está aburriendo, mientras que nosotros lo pasamos ¡CHUPI¡¡¡!!!
Se miraron todos y al fin dijeron.
-¡Vaaale!!!, que juegue el POLLO LOCO.
Y loco de contento dio un salto de la cuna, donde antes decía que estaba durmiendo y se preparó para jugar.
Empezó a clarear el día, aunque ellos, tan contentos estaban, que no pensaron que con la luz del día, ellos debían dormir, igual que BLANCANIEVES cuando mordió la manzana de la madrastra.
Se escuchó la llave en la cerradura y de inmediato apareció la niña.
Detrás de ella el niño quitándose el anorak
-Hiiisss, dijo CHUCK, ¡todos a dormir que vienen los niños!!, y todos, todos se quedaron quietos, sin mover ni un dedo.
Alan e Irene, entraron y sin imaginar lo que allí acababa de ocurrir, se pusieron a jugar con todos los juguetes.
Los niños, cogieron a la MUÑECA y la pusieron otra vez en la cuna.
También llevaron a hacerle compañía al POLLO LOCO, que se quedó sin jugar por criticar a sus vecinos.
Por la tarde llegó otro niño.
-¡Lucas, ven a jugar con nosotros!, dijeron sus primos.
A Lucas le gustaba mucho la PANDERETA, y el FARO, porque cogía dos piezas y las juntaba dando golpes, haciendo un ruido que le gustaba mucho.
Pero sus primos querían que jugara con ellos a los COCHES, a los TRENES.
Y Lucas, Irene y Alan se pusieron a jugar.
Los juguetes se quedaron dormidos, esperando que dieran de nuevo las doce campanadas.

Este es nuestro nuevo cuento, que tenemos muchos, pero es que este, no sé porque sabe tantas cosas de nosotros y de nuestros juguetes.
Voy cada día al cole y eso me gusta mucho. Ahora ya no voy tan temprano y así puedo dormir un poco más por la mañana, así que no voy a la clase de acullida. Ahora en vez de llevarme papá a las ocho antes de ir a trabajar, me lleva el yayo. Irene quiere entrar conmigo al cole, pero no puede porque es pequeña y hasta que no tenga tres años no irá al cole, aunque llore. Es que mi hermana, quiere todas, todas mis cosas, lo que yo como, mi ropa, mis zapatillas. Bueno, también las cosas de los demás. A veces me enfado y le digo que ya no será más mi hermana, porque hace muchas tonterías.
hay una cosa que no me gusta tanto: la tos, mira que la mando a Oriente, pero se ve que vuelve otra vez, y tengo que volver a hacer el fluflú y contar hasta treinta y entonces ya toso menos.
La casa rota, ya casi no está rota, pronto nos iremos a vivir. Yo tengo mucha gana de irme, porque en la casa, tendremos un cuarto para jugar con todos nuestros juguetes.
Ahhh, el día de mona nos trajeron dos monas, porque una era para Irene y otra para mí. La mía tenía muchísimo chocolate y estaba buenísima
Alan

Al final, a mí también me ha dado la varicela: son unos granitos que pican mucho y tenía que rascarme de tanto que me picaba. Después pasaron los días y ya no tenía varicela, pero entonces empecé a toser yo también igual que mi hermano.

En la casa de los yayos le echamos de comer a las palomas, a veces pan duro que cortamos muy pequeño para que no se atraganten, ya que se ponen loquitas cuando les ponemos pan. Alguna vez también les ponemos arroz y les gusta igual. Pero hay una, que ya la conozco que es un poco mala, ya que cuando vuelan todas desde el parque porque me ven ponerles la comida, una se pone a picarles para que se vayan, como si la comida solo fuera de ella. Y no es verdad, ya que le pongo la comida para todas.
Estos días he comido mucho chocolate, por eso estoy contenta, porque casi nunca me dejan comer chocolate. Ha sido porque nos han traído la mona a mi hermano una y a mí otra. La mía, la trajo para mí la tita Alicia que es mi madrina, y a mi hermano el tito Rafa y la tita Cris, que serán ellos padrinos. Yo no sé bien lo que es eso. Pero sé que me gusta mucho el chocolate. Ahhh, y los pestiños me gustan un montón. El otro día, le guardé un trozo pequeño de mi merienda del pestiño y se lo puse a las palomas.
Irene.

Esta semana he tenido vacaciones en la guardería. Ha sido fantástico, porque he estado con mis primos, y si estoy con mis primos siempre lo paso bien. A mí me gusta mucho que Alan haga de spiderman porque me da mucha risa, tanto que no puedo parar. También me he reído mucho con la yaya, porque siempre me hace reír, y hemos estado también en la playa, aunque pocos días.
A mí me gusta comer las cosas que comen los mayores, si me dan lo que comen ellos me lo como.
Creo que pronto cumpliré un año, porque están todo el día diciéndome. ¿Cuantos años va a cumplir Lucas?, y yo, que me lo sé levanto un dedo, y eso es decir que voy a cumplir un año. También sé decir muchas palabras, y como me gusta hablar no paro.
Otra cosa que me gusta mucho, es cuando alguna noche me dan un bocadillo, a mí eso me da mucha alegría y además me lo como, que tiene tomate y jamón y está buenísimo.
Papá y mamá dicen que ya duermo más por la noche y eso quiere decir que los dejo dormir, porque parece que antes estaban muertos de sueño. Menos mal que los dejo dormir, porque también a mi me gusta dormir. 
Creo que vamos a hacer una fiesta para mi cumpleaños. No sé como es eso, espero que sea divertido.
Lucas 

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