jueves, 24 de diciembre de 2015

CUENTO DE NAVIDAD...

dolcecity.com

-Alan, ¿que te gusta más de la navidad?
-A mí lo que más me gusta es el Caga Tió, ¿sabes yaya?, el Caga Tió está también en mi cole y hoy ha cagado turrones y más cosas y ha sido chulísimo.
-Ti, ti, a mi tambe, y le doy las cáscalas al Caga Tió.
-Y Tutas tambe le da una galleta, y uvas.
Los tres niños se ponen a jugar: Irene está muy cariñosa y todo el rato quiere abrazar a Lucas y este a veces se queja de tanto cariño y se va a jugar con los coches.
De sus ojos se desprende la alegría que lo impregna todo: ríen, a veces gritan, y porque no decirlo a veces lloran. Su felicidad es tan auténtica que da color a las paredes, a los muebles algo golpeados de tantas carreras de coches o de motos. Juntos se divierten, la alegría y la vida recorre sus venas jóvenes, tienen toda la vida para explorar el mundo.
Sentada en una nube, un Ángel les mira en silencio, en sus labios se dibuja una sonrisa. Extiende una mano y acaricia sus cabezas; la mueve un poco y deja caer polvo de estrellas que se esparce sobre ellos como si fuera una lluvia suave que les protege como un paraguas de la lluvia.
Las luces de navidad están encendidas y el Ángel las mira y otra vez sonríe.
Juegan los tres durante mucho rato. Al fin Alan dice. 
-Yaya cuéntanos un cuento.
Nos sentamos en la salita donde yo escribo, donde hay tantos libros que ya no caben más: las palabras se esconden en miles de páginas, esperando que alguien abra las hojas de papel y ellas puedan contar sus historias. Revisamos algunos cuentos: LAS AVENTURAS DE LUCAS LA PULGA. ÉRIKA Y EL LAZO PRESUMIDO. EL MUÑECO FELIZ. OTO Y LAS SIETE VIDAS, y algunos más.
Pero entonces ellos dicen que les cuente un cuento de navidad.
-Vale, os contaré un cuento, pero  además es verdad.
-¿Pero es un cuento o es verdad?
Las dos cosas son ciertas. 
Era una vez un papá y una mamá que esperaban que naciera su bebe, pero la mamá que se llamaba María no tenía un sitio donde pudiera nacer su niño. Al final el hijo nació en un Portal, era un niño precioso y sus papas le pusieron de nombre Jesús.
Continuamos mucho rato, preguntando ellos y yo respondiendo.
Cuando terminamos, ya llegaron todos para cenar y después le cantamos una canción al Caga Tió: luego de darle  algunos palos, vimos debajo de la manta que tenía para abrigarse algunos regalitos. Los tres se pusieron locos de alegría. Cenamos y antes de ir a dormir cantamos villancicos.

Os deseo a todos una feliz navidad, y que el próximo año, los hombres de la tierra, permitan que la paz pueda pasear su figura grácil por todos los rincones del mundo. 

María  

  
  

2 comentarios:

Mary dijo...

La Navidad es mágica y la inocencia de los niños contagia a los mayores.

Feliz Navidad, que jamas se pierda la ilusión.

Paz y Amor en el mundo.

Besos para toda la familia.

Mary.

Maria Naranjo dijo...

Es verdad que estos días tienen algo de magia. Tú eres mágica todo el año Mari, y de verdad que te hecho de menos estando tan desaparecida.
Pero te quiero igual.
Que el próximo año te traiga todos tus deseos.
Un abrazo para toda tu familia. También para todos los que ramifican desde Montellano.