lunes, 13 de febrero de 2017

AUSPICIO (PLEGARIA A UNA PRINCESA)... DE LUIS ARRAZ

adelfa.myblog.de

Aparto de mí estas vallas
que me obstruyen mi destino
y, escalando tus murallas,
quiero ser el asesino
del motivo por que callas.

Aceptaciones, rechazos,

ebriedad de desazones...
La vida, con sus zarpazos,
diluye las emociones
impidiendo unir los lazos.

Mis ansias no me abandonan

(Aunque aumentan mis pesares).
Mis deseos se obsesionan
en intrincados azares
que me matan y aprisionan.

Cruel camino, que me aprieta

y espolea el entendimiento.
Mi mente, cual de profeta,
controla mi sentimiento.
Ella hilo es. Yo, marioneta.

¿Proximidad? ¿lejanía?

Sólo el corazón lo sabe.
Por la noche, por el día,
la ilusión deviene grave.
La voluntad desvaría.

¡Qué desazón el no verte!

¡Qué caprichosas palabras!
¡Qué ansias de ante mí tenerte!
¡Qué fuego en mi alma me labras
al escucharte y leerte!

Ademanes de princesa.

Hada de cuento infantil.
Labios de miel y de fresa.
Cuerpo galano y gentil
que tienen ya mi alma presa.

Tu palabra es poesía.

tu mirada, una promesa.
Tu risa, una melodía
que -al encontrarla, traviesa-
brillan garbo y picardía.

¡Deseo -en tu corazón-

tener mi sitio ganado!
Que obnubiles mi razón
con el primer beso dado...
y que sacies mi pasión.

Mi amor y mis sentimientos

son platónicos. Virtuales.
Despedázanme en tormentos
-como si fueran carnales-
y desgarran mis adentros.

La inseguridad me altera.

Casta inanición me mata.
Tu tardanza me exaspera
y mi impaciencia delata
la locura de una espera.

Esta es mi pobre demanda:

para ti, poco... a mí, mucho.
Amor, sin pasión, mal anda.
Yo, a tu corazón, le escucho
el mensaje que me manda.

Luis Arraz




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