miércoles, 13 de febrero de 2019

TU FRONTERA SOY YO... VERSIÓN 2... DE FRANCESC PONS

tips para recuperar la pasión con tu pareja.
stilelovel.com

Existe la frontera de nadie,
más allá de los ojos y sus lentes,
más allá de la mente encarnada en hemisferios.

Es un viaje por paisajes sin cotos, sin veredas,
pasajeros cabeceando en un tren sin locomotora…
La marca invasora avanzadilla de la beligerancia,
sin marqueses, sin historia, sólo la huella del poso.
Sin el cuño que crea catedrales, sin el sello que franquea pensamientos: 
La Persistencia.

La frontera del sino de una franja en Gaza, una cañada sin atajos ni tributo.
El friso sin el frío mármol del destino de los amores extraviados,
de los socavones al hablarse, de la huida hacia atrás sin moverse:
El Sueño de una música inmortal.

Mis límites siempre serán tus límites; mi final, tu recuerdo;
mi extravío, un sendero, un camino que tú dejaste abandonado.
Abandonado.
Un puerto nevado obstruido, un faro cegado sin niebla, una terca tentación
cuando estás:
Tu marca en mi papel.

Existe la frontera de nadie,
más ignota que las líneas de los mapas, sin escala, sin pasaje ni bajel.
Creación amontonada más allá de la pasión,
martillo y cincel en un nuevo relieve de tu cuerpo lejos del mío…

La linde de tu reino de taifas pone término a mis ansias e instituyes una vasta heredad:
La zozobra de todas las desazones, el final de la autopista del sufrimiento,
el peaje de más dolor sin billete de vuelta.
La frontera de las murallas que levantas cada noche, los tanques haciendo
turismo por Tiananmenn, los caballos de Atila comiendo hierba nueva:
La Desesperación.

Cuando al fin logre ser nadie, mis confines serán sólo tú.
Cuando quiebren las fronteras, allí, en fila india, en tu aduana, estaré, allí.
Donde quieras carabineros, compraré sus uniformes;
donde pongas aranceles, trabajaré de inmigrante ilegal;
donde tu piel marque su acomodo, plantaré mi tienda, mi cubil.

Existe la frontera de nadie.
Existe.
Lo nuestro es istmo permanente, dos ángulos adyacentes, cadenas en
aledaños imperecederos:
La eterna cruz del amor.
Paséame por todos tus sentimientos. Yérrame día a día. Porque tu frontera soy yo.

Cuando al fin logre ser nadie, mis confines serán sólo tú.
Porque... tu frontera soy yo.

Francesc Pons Mascarilla

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un poema con una fuerza extraordinaria. Un poema que expresa un sentimiento que lo ocupa todo.