miércoles, 17 de septiembre de 2025

CUENTOS DE DANIEL, NICO, TEO Y ADRIANA....

 





Hola, soy Daniel y estoy tan contento que tengo que contarlo, y me parece buena idea contarlo a vosotros. Porque algunas cosas se olvidan y, yo no quisiera olvidarme del día de ayer con lo emocionante que fue. Os cuento, ayer hicieron en Lleida un campeonato de Blade, eso que a mí me gusta tanto, sobre todo jugar con los primos. Pero ayer fui a un campeonato. Cuanto me hubiera gustado que estuvieran mis primos. Pero el año que viene estaré atento para que vengan ellos. Lo pasé muy bien, aunque había muchos frikis, pero me divertí mucho.

Creo que os voy a contar algo de las vacaciones, que de eso tampoco quiero olvidarme: hemos ido a Italia, y vaya helados más buenos que comimos y no digo de las pizzas que están riquísimas. Fuimos en un barco que no sé cómo se llama y fuimos a tantos sitios chulos que casi no me acuerdo. Los parques eran preciosos y las comidas estaban riquísimas. Mi madre decía: que demasiada pasta, pero a mí me encantaba. Adriana se portó bien y aguantaba caminatas, porque ella es muy valiente y no se quiere perder nada. Es un poco loquita, pero como es mi hermana a veces le consiento cosas, que si no fuera mi hermana me enfadaría.  Ya hemos empezado el cole, ¡¡tenía tantas ganas de ver a mis amigos!!!!!, que estoy super contento, y hasta me gustan los profes. Seguro que nos mandarán deberes, y mi padre, no parará hasta que no los haga. Este mes tenemos que celebrar el cumple de Irene. Y estoy seguro que lo pasaremos súper bien.

Daniel

Yo soy Nico, Ya hemos comenzado el colegio, que ya tenía ganas de encontrarme con mis amigos. También ya hacemos las actividades extraescolares, que yo lo paso muy bien. Os diré que las vacaciones han sido guais. Una semana en un barco, que tenía piscina, que había un montón de cosas muy divertidas, y la comida ¡¡¡¡¡¡buenísima. Por el día íbamos a visitar sitios muy chulos.


Después fuimos a un campin a Francia y lo pasamos muy divertido. Os diré, que una de las cosas me más me gusta de la extraescolares, es música, a mi lo que me encanta es la batería; yo cuando toco, casi nunca miro la partitura, es que como me gusta tanto, las escucho y me queda en la memoria y cuando estoy delante de la batería, casi me olvido de todo menos de tocar. Mirar si me gustará, que algunas veces me he despertado de noche y he bajado a tocar. No creáis que despierto a mis padres o hermanos, es que los instrumentos de música los tenemos abajo, y nosotros dormimos arriba del todo. La verdad es que como nos gusta mucho la música,(incluido mi padre, que ya tenía una guitarra eléctrica antes de conocerlo nosotros), pues tenemos de todo: piano, varias guitarras, la batería, muy buena, por cierto, una acordeón y buenos micrófonos. Siempre que vienen familia, nos piden un concierto, no solo de instrumentos que también canta Lucas, porque a Lucas le gusta mucho cantar y aprende todas las canciones hasta en inglés. Pues otro día hablamos.

Nico.



Yo soy Teo. A veces me dicen el pequeño, pero no es verdad. Yo al principio me lo creía, pero ahora que ya soy más grande, no dejo que me engañen. A ver, si Nico y yo somos mellizos y nacimos a la vez, cómo voy a ser el pequeño. Bueno, yo paso de tonterías. A veces, alguien me dice que voy a mi bola. A lo mejor es verdad, veréis, a mí me gusta jugar con mis hermanos, pero si me aburro, me voy de verdad a mi bola y empiezo a darle patadas a la pelota, en una pendiente que hay para bajar a la piscina, o cojo mi caja de herramientas. En verano la piscina es lo mejor, porque nosotros sabemos mucho nadar, tirarnos, bucear y lo pasamos muy bien. Cuando vamos de vacaciones, aunque nos divertimos, pero nos acordamos de nuestra piscina, y del boti boti, que también es divertido. Todos los primos cuando vienen a nuestra casa lo pasan muy bien, con la piscina y todo eso. Pero la que lo pasa mejor es Adriana. Ella quiere hacer todo lo que hacen los más grandes, y ella es la más pequeña. Pero creo que no lo acepta. Para saltar, la primera. Cuando vienen todos es cuando lo pasamos mejor. Con la yaya y la Reme vamos de excursión a un bosquecillo que hay cerca de casa. Siempre llevamos una bolsa para coger piñas y ramitas para la barbacoa. Pero siempre llevo una bolsa para recoger todas las marranadas que tira la gente al bosque, como si el bosque fuera suyo, y el bosque es de todos. La yaya me ayuda y vamos poniendo verdes a los marranos que ensucian el bosque. En ese bosque también hay un merendero y va mucha gente a comer, a celebrar los cumpleaños, y también hay una tirolina.

Por cierto, a mí antes me gustaba la batería, pero ahora me gusta más la guitarra. Pero lo que no me gusta, es perder mi infancia estudiando.

Hasta otro día.

Teo

 

 

 

Otra vez para la última, es que no lo entiendo. Algún día seré la primera. Soy Adriana, y estoy contenta de tener un hermano y cinco primos para jugar. También tengo un primo pequeño que todavía no puedo jugar él. Pero pienso enseñarle a jugar como a mí me guste. Ya han pasado las vacaciones y hemos vuelto al cole. Me ha gustado   mucho encontrarme con mis amigas. Aunque las vacaciones han sido fantásticas, hemos ido a un país que llama Italia, que tiene unos parques chulísimos, y todos los días han sido muy divertidos: es que los papis siempre nos llevan a los mejores sitios. Luego a la vuelta de Italia fuimos un fin de semana a la playa con los yayos. Y en el apartamento había una tabla de surf, y eso fue lo mejor. Llegamos a la playa y había olas, entonces nos subimos mi hermano y yo, papá, cuando llegaba la ola nos lanzaba y nosotros creíamos que volábamos. Es una de las cosas más divertidas. A la semana siguiente, la mami trabajaba y el papi mi hermano y yo no, entonces volvimos a la playa y estaba la tita Ester Irene y Alan. Eso fue lo mejor, ya que estuvimos los primos y la tabla de surf, y lo pasamos de película. Por la noche dormí con el papi.

También lo paso muy bien cuando vamos a casa de la tita Alicia, y si estamos todos, lo paso tan bien, que me quedaría más días: en la piscina, en el boti boti, pero, aunque me dé pena, tenemos que irnos.  

 

 Os diré que al Pa y a la Ma los quiero muchísimo.

Adriana

sábado, 13 de septiembre de 2025

 

CUENTOS DE ALAN, IRENE Y LUCAS




Hola a todos: hace tanto tiempo que no os cuento nada, que ni sé por dónde empezar. Lo primero disculparme por el tiempo trascurrido sin decir ni pío.

Por si os habéis olvidado, os recuerdo que ya tengo catorce años, estoy en el instituto y sigo haciendo atletismo. Yo nunca os mentiría, por eso tengo que deciros que voy un poco cuesta arriba. El curso pasado empecé a tener malas notas, casi para suspender. Mi madre, que eso ni puede entenderlo, ni aceptarlo, me propuso que me quedara con ella para hacer deberes. Me pareció justo y acepté. Aunque ella es muy estricta y a veces era una paliza, pero dio resultado y mejoré mis notas. Mi yaya, no entiende, que con lo que me gustaba el colegio y las buenas notas que tenía que hubiera era hecho ese cambio. En mi defensa, os diré que la vida es dura. Y reconozco que las pantallas no ayudan. En eso les doy la razón. Las vacaciones que acaban de terminar han sido muy movidas. Estuvimos en junio quince días en Japón: la verdad que fue interesante, aunque la promotora y la más entusiasta era mi hermana. Después estuvimos en Madrid, luego en Segur de Calafell, y eso, un no parar, pero ya estamos de vuelta y a caminar por el curso nuevo.

Un saludo.

Alan

 

Yo soy Irene. Tanto tiempo sin contaros nada, que hoy tengo ganas de contaros algo muy interesante, porque no me puedo aguantar. Para celebrar mi cumpleaños, este año he venido con mis amigas al apartamento de Segur: llegamos ayer y ya estuvimos haciendo algodón de azúcar, fue muy divertido, además de dulce. Después hicimos bombas de jabón y varias cosas más que esta mañana las vamos a vender en el paseo marítimo. Preparamos cajas de cartón que nos dieron en el Oscar, un restaurante donde iba mi madre hace años, y también nos dieron en la pizzería de metro. Así que esta mañana nos vamos a vender. Mis amigas también están emocionadas. Pero tengo que contaros más cosas: este verano he estado en Japón, tenía tantas ganas de ir, que me puse a estudiar palabras en japones. Me ha gustado muchísimo. La gente es muy educada y siempre si les preguntas algo, te llevan al sitio, hasta un día nos regalaron una cosa de la pastelería, fue un viaje fantástico. Pero todo se acaba y tuvimos que volver.

Luego nos fuimos a Madrid, bueno, a Casavieja que es un pueblo pequeño, y ya en agosto a Segur donde estoy ahora. Ya estoy en el instituto, estoy en el Bitácola que es el mismo centro donde he hecho la primaria. De momento a mí me gusta, creo que será un curso muy interesante. Otra novedad, es que me he ido de atletismo, porque este año voy a hacer gimnasia artística. Bueno ahora me tengo que ir al paseo marítimo a vender las manualidades. Ya os contaré cómo me va la gimnasia.

Irene

Yo soy Lucas, ya sabéis, el hermano de los mellizos. Han pasado muchas cosas que no os he contado. Pues ya estoy aquí. Hago el último curso de primaria y ya el que viene empiezo el instituto, que aún no sé donde iré. De momento estoy en el cole con mis hermanos.

Este verano ha sido interesante, hemos estado en un crucero y después en un campin en Francia y, la verdad que lo hemos pasado genial. Además del cole hacemos extraescolares: yo por ejemplo hago taekwondo, música, básquet y alguna cosa más. Pero no os voy a engañar, no creáis que no pierdo tiempo con los juegos, me gustan mucho y le dedico más tiempo del que mi madre cree conveniente. Pero hay una cosa este verano que he echado de menos, este año hemos ido poco a Segur, solo unos pocos días, pero muy pocos para mi gusto. Pero es que yo no decido esas cosas: fuimos dos días, y luego fuimos al circo, que, por cierto, fue algo fantástico, pero después ya volvimos a casa. A mí me gusta mucho esa playa, y una feria que tiene cosas muy interesantes. Me gusta estar con los yayos, aunque mis hermanos se pelean, bueno, casi siempre se pelean. 

Me olvidaba deciros que en música hacemos bolos y, mis hermanos tocan la batería y la guitarra y yo canto, que a mí cantar me ha gustado siempre. Es muy divertido, comenzaremos pronto ya que han pasado las vacaciones.

Hasta otro día,

Lucas.

sábado, 22 de marzo de 2025

 

Miradas.

 

La calle está casi desierta. La carnicería ya hace rato que se abrió, porque los dueños son muy madrugadores. Un sol tímido apunta por encima de los tejados y, poco a poco el día se va abriendo paso, ofreciendo siempre la oportunidad de apresar emociones y sentimientos, que podemos guardan en un baúl para los buenos recuerdos. Cada minuto, es un tesoro que ya no volverá.

Dos mujeres hacen la compra en la carnicería y aprovechan para contar la última. –Al vecino del cuarto segunda se lo llevó anoche la policía. –Ya sabes, cosa de drogas como siempre. La carnicera parece atenta a las chuletas que corta con destreza, pero en realidad no pierde detalle y al final pregunta: ¿Quien es ese al que se han llevado? Entonces la conversación es a tres, los detalles se van enumerando, de tal manera, que parece una película de misterio muy interesante. Cuando entra una clienta nueva, las secuencias comienzan de nuevo. A media mañana, nadie podrá reconocer la historia, porque sin decidirlo nadie ya es otra película; en realidad nadie la reconocería como aquella que se dijo a primera hora. Es difícil mantener la versión real, tengamos en cuenta que la imaginación de las personas es muy rica. Gracias a esta circunstancia, podemos ver tanto, buenas películas como leer libros preciosos.

La caja de ahorros está abierta desde las ocho en punto, en la primera hora entra poca gente y los empleados pueden hablar de forma distendida. El dinero entre sus manos no crea ninguna ilusión pues, su destino es volar de mano en mano. Es un trabajo como otro cualquiera y ellos lo organizan todo a primera hora para la jornada. No tardarán demasiado en entrar todo tipo de clientes. Entre ellos, alguna señora algo mayor que quiere cobrar su pensión.

-Oiga, déme mi paga, –dice la señora

- ¿Pero, la quiere toda? –La señora queda pensativa, no se decide. -También podría guardar una parte en la cartilla y venir otro día a buscar el resto. El empleado está acostumbrado y desarrolla cada día un ejercicio de paciencia infinita. La mira, le sonríe, y cuando ha transcurrido un cuarto de hora, porque buscar la mejor decisión no es tan fácil, vuelve a preguntar.

–Si me llevo los 500 € de una vez, no me quedará ni un céntimo en la cartilla, y eso no es bueno, ¿verdad?, porque siempre puede surgir un imprevisto, a lo mejor si saco 100€, pudiera ser que me durara más, porque si no tengo todo el dinero en casa, no podré gastarlo alegremente.

-Angustias, ¿ha decidido usted ya del dinero que quiere?

-Mira, he pensado, que podría llevarme 100€, bueno o no, mejor sería llevarme 200, así ya no tengo que venir tan pronto, pero claro, si tengo que pagar algunos recibos, también lo gastaré pronto y tendré que volver. ¿A ti te importa que vuelva pronto?, o prefieres no verme más hasta el mes que viene cuando vuelva a cobrar la paga.

 –Que cosas dice usted Angustias, usted no ve que yo estoy encantado de verla siempre que viene. A mí, que la gente se mosquee, que mueva la cabeza en señal de desesperación mientras usted duda, no es cosa que me incumba, usted a lo suyo, pero, ha pensado ya el dinero que quiere.

–Vale, dame 100€, bueno no dame 150€, pero dime, eso cuanto es en pesetas.

Al lado mismo de la caja hay una cafetería, bueno en realidad, es un tostadero de café, se venden los paquetes con los granos molidos y cerrados al vacío o enteros, a gusto del consumidor. Pero también en el local hay mesas y sillas preparadas con buen gusto, en cada una de ellas, hay un pequeño florero, con unas florecillas preciosas que da mucha calidez al establecimiento. Puedes tomar un riquísimo café, un cortado, o el tan recurrido café con leche y un crusan. Por las mañanas siempre está bastante concurrido, luego ya más tarde existe un lapso de tiempo en que está prácticamente vacío. La dueña aprovecha entonces para organizar su casa, ya que vive allí mismo. La cafetería sigue abierta de todas formas, todavía permanece el delicioso aroma de café que impregna cada rincón. 

 

Como cada día, el hombre es puntual, a las ocho y cuarto se apoya en el quicio del establecimiento de la caja de ahorros, para mirar la casa de enfrente. Siempre lo hace con disimulo, como si estuviese allí por casualidad, intenta mirar como si no mirara nada en concreto, se hace el distraído, pero sus ojos no pueden apartarse de otro quicio de la puerta de enfrente. Suspira y procura no ponerse nervioso. ¿Y si no se asoma hoy a la puerta? –ese pensamiento le produce tal sufrimiento, que cree que no podrá soportarlo. No hace calor, pero el hombre casi tiene perlada la frente de sudor casi frío.

 – ¿Que le pasará hoy, porque tarda tanto? -al pasar a la caja un cliente le saluda.

-Buenos días.

El hombre ni le ha escuchado, está en otra parte. La puerta de enfrente parece que se abre, ha creído escuchar un chirrido, ¡Ya está ella!, la ha visto y una luz radiante alumbra el mundo entero. Se recrea mirando como se abre la puerta. La silueta de la chica aparece y la alegría baila con su amigo júbilo. Toda la calle se vuelve de colores, el aire es agradable y él se siente acariciado, mientras un cosquilleo le recorre de arriba abajo. Ella, al principio como cada día, parece que no mire a ningún sitio en concreto, se hace la despistada, pero, como si una fuerza superior la obligara, gira el cuello para mirar al hombre. Los ojos se encuentran. Parece que surgen chispas en el aire, rayos y truenos, igual que en la película “Como agua para Chocolate”, cuando los cuerpos de los protagonistas se encuentran al final.

Los ojos del hombre, la mirada de la chica son una misma cosa que se funden y no pueden separarse. El hombre se siente muy cansado de llevar tanto rato en la misma postura y se sienta en el escalón de la caja de ahorros, pero los ojos no se han desviado ni un milímetro de aquellos otros ojos que le miran.

 

La carnicería, está llena de clientas animadas con una conversación que no acaba, porque cada clienta nueva, ha de informarse de lo acontecido en el barrio.

Angustias acaba de salir de la caja de ahorros. Se queda mirando al hombre y descarada, empieza a mover la cabeza y, a decir palabras que nadie escucha.

La cafetería está repleta y el olor delicioso de buen café se mete por la nariz. La calle está muy transitada, pero eso queda ajeno de las miradas cruzadas. El hombre sigue allí, la chica le mira, están acomodados en un mundo idílico donde no cabe nadie más, donde sus miradas, son mariposas que planean libremente con sus alas preciosas de colores. El mundo real se evapora cada día cuando ella sale al quicio de la puerta. Es tan dulce su mirada, es tan maravillosa su silueta, que el hombre lo daría todo por un minuto de ver aquellos ojos de cerca, si él pudiera algún día rozar su mano, debe ser muy suave –piensa. La ha soñado tantas veces. Es más tersa que el terciopelo, más que la seda más pura.

 

 

El reloj de la iglesia toca las horas, pero él no pone atención, no quiere saber qué hora es. Si lo supiera, a lo mejor debiera marcharse. Posiblemente en su casa le necesiten, desde que murió su esposa hace ya mucho tiempo, es él quien debe hacerse cargo de todo. Sus cinco hijos, nacieron preciosos, pero tres de ellos, al llegar a una edad todavía infantil se detuvieron sus mentes, quedando atrapadas en esa infancia estática, imposible ya de avanzar. Es por eso que siguen siendo como niños pequeños. Dulces y entrañables, pero como bebes. Son dos chicas y un chico, son buenos, pero necesitan de un adulto que los guíe. Una de las chicas es la menor de los tres y ya tiene cincuenta y un años. De los cinco hijos que tuvieron, sólo dos eran listos. Pero no, él no quiere pensar, ahora no puede preocuparse porque ella está mirando, y eso a él le borra todos los pensamientos, todas las preocupaciones. Los dos están en una burbuja aislados del mundo, donde no existe nada que no sean sus miradas. Cuando suenan de nuevo las campanadas, al fondo de la calle aparece una mujer, siempre llega a la misma hora, se acerca a la chica y la abraza como si fuera una niña pequeña. Es así desde que nació. Su cuerpo ha crecido, pero su mente ha quedado detenida en punto donde todo es inocencia, pureza y dulzura, aunque haya cumplido los veinte.

–Hola cariño, ¿has desayunado? todo lo dejé en la mesa para ti. Ella sonríe, se da media vuelta para entrar a casa, se vuelve y dedica la última mirada del día de hoy. No volverá a salir hasta mañana.

FIN

 

 

miércoles, 8 de enero de 2025

 


                                                                      la más preciosa

AÑORANZAS

 

Se me fue tu voz

casi sin darme cuenta

y entonces me quedé vacía.

Se diluyo en el viento tu mirada

y todo se quedó sin luz.

Tu sonrisa se borró en el tiempo

Y me sentí muy sola.

 

Desperté una noche negra

y no pude encontrarte.

Absolutamente abatida

me fui en pos de tu mirada,

 

me diluí en la nada

buscando el hogar del viento,

y persiguiendo una luz, encontré una estrella.

¿Dónde vas? Preguntó ella.

-Solo busco la luz, su sonrisa,

siempre persigo su voz,

¿Dónde podré encontrarla?

Me miro sonriente.

¿Acaso tú no la ves?,

no escuchas el rumor de voces,

ese murmullo que te habla,

esa luz que te persigue,

¿Por qué no la ves?

Con su voz cálida

me dijo muchas cosas,

que nada estaba lejos,

que todo estaba aquí

muy dentro del corazón,

al otro lado de mis ojos

casi tocando mis manos

pidiéndome una sonrisa.

 

Entonces me senté a esperar

en la entrada de la puerta,

seguro que volvería

para quedarse conmigo.

 

Escuché entonces sus pisadas

ligeras como la brisa.

Una paloma sobrevoló el aire

y tú volviste junto a mí.

 

María

miércoles, 30 de octubre de 2024

POETAS... María

 

                                                                       LO MEJOR, UN LIBRO

POETAS


En un grupo de poetas,

ni todo es bueno

ni todo es malo,

pero si son sentimientos

que nos llevan de la mano.


Son ramos de margaritas

que perfuman con su olor,

son las gotas de rocío

y el canto de un ruiseñor.


Son historias dinámicas

que brotan del corazón.

Son las ganas de aprender,

es el placer de admirar,

es el silbido del viento

que nos viene a saludar.


Es una estrella fugaz

que nos envía su luz,

es el cálido rincón

que acudimos sin faltar.


Son las ganas de vivir

que nos salen al camino

con las pequeñas historias

que nos regala el destino,

poniendo en cada poema

el alma y el corazón

para luego compartirlo

con ilusión y fervor.


Y es que es la poesía

regalo de sabios dioses,

es una alfombra de flores

por caminar cada día.


Cada cual tiene su estilo

cálido y conmovedor

y no importa que no sean

de los versos, el mejor.

 

María

jueves, 17 de octubre de 2024

CUENTOS DE DANIEL, NICO, TEO Y ADRIANA...


                                                              La pandilla inseparable
 

Me llamo Daniel y hace tiempo que no cuento mi vida. Una de las cosas más interesantes que me han ocurrido últimamente, es que he asistido a un concurso de TV3 de cocina. Yo quería ir a cocinar, pero, parece que era pequeño y entonces me invitaron para ser jurado. Fue muy divertido probar las comidas y todo eso. Había unas galletas muy buenas que yo las boté. Fue una experiencia muy interesante, que luego podía presumir con mis amigos.

En el cole, aunque no me vuelva loco, porque me hacen trabajar mucho, pero hay cosas interesantes que valen la pena.

Este verano ha sido chulo: hemos ido a un pueblo de Italia y nos hemos divertido un montón. Después a un campin a la playa que también tenía piscina. Un día vino a vernos la tita Esther y los primos y fue de lo más divertido. Es que con todos los primos yo lo paso muy bien. Ahh, me olvidaba, que hace muy poco, fuimos a Madrid a ver el Rey León. Fue muy divertido para los cuatro, porque yo creo que mis padres también se divirtieron. Mi hermana se divierte siempre. Yo creo que es un poco loquita. Lo quiere hacer todo como si fuera una niña grande. A mí, una de las cosas que más me gustan es, cuando nos reunimos todos y estamos todo el día con los primos: jugamos en la colchoneta, si es verano nos lanzamos a la piscina de la tita Alicia, que un fin de semana nos quedamos a dormir y todo. Fue como una aventura estupenda. Cuando vinieron los papis a buscarnos, yo no me quería ir, y eso es porque lo pasé muy bien.

Bueno, tengo muchas cosas más que contaros, pero otro día os cuento, porque me tengo que ir al cole, que el autobús no espera.

Daniel.

 

Por si no os acordáis, soy Nico, el mellizo de Teo, y el hermano de Lucas. Este año no hemos ido a muchos sitios de vacaciones, pero, es que no hacía falta. Desde que vivimos en la casa nueva podemos divertirnos sin salir demasiado. Bueno, estuvimos en Segur con los yayos, íbamos a la playa cada día, esa playa es estupenda y podemos alejarnos nadando. La yaya dice, que no hace falta que vallamos a Mallorca nadando, pero no hemos ido nunca, creo que es una broma.

Bueno, ya empezamos el cole hace mucho, pero además hacemos muchas cosas; una de ellas es música, Yo ensayo la batería que me gusta un montón. A veces hacemos bolos en un sitio de Castelldefels. Lucas canta, y Teo que ahora ya no quiere ensayar la batería y quiere la guitarra eléctrica, como no estudia mucho la canción, pues todavía no ha hecho bolos. Este curso, nos hemos apuntado a básquet, que ya lo hace Lucas, así iremos a entrenar cuando salgamos del cole. Y todavía hacemos más cosas de deporte.

Pero quiero contaros una cosa muy emocionante: dentro de pocos días será nuestro cumpleaños, de Teo y mío, porque parece que ser mellizos, es que nacimos juntos.  Seguro que lo pasaremos muy bien, haremos una fiesta para celebrarlo, porque ya cumplimos siete, y eso es muy importante. Pues un día vendrán mis amigos y haremos una fiesta, y otro vendrán todos los que son de mi familia, y como vendrán todos los primos, y eso ya es una fiesta.

Nico.

 

Yo soy Teo, y aunque no os escriba mucho, tengo muchas cosas que contaros. Creo que ya ha pasado el verano y ya estamos en el cole y todo eso. Los fines de semana nos vamos con mamá a hacer una excursión a la montaña, A medio camino encontramos un bar, entramos y nos comemos un bocadillo, luego volvemos a casa. Mi casa es muy divertida: tenemos una colchoneta para saltar, tenemos una piscina superguay, aunque solo para verano, aunque el otro día yo me lance al agua. En un espacio que tenemos abajo, estan todos los instrumentos musicales: el piano, las guitarras y la batería, y más cosas. También tenemos una tele por si queremos ver alguna película.

Después del cole vamos a una escuela de música. A Nico le gusta mucho la batería y le gusta mucho ensayar. A mí, ahora no me gusta tanto, porque prefiero tocar la guitarra. Lo que pasa, es que para tocar la guitarra hay que estudiar más. Pero es que yo pienso, que me gusta mucho jugar y aprovechar mi infancia. Por eso, cuando hacen bolos, que Nico toca la batería y Lucas canta, (porque eso es lo que le gusta), yo voy a verlos, pero todavía no participo. 

Dentro de pocos días será nuestro cumpleaños, ahí vendrán los primos que jugar con ellos es muy divertido y pienso que lo pasaremos muy bien, ya que haremos una fiesta para los amigos y otra para los que son nuestra familia. También vamos a una escuela de básquet, donde ya va mi hermano Lucas. Pero él ya hace partidos. Mi cole es chulísimo y la profe guay.  Yo tengo gana de que llegue ese día y ya tendré siete años, creo que eso es importante.

Por cierto, yo después de cenar, subo arriba, me ducho, me lavo los dientes, pongo mi despertador, a las siete para ir al cole, y entonces me acuesto, ahora en la litera de arriba. Y como tengo que dormir ahora, os dejo hasta otro día.

 

Teo

 

Soy Adriana, que no sé por qué me dejan la última. Algún día quiero ser la primera. Os cuento cosas. Ya han pasado las vacaciones y todo ese royo y hemos vuelto al cole con mis amigos donde lo paso fantástico. Pero no quiero decir que no me han gustado las vacaciones, porque hemos estado en Italia, en un campin aquí más cerca, que hasta vino un día la tita Esther y los primos, con lo bien que lo paso con ellos. También fuimos un par de veces a Segur. Los yayos siempre quieren que me quede con ellos, pero yo sin mis padres no tengo ganas de quedarme. Es que estoy más acostumbrada a estar con el pa y la ma. Algún día me quedaré, aunque no sé cuándo. Pero quedarme en casa de la tita Alicia sí quiero. En esa casa, con los primos, los instrumentos musicales que tienen, es divertidísimo. A que la tita Esther también me gusta quedarme. El otro día estuvieron en nuestra casa y fue un día maravilloso. Como se quedaron a dormir, yo quise dormir con mi primo Alan. Con Irene estuve todo el día haciendo manualidades. Como tenía tantas ganas de que vinieran otra vez, le envié un audio a la tita, para decirle que se habían dejado una cosa, es para que vengan otra vez.

Tengo también un primo pequeño, y ya no soy yo la más pequeña. Pero lo veo poco. Es un niño muy guapo. Bueno, me voy al cole.

Adriana

miércoles, 16 de octubre de 2024

 

SÓLO SOY UN POEMA                          

 

Quiero que seas feliz                    

que sientas calma cuando me mires,

que las letras se cuelen

por un resquicio hasta llegar a ti.

 

Que sea un baile y escuches la música,

que te dejes llevar por la armonía,

que vuelvas a mirarme

y si puede ser sonrías.

Y en ese baile de letras,

donde se esconden los

sentimientos más nobles

te fundas conmigo.

 

Si estás triste,

te hablaré del nacimiento del sol,

recitaré el brillo de las estrellas

el misterio de la luna.

 

Cómo baja el agua cantarina del río

trotando entre las peñas.

 

Te puedo hablar del tiempo pasado,

de la nostalgia que siempre acecha.

Rozaré tus manos y sentiré tu aliento,

y esperaré que seas tú misma:

alegre, tranquila y en paz.

Entonces me sentiré importante,

danzaré alegre gracias a tu boca.

 

Quisiera que todo estuviese dentro de mí,

tener la fuerza del viento

y conseguir que no haya guerras,

ni padres sin trabajo

ni tampoco niños tristes.

 

Que el miedo se borrara de las mentes,

que hubiese esperanza, ilusión para los jóvenes

y un futuro sin trabas.

Porque eso es posible

si no fuera por seres mezquinos y egoístas,

esos que empobrecen la sociedad

que llevan al caos, y destruyen la paz. 

 

Pero creo que estoy concebido para otra cosa,

para enseñarte un atardecer,

para acariciar tus ojos,

para arrancarte la sonrisa más bonita,        

y aquí estoy, con mis ojos blancos,       

porque sólo soy un poema.   

 

María