viernes, 23 de octubre de 2009

OTTO Y SUS NUEVAS AVENTURAS...SEGUNDO CUENTO

NUESTO PRECIOSO GATO VIVE ENCANTADO EN SU NUEVA CASA. DE TODAS MANERAS YA SABEMOS QUE NADA ES PERFECTO EN ESTE MUNDO, Y ÉL TIENE QUE PASAR POR ALGUNOS POBLEMILLAS.


OTTO NOS CUENTA.


Como iba diciendo, fue aquella la mejor época de mi vida, ya que comprendí que aquello que estaba viviendo era una verdadera vida.

Porque tu comprendes enseguida, aunque seas un gato, cuando te quiere la gente y cuando no.

Por entonces yo ya había salido del armario, quiero decir, cuando me escondía asustado, debido a los golpes que daban aquellos hombres que trabajaban en la casa.


Debo aclarar de todos modos, que precisamente fue entonces cuando empezaron mis problemas. yo me sentía el rey de la casa, porque la verdad es que nunca jamás me faltaba de nada. Mi comida siempre esperándome, el recipiente de agua siempre lleno, hasta la veterinaria para atenderme.


OTTO EMPEZÓ A DARLE VUELTAS A LA CABEZA, PENSANDO EN LOS GATOS CALLEJEROS QUE TANTAS VECES HABÍAN VENIDO A INSTIGARLE PARA QUE FUERA CON ELLOS, PERO QUE HACÍA ALGÚN TIEMPO QUE HABÍAN DEJADO DE VISITARLE.


Y si me atreviera y fuera con ellos a callejear.

Después de algunos días cavilando me atreví una tarde a saltar la vaya. Indeciso y algo atontado por la falta de costumbre, empecé a mirar para todos lados sin saber que hacer.


OTTO SALTÓ UNA SEGUNDA VAYA Y ENTRÓ EN UNA CASA.


Ya estaba dentro y hay que ver que porquería de casa, no tenía ni punto de comparación con la nuestra, además allí no había comida a la vista, ni agua ni nada que se pareciese a algo que alimentara. En estos pensamientos estaba andando yo, cuando escuché que alguien se partía de la risa.

"Mira quién tenemos aquí, si es nuestro ilustre vecino, pensaba que nunca te atreverías a salir de tu casa, eres un calzonazos".

Me volví y vi a unos cuantos gatos. Aquello no me gustó un pelo, pero por otra parte, tampoco estaba seguro del significado de aquellas palabras.

No me atrevía a mirarles a la cara. Me dijeron alguna que otra grosería más y se rieron todavía más.

Entonces ocurrió, escuché una voz que me quito todas las penas.

Otto!, ¿dónde te has metido?"

Miré entonces de reojo a aquella pandilla metomentodo, comprobando que ya no se burlaban de mí, por el contrario tenían una expresión temerosa y se estaban empezando a replegar.

Mientras tanto, miraban con una cara de envidia que no podían disimular, viendo cómo mi ama me cogía en brazos y me daba besitos.

"No vuelvas a hacerlo Otto, no ves que me tenías muy preocupada".


HOY NOS HA CONTADO OTTO ALGUNAS PEQUEÑAS VIVENCIAS, PERO LA GRAN AVENTURA, DICE QUE LA CONTARÁ OTRO DÍA.


CUIDAROS MUCHO, QUE EL FRÍO HA LLEGADO SIN PREVIO AVISO.


María.

1 comentario:

Mary dijo...

Estoy deseosa de que OTTO me cuente su gran aventura,me parece un gato muy intrigante.

Un abrazo Maria!!!!