AMANACER......LIBRO

FRACMENTOS DEL LIBRO "AMANECER"

Yo me creía experta en jardinería y, para lograr un mayor rendimiento, me ayudaba con varios libros. Había aprendido a cuidar muchas variedades y conocía algunos trucos, incluso la manera de potenciar su natural. Sin embargo, nunca había visto nada igual. La naturaleza en aquella tierra tan fértil se alimentaba con gran fruición: las flores eran tan hermosas y era tal su vivacidad, que se podían oír los susurros, exhibiéndose con tal coquetería, que eran un deleite para la vista y el olfato.

Se distribuía aquel espacio en pequeñas parcelas separadas entre sí por arbustos aromáticos. Allí brotaba la vegetación acondicinada con un gusto exquisito. Entre la tierra húmeda, brotaban alfombras vegetales y lucían todos los tonos de verde posibles y estaban salpicadas de preciosas florecillas.

La salamandra buscaba la máxima humedad, las magnolias coronaban sus verdes hojas. Digitalis purpúreas formaban preciosas torres de campanillas y, en lo más alto, culminaba una gran campana; algunas se prendían en los árboles buscando apoyo para sus frágiles troncos.

Laura seguía pensativa, abstraída tal vez por mi pregunta, pero antes de responder se dirigió resuelta hacia un rosal, cortó una rosa y me la ofreció.

-¿Te gusta? -preguntó-. la he plantado y cultivado para ti, yo también cuido las flores para regalártelas.

Contemple la rosa y quedé impresionada, ¡era tan hermosa!, nunca había visto nada igual, su color era de una delicadeza pura y sus hojas parecían traslúcidas.

Al fin Laura dijo:

-Qué difícil es tu pregunta, mami querida, ¿cómo podemos saber cuando el sueño es realidad o la realidad es un sueño? ¿Tú me quieres?

-Te quiero más que mi vida -repuse.

Entonces es verdad porque nos amamos.
María