miércoles, 10 de febrero de 2010

AMANECER....LIBRO.

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UNAS SECUENCIAS DEL LIBRO "AMANECER"



Aquel día también hubo muchas intervenciones, algunas sencillas y espontáneas, otras llenas de ricos matices, porque en aquel lugar era todo posible, lo grande y lo pequeño, lo extraño y lo más simple, pero además al alcance de todos. Una mujer nos habló de los problemas que aquejan a la humanidad. Ella intervenía por primera vez y nos describió cual sería la salud de la naturaleza en aquellos momentos en la tierra de no haber sido por el mal trato infringido al medio ambiente, de no haber derrochado los recursos naturales sin control.

HUBO VARIAS INTERVENCIONES, LAS CUALES NOS ENCIQUECIERON POR SU GRAN SABIDURÍA.
UNA MUJER QUE PARECÍA INDECISA, AL VER QUE TERMINABA LA SESIÓN SE DECIDIÓ Y OCUPÓ EL LUGAR DEL ORADOR: DICIENDO.
-Yo desearía sacar un tema que pocas veces sale a colación: Se trata del daño que sobre todo los padres podemos hacer a los hijos, suponiendo por descontado, que casi siempre se hace con buena intención, pero eso no basta. Debemos tener en cuenta que los hijos no son una propiedad nuestra para sacarles fruto. Ellos son seres completamente libres y nosotros, como progenitores, bajo ningún pretexto debemos forzar o inducir sus vidas por caminos que ellos no deseen. Otra cosa importante es no crearles remordimientos para obligarles a hacer nuestra voluntad. Eso es un hecho tan grave que incluso cuando ellos hayan descubierto el chantaje, ya será tarde para remediarlo porque las heridas no siempre pueden curarse. Los padres no debemos ser los sargentos que imponen disciplina, más bien deberíamos ser la raiz del árbol que ayude a crecer las ramas; la copa perenne que siempre los acoge y les regala sombra. Ése es el legado que deberíamos dejar como herencia cuando abandonemos el nido. Que el recuerdo de la paz y el vienestar que hemos procurado quede latente en el aire, dejando en el recuerdo un punto de referencia que debería ser agradable. Eso no significa, desde luego, que tengamos que ser tan permisivos, que puedan los hijos abusar de nuestra buena fe y cariño, ni de nuestra permisividad les convierta en seres maleducados y egoistas.. Porque es obligación nuestra enseñarles pautas, procurando que sean personas sensatas y bondadosas. Por lo tanto es el equilibrio el que deberíamos perseguir para nuestra familia, estando siempre muy atentos.


Hay algo importante a tener en cuenta también: no es conveniente ser protagonista, pesimista ni masoquista. Y no hablo sólo de que nuestra existencia será por ello difícil, sino que a los demás les costará trabajo soportar nuestro comportamiento. Porque el pesimista, al negarse a ver las cosas buenas de la vida, terminará inventando un infierno propio que, al ser inventado, nunca acabará, y por lo general pretenderá llevar a los otros a su infierno particular. Yo os recomiendo, por lo tanto, que tengais en cuenta la huella que dejaréis tras de vosotros. Esa referencia os ayudará por si sola a ser mejores.

ESTE PERSONAJE DEL LiBRO OFRECE CONSEJOS QUE CIERTAMENTE SON MUY INTERESANTES.

CUIDAROS DEL FRÍO POLAR, PARECE QUE NOS QUIERE MUCHO Y NO SE ATREVE A DEJARNOS.

María

2 comentarios:

Mary dijo...

YO SIEMPRE HE DICHO QUE LOS HIJOS NO TRAEN LIBRO DE ISTRUCCIONES,PERO ESQUE NOSOTROS LOS PADRES TAMPOCO, ASÍ QUE CREO QUE DEVEMOS APRENDER UNOS DE LOS OTROS...UNA FRASE QUE ESCUCHE SO SÉ DONDE, ME PARECIO MUY INTERESANTE..."CON EL NO TAMBIEN SE EDUCA".

PUES SI MARIA MUCHO CUIDADIN CON EL FRIO, CUIDATE!!!!


BESAZOS MIL!!!

Anónimo dijo...

Este personaje parece muy sabio: creo que sabe lo que dice por esperiencia, debe haber sufrido en carne propia ese maltrato que se intuye y que no declara abiertamente.
Esos malos tratos a puerta cerada, inflingidos a los propios hijos hacen un daño irreparable.
Dios nos libre de esas personas que por cierto las hay.
Sol.