domingo, 4 de abril de 2010

LAGRIMAS....RELATO CORTO




LAS PLANTAS ESTABAN TAN DAÑADAS Y ATURDIDAS POR LA TEMPESTAD, QUE DECIDIERON IR A CONSULTAR AL ROBLE QUE ERA EL MÁS ANTIGUO EN EL JARDÍN Y AL PARECER EL MÁS SABIO.



LE RODEARON Y COMENZARON A EXPONERLE SUS PREGUNTAS.



Él escuchó con atención todas las voces y, fue respondiendo con la sabiduría que por viejo poseía.



Con su apariencia bondadosa, el Roble preguntó por su salud a cada una de las plantas y fue dando consejos que todas agradecieron.



A los Bulbos les dijo.



-Vosotros no debéis preocuparos, porque llegado el momento, después de vestiros en primavera con la flor, podéis descansar incluso en una cestita el resto del año, trasladaros de un lugar a otro sin dificultad para crecer en una nueva tierra. Naceréis contentos y chispeantes, llevando la flor en vuestra memoria.



Las Dalias dijeron al maestro que estaban fuera de peligro, porque sus bulbos se habían apretado unos a otros, para que la corriente de agua no los arrastrara; bien guarecidos bajo la tierra, se habían multiplicado y estaban listos para florecer en cuanto el amo diera la orden.



Todas las plantas adoraban al Sol y creían que era muy bello. Cuando la Dalia expuso con vehemencia su admiración hacia el astro rey, el Rosal que tenía más cerca se burló y dijo.



-Dalia, tú estás enamorada del Sol, -entonces todos los rosales se pusieron a reír.



La Dalia se puso colorada y repuso.



-Qué cosas dices, él es mucho mayor que yo.



Habían hablado casi todas las plantas, pero el Roble que era muy observador, extendió una rama, para señalar a una tímida Margarita, que se tambaleaba enclenque con unas profundas ojeras preguntándole.



-¿Y tú, cómo te sientes Margarita?



- Yo solo tengo una pequeña raíz abrazada a la tierra, no quería marcharme del jardín arrastrada por el agua de la tormenta, por eso sigo aquí, aunque estoy algo triste, no por sentirme débil, que eso no importa. Peno por una amiga que sucumbió a la corriente sin poder hacer nada, a pesar que le di la rama, apreté fuerte y tiré de ella, la vi alejarse hasta perderse de vista. No he podido olvidarla, porque, aunque todos son mis vecinos, ella era mi preferida. Si supieras lo bonita que era: elegante, de largo tallo. Podía ser blanca como la nieve con un círculo en el centro amarillo, fino y discreto como si fuera un pequeño Sol. También podía ser de un color rosado, suave, con sus hojas tersas y aterciopeladas, pero todavía podía ser de un Lila rosado, alegre y atrevido. Éramos muy buenas amigas y, cuando se fue, me quedé muy sola.



El Roble la miraba y sonreía, movía sus ramas y volvía a sonreír.



La Margarita se puso seria y preguntó



-¿Te ríes de mi pena?, tú que has sido como un padre para todas nosotras.



LA TÍMIDA MARGARITA, NO PARECE ESTAR MUY CONTENTA CON LA RISA Y EL SILENCIO DEL ÁRBOL, A PESAR DE HABER SIDO TAN COMPRENSIVO CON LAS OTRAS PLANTAS. PRONTO PODREMOS VER, CUAL ES EL CONSEJO QUE TIENE GUARDADO EL ÁRBOL PARA SU VECINA LA MARGARITA.



LAS VACACIONES ESTÁN MUY BIEN, PERO ME ALEGRO DE ESTAR DE VUELTA, DE BAILAR DE NUEVO GRACIAS A LAS HONDAS.



UN ABRAZO.



María.

2 comentarios:

Mary dijo...

Seguro es un buen consejo que nos sorprendera a todos...¿sabeis?una de mis flores preferidas es la margarita blanca,me trasmite PAZ y alegria.

Maria me alegro mucho de tu regreso.

Sol,no la dejamos sola verdad????

Un beso!!!!

Anónimo dijo...

A mi este relato me hace ver lo que nos necesitamos unos a otros, aunque lagunas personas no se den cuenta de la importancia que tiene esa pequeña ayuda que todos podemos darnos entre si,
Me gusta un montón este relato. Son tantas las cosas que descubro en él, que pasaría horas debatiéndolo. Me gustaría poder abonar a la pobre margarita para que se ponga fuerte.
¿Podrá encontrar a su amiga la otra margarita?. A mi me gustan todas las margaritas, me parecen tan elegantes.
Mari: despues de este relato creo que no podemos dejar sola a María. Yo ya no sabría estar sin estos pequeños relatos que siempre me hacen pensar.
Besitos compis, tan grandes que ocupen toda la red.
Sol