LAS AVENTURAS DE LOLA

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Queridos amigos de este blog que tenemos para comunicarnos. Soy Lola. Imagino que estaréis pensando que os he abandonado. Pero no, nada más lejos de la realidad. Es solo que llevo un ritmo desenfrenado, que no me deja lugar para estas cosas agradables que son la comunicación entre amigos de las hondas. no lo creeréis pero soy capaz de sentir el calor que recibo de cada uno de vosotros. Hasta de aquellos que van mirando las entradas pero no se deciden a manifestar opiniones o críticas.

Lo cierto es que tengo cosas importantes que contaros. Pero empezaré desde el punto donde lo dejé en la última entrada.

Sin saber siquiera a donde íbamos, me dejé llevar por mi amiga Ernestina que es la responsable de este ir y venir, de este no parar ni un fin de semana siquiera. Que una cosa es que se cure de su desengaño, y otra muy distinta que andemos como una peonza de un lado para otro. A veces le digo.

Vamos a ver, ¿de donde vamos a sacar el dinero para tantos viajes?, ella entonces me mira, se ríe y dice. que Dios proveerá.

Llegamos aquel día a un club de esos nocturnos en los que yo nunca había puesto los pies. No se si lo sabéis pero mi amiga tiene carné de conducir, y hasta un coche al que su anterior propietario le tenía puesto el nombre de huevo. Es viejo y al parecer ya ha andado lo suyo. Pero Jorge, su anterior dueño la convenció que era una joya. ¡Vaya joya!, ¡como no sea de museo! El huevo acostumbra a dejarnos tiradas un día sí el otro también. Pero ella con el huevo, mas contenta que unas pascuas, como decía una amiga mía que se llama Laura y tiene más salero que nadie.

Recordaréis que nos quedamos, después de quedar con unos amigos. Mari, Olga y Salmorelli, Luis y su esposa, Rubén y también María, la que os decía que era un poco pesada y escribe en el blog.

Cuando llegamos al camino donde ya pudimos coger el coche, porque antes era un camino de cabras, que no sé a quien se le ocurriría el lugar para reunirse. Pero allí llegamos nosotras y gracias a eso tuve la oportunidad de tener el libro:

"LA MACULA PURURA", de Salmorelli, que por cierto es precioso.

Subimos al coche, no es que fuera una carretera perfecta, pero llegamos en buenas condiciones a pesar de los baches y socabones.

Llegamos al fin ante la puerta de entrada. Pero anterior había un porche esplendido y un magnífico jardín. Yo iba emocionada no lo voy a negar, aunque procuraba disimularlo. Porque reconocer mis sentimientos y deseos es una de esas cosas que me cuesta compartir.

Cruzamos la puerta principal y pronto nos encontramos envueltas en una tenue luz que dejaba la sala en una penumbra agradable y misteriosa. Mi corazón se estaba volviendo loco de impaciencia y martilleaba como si fuera una campana que repica esa llamada alegre, invitando a algún gran acontecimiento. Mis manos experimentaban un ligero temblor mientras avanzábamos entre la gente. Mis ojos nada veían, mis oídos no escuchaban, eran otros ojos los que buscaban la figura que poseía la química que es capaz de emborrachar, de alterar, incluso de perder el mundo de vista para caer rendida en la mullida nube que te nubla la razón, iluminando a la vez todas las cosas de colores imposibles. La voz llegó primero a mis oídos, esa voz que ya me acariciaba antes que la onda se abriera paso entre la multitud para ser mi regalo. Me volví y le miré a los ojos, rendida ante la llama que flameaba envolviéndome sin quemarme. Música de violines rasgaba el aire mientras sus brazos, sin pedir mi consentimiento me rodeaban. Me perdí en un planeta que aunque desconocido había sido antes intuido por mi imaginación. Me deje llevar entre los brazos de Morfeo, adivinando, más que escuchando propiamente la música, porque ese ritmo que nos estremecía era sólo nuestro. Danzamos durante mucho rato, después incluso que dejara de sonar la música y al fin me atreví a preguntar.

-Bueno, ¿que es de tu vida?

Me arrepentí al instante, ¿para que tenía que romper el hechizo con cosas terrenales?. Entonces me miró y fue como si un rayo cayese sobre nosotros, porque entonces me beso.

Estoy tan emocionada que no puedo continuar.

Pero si os diré que Ernestina estuvo bailando toda la noche con su ingeniero y al final de la fiesta nos dieron una noticia excelente.

Pero eso ya será la próxima entrada.

Besos para todos/as Lola.

COMO ACOSTUMBRA A HACER NUESTRA AMIGA, NOS DEJA CON LA MIEL CERCA DE LA BOCA. PERO AL PPARECER NADA PODEMOS HACER CON LOLA. ASÍ ES ELLA.

CUIDAROS DEL CALOR.

María.