martes, 12 de octubre de 2010

LÁGRINAS.....RELATO CORTO





florflores.com


RECORDEMOS QUE PATRICIA, DESPUÉS DE CONSEGUIR COMPRARSE UNA CASA EN LAS AFUERAS CON UN BONITO JARDÍN, UN TRISTE DÍA DE INVIERNO VINO UN TORMENTA QUE LO ARRASÓ TODO.




LAS PLANTAS LEVANTARON LA CABEZA CUANDO NOTARON LOS CÁLIDOS RAYOS DEl SOL DE LA PRIMAVERA Y SE PUSIERON EN MARCHA.


FUERON A PEDIRLE CONSEJO A SU VECINO, UN VIEJO ROBLE QUE VIVÍA EN EL JARDÍN DESDE HACÍA MUCHIIIISIMOS AÑOS. YA HABÍA ACONSEJADO A MUCHAS DE LAS PLANTAS Y AHORA LE TOCABA EL TURNO A LA MARGARITA, QUE LE PIDIÓ CONSEJO PARA ENCONTRAR A UNA AMIGA SUYA, MARGARITA TAMBIÉN PERO DE DIVERSOS COLORES.


Descansa, -le dijo el roble - y no seas tan impulsiva, cuando estés más fuerte verás las cosas de otra manera.


Ella se resignó al fin y decidió descansar un rato, después, cuando el Roble estuviese de mejor humor volvería a hablar con él.


Los rosales más fuertes por naturaleza miraban con aire de desdén. Ellos, por ser más resistentes, creían ser más importantes. Sonreían entre ellos y hacían un poco de burla de la pobre Margarita, porque la estimaban ingenua.


Patricia no se había recuperado y continuaba desanimada. Cada día que pasaba tenía menos energías. No había arreglado la casa; pensaba, que si se había derribado una vez, pudiera ser que una nueva tormenta acechara para dañarla de nuevo.


Miraba su jardín antes tan amado y, a pesar del esfuerzo que realizaban todos y cada uno de los seres vivos por crecer y ayudarle, (depositando en ella todas sus esperanzas), no podía verlos. Los había desamparado a la vez que se abandonaba ella.


En el trabajo, la situación tampoco mejoraba. Si antes no la valoraban lo suficiente, ahora que actuaba como una autómata y sin ilusiones la trataban peor si cabe. Pasaba de largo junto al jardín sin mirar a aquellas plantas, cuyos corazones latían de esperanza al verla . Levantaban la cabeza, tímidas e ilusionadas esperando al menos una mirada. Ya que desde la tormenta no las había regado ni una sola vez. Pero todas las plantas estaban llenas de afecto y no olvidaban con el cariño que las sembró y cuido cuando ella estaba alegre. Ellas deseaban ayudarla, verla de nuevo sonreír, pero no podían seguirla y a veces se impregnaban de su tristeza. De no haber sido por el Roble que era muy sabio y les había aconsejado acertadamente, no imaginaban que habría sido de todas ellas. Él les enseñó a buscar humedad bajo la tierra y minerales para fortalecerse.


-Porque la tierra lo contiene todo -les decía.


La Margarita, después de la conversación con el Roble experimentó un gran cansancio. Realmente estaba muy debil como había dicho el maestro. Se replegó con sus ramitas hacia un lado y se quedó profundamente dormida. También sus raíces descansaron y guardaron silencio.


Pasó tiempo, aunque difícil mente podríamos calcularlo, porque la medida de los periodos es relativa y no transcurre para todos igual.


Una mañana la Margarita abrió los ojos: se desperezó, bostezó y alargó un poco sus ramitas que aún se mantenían escuálidas. Todavía estaba un poco adormecida.


Lo primero que hizo fue mirar al Roble y después de darle muchas vueltas se dirigió a él.


DEJEMOS QUE LA POBRE MARGARITA SE RECUPERE UN POCO MÁS. YA NOS SEGUIRÁ CONTANDO DESPUÉS.


María.


EL RINCÓN DEL LIBRO

3 comentarios:

Mary dijo...

Vale¡! yo dejo que la margarita se recupere, pero que pasa con Patricia, por favor Patricia te tienes que reponer en la vida hay muchas piedras en el camino pero siempre se le pueden dar patadas con ganas y sin rompernos el pie se apartan por que puede más la fuerza del corazón que el gesto de la patada....ANIMO PATRICIA TUS FLORES TE NECESITAN...¿SABEIS? MI FLOR PREFERIDA ES LA MARGARITA BLANCA.

UN BESO MARIA.

Sol dijo...

Ufff, como me gusta este relato. Me acuerdo perfectamente de las otras entradas de lágrimas, aunque las he revisado ahora para enlazar mejor la historia. Son muchas las cosas que nos cuenta el roble, la margarita y los rosales.
Seguro que consiguen ayudar a Patricia.
Abrazos para todos.
Sol

Luis dijo...

La margarita representa la lucha de las personas nobles y sencillas. Esas que saben guardar el afecto de sus amigos.
Luis