jueves, 2 de diciembre de 2010

EL CAMPO NO TIENE PUERTAS


algomasquecuentos

¿Pero quieres decirme de una vez, que es normal y debo tomarme como si fuera un café con leche?
RECORDEMOS A PATRICIA QUE HACE DÍAS QUE NO NOS CUENTA NADA: ES UNA CHICA QUE EN UN VIAJE A SENEGAL ENCONTRÓ EL AMOR DE SU VIDA. DESDE ESE MOMENTO VIVIÓ PARA ESE AMOR, LA FELICIDAD QUE ANDABA BUSCANDO PARECÍA ESTAR EN SUS MANOS.

PERO UNAS NUBES DE ESAS QUE ANUNCIAN TORMENTA SE ESTABLECIERON EN SU CIELO. CON SU AMIGA GLORIA HABÍA REALIZADO EL VIAJE EN EL QUE DESCUBRIÓ QUE LOS COLORES TENÍAN UN BRILLO ESPECIAL. AHORA ES SU AMIGA LA QUE INTENTA HACERLE ENTENDER, QUE LAS COSTUMBRES SON TAN DIFERENTES DE UNOS PAÍSES A OTROS QUE LOS VALORES NO SON LOS MISMOS. PATRICIA, CONVERTIDA EN UN MAR DE DUDAS, MIEDO Y ANSIEDAD ACUDE A SU ABUELA, UNA FIGURA QUE REPRESENTA PARA ELLA LA SERENIDAD, LA PAZ Y LA COHERENCIA, SABE, QUE NADIE LA COMPRENDERÁ COMO ELLA.

-Abuela, Admal se está viendo con otras mujeres en Barcelona, turistas como nosotras que se quedaron prendadas por sus huesos, por su sonrisa blanca.
-Exactamente igual que tú que te dejó tonta desde el primer momento, - dijo Gloria.

De pronto me caí de la nube que me había inventado y aterricé en el suelo. Traté de razonar, de entender, aunque en ese momento me parecía una misión imposible. Respiré hondo. La primera reacción fue negarlo. -No es verdad, es una broma que te estás inventando, eso no puede ser cierto. Gloria guardó silencio durante unos minutos muy tensos, pero esa espera fue peor incluso que sus palabras, era una confirmación terrible. Sus palabras habían dibujado un paisaje de tierras rojizas. Un paisaje del que yo me enamoré, pero en él estaba la choza del padre de Admal. Cerca estaban las chozas de sus cuatro mujeres que se ocupaban de sus diferentes hijos. ¡Pero que ciego es el amor! ¿verdad abuela?


Mi abuela permanace silenciosa, es toda oídos, comprensión y ternura. Sólo mueve levemente la cabeza en un gesto de afirmación.


-Aquella noche lloré en silencio hasta mojar la almohada. Él dormía a mi lado como un niño feliz y tranquilo. No dije ni palabra, pero una congoja se instaló en mis pensamientos. Él sigue como siempre, alegre y despreocupado. Como si no ocurriera algo tan grave como para romper mi cabeza en pedazos. Yo ahora sospecho de todo y de nada. Cada vez que sale me quedo con un nudo en la garganta y en el corazón que acelera mis latidos.

Ahora guardo silencio, todas mis palabras se han gastado. No tengo fuerzas para continuar. Tengo la cabeza sobre su regazo, su protección me envuelve inundando ese cuerpo maltrecho por la inserteza, por el miedo.

Mi abuela levanta mi cabeza para que la mire a los ojos mientras me habla.

-Tu abuelo era un buen hombre, vivíamos bien como cualquier otra pareja. Yo estaba dedicada completamente a una casa de familia numerosa; no tenía tiempo para nada más. Ni fiestas, ni diversiones, pero vivíamos bien. Lo más importante era mi familia. Un día una amiga vio a tu abuelo con una mujer por la calle. Cuando le pregunté, él lo negó todo, entonces le eché de casa.


Puedes imaginar lo que supone sacar una casa adelante sola y con los niños pequeños. Pero lo estaba consiguiendo. Un día volvió y de rodillas me pidió perdón.

-¿Le perdonaste abuela?

-Le perdoné. Ahora tienes que aprender una cosa hija. Si decides perdonarle tiene que ser de verdad, sino la vida sería muy dura. Y también debes tener presente, que sólo tú, sin tener en cuenta la opinión de nadie has de decidir lo que debes hacer.

Yo sólo te diré una cosa hija: al campo no se le pueden poner puertas.

FIN
María
DESDE AQUÍ, ENVIAMOS TODO EL CARIÑO DEL MUNDO A UN CORAZÓN DE ORO QUE SE LLAMA MARY. MIL BESITOS.

4 comentarios:

Mary dijo...

Corazón de oro el vuestro, compañeros, con vuestras palabras me haveis hecho llorar y esque estos dias por motivos de salud una anda mas sensible de lo normal y cuando veo que mis amigos blogueros me han extrañado como yo a ellos eso no tiene precio,pá que luego digan que internet es malo,anda yaaaaaaa¡!gracias a internet y a los relatos de la Maestra tengo yo compañeros de oro...GRACIAS POR VUESTRAS PALABRAS,AMIGOS,ASÍ ME RECUPERO YO EN UN TRIS.

Maria,al campo no se le pueden poner puertas,pero tampoco esta repleto de cardos,¿verdad Patricia?.

Un beso para todos.

Luis dijo...

Bienvenida Mari. Cuidate mucho. Nuestro afecto más sincero.

La historia de Patricia, parece tan real como la vida misma. Aunque pone FIN, a mí no me importaría leer una segunda parte.
La verdad es que María nos engancha con todas sus historitas.
Saludos, y un beso fuerte para Mary.
Luis

Olga dijo...

¡AHORA MIS PALABRAS SE HAN GASTADO!

Es cierto,ante la incertidumbre las palabras se agolpan en la garganta y no encuentran salida.

Seguro que Patricia encuentra una solución para sus dudas, si escucha a su corazón.

Mary me alegro de tu vuelta,tus comentarios llenan el blog de entusiasmo.
Deseo que te recuperes pronto.

Saludos a todos/as.
Olga.

Sol dijo...

Espero con ilusión estos relatos tan entrañables.
Besos para todos, El más fuerte para Mary, para que se ponga buena pronto.
Sol