domingo, 20 de febrero de 2011

OTRA VEZ ESTOY POR AQUÍ...5

tarotistas.com


Hace días que no os cuento nada. Es que he estado un poco liado. A lo mejor os entra la risa y decís: ¡Buenoooooooo!, no sé cuantas cosas tendrá que hacer Alan, si se lo dan todo hecho.

Os equivocais. El trabajo de los peques es infinito, ¡vaya si trabajamos! Ni podéis imaginar lo atentos que debemos estar para conseguir, aunque sólo sean nuestras necesidades básicas. ¿Que son pocas?. Pues si, lo son, pero muy importantes. Yo, aunque ya se un montón de cosas, todavía no puedo decirle a mamá cuando tengo hambre. Lo intento no creáis, pero es bastante difícil. Le pongo cara de pena, protesto de la única manera que se, pero a veces ella no se entera. No vayáis a creer que no me hace caso. En realidad está todo el día y la noche pendiente de mí. De verdad que es una mami guai, y papá igual. Con ella estamos todo el día juntitos con la lechita de sesión continua, que mira que está rica. Ella a veces no se puede creer que tenga hambre, pero la tengo. Será por ser pequeño y todo eso. Tengo mucha, muchísima hambre. Por eso y sólo por eso estoy toda la noche pegadito a mamá, ¡venga comer!, pero enseguida tengo otra vez gana. Eso de alimentarse como Dios manda parece complicado.

Llevo una semana sin ver a unos titos que me miman mucho. Me cogen, me dan besitos y me miran fijamente como si me quisieran. Cómo no los voy a querer yo con los ojitos que me hacen. Mi tita se llama Alicia y el tito Rafa. Luego otra chica muy guapa que se llama Cristina creo que también es mi tita, si no, no me cogería y me haría mimitos. Como no los veo mucho tengo gana que llegue el fin de semana.

Esta semana ha ocurrido algo que no entiendo. A mi yaya que me mima siempre y hace todo lo que a mi me gusta como mamá, no la he visto en dos días. Hay hayyy........, ¿que pasará?, habré hecho algo mal y se habrá enfadado conmigo. Pero yo no quiero. De todas maneras escuché a mis papis decir una cosa que me dejó pensativo. Dijeron que había pasado algo triste y por eso no estaba la yaya. No sé yo que es una cosa triste. También decían: con lo bueno que es y con lo que nosotros le queremos. Pero no pille nada más y eso que tenía las orejas bien abiertas.

Cuando volvió la yaya me puse muy contento, ¡Bingo!!!!, seguro que me mima otra vez.

Esta tarde hemos ido a un sitio, que todavía no se si las chicas me caen bien o regular, porque me hacen llorar, y mira que soy un hombre y me porto como Dios manda. Me quitan la ropa sin pedirme permiso. Cuando lo hacen, voy pensando: ya verás si hago una travesura como el día que vinieron las chicas. Lo estuve pensando bien en serio, para que sepan que no pueden hacer lo que les de la gana, sobre todo sin pedir permiso. En este punto puse las orejas bien abiertas haber que decían. La que me quería desnudar sin permiso, empezó a decir algo que me sonó a comida. Desde ese preciso momento, creo que dejó de caerme demasiado mal. ¿A que le va decir esta entrometida a mamá que tengo hambre?, ¿pero cómo sabe ella eso?, si apenas nos conocemos y yo no he dicho no pío. La verdad, los mayores son bien raros.

Mamá estaba contenta y cuando llegamos a casa, estuve merendando toda la tarde.

Ahhhhhh, he descubierto una cosa que me ha gustado mucho. Al llegar a casa papá también se puso muy contento. Yo estaba pegadito a mamá como siempre y cuando ya creía que se había terminado la merienda, (aunque lo cierto es que me quedaba un rinconcito vacio), pues entonces va papi y también me da lechita. Me quedé flipando, era la primera vez que papá y yo estabamos juntitos comiendo, aunque no tan juntitos como con mamá y parecía que me faltaba algo, pero acabé de llenar mi barriguita: Ufff...., que agustito me he quedado, tanto, que tengo un sueñecito, que creo que me estoy durmiendo.

Bona nit
Alan.
María

2 comentarios:

Mary dijo...

Alan,me encanta que nos cuentes cositas,que bien que tu papá tambien comparta contigo la hora de la comidita,así los dos disfrutan de ti por igual,Alan,no nos has contado nada de la hora del baño, ¿no sera que no te gusta mucho?....Espero que tu abuelita que tanto te quiere este bien.

Un besazo.

Luis dijo...

Alan, veo que estás descubriendo muchas cosas. Seguro que te afanas sobre todo por comer y crecer. Eso es lo que yo creo despues de leer todo lo que nos cuentas. Sigue así y pásatelo bien.
Abrazos para todos.
Luis