viernes, 21 de octubre de 2011

CUENTOS DE ALAN.....MIS VACACIONES EN EL EXTRANJERO

Un chico viajero

Madre mía la de cosas que he estado haciendo estos días. Os había ido contando lo divertidas que eran mis vacaciones en la playa, que si todo eran fiestas, que si lo pasaba la mar de bien.....Pues creo que las vacaciones de verdad es lo que hemos hecho papá, mamá y yo estos días pasados. Ha sido tan emocionante que no sé por donde empezar.
He visto caballos, gallinas, ovejitas, cerdos y patos. Eran muchos y daban ganas de jugar con ellos.
Empezaré desde el primer día. Un día cogimos el coche y nos fuimos mis papis y yo a un sitio donde había mucha agua y muchos barcos. Yo ya sabía cómo eran los barcos desde el día que conocí a unos titos. Si os acordáis, aquellos que me dieron a comer helado y lo pasé la mar de bien. Este día, cuando llegamos al barco, subieron nuestro coche y a nosotros también.
Nos metimos en una habitación, que aunque era un poco rara, tenía camas y todo. Lo que hicimos fue acostarnos y dormir mucho rato. Mis papás decían que habíamos hecho una cura de sueño. Aunque no sabía bien lo que era, pensé que eso sería dormir bastante. Cuando fue de día y mis papis me enseñaron donde estábamos, me di cuenta que no íbamos por una carretera sino por el mar. Madre mía cuánta agua había allí, es que no se veía otra cosa. Pero me di cuenta que nadie se bañaba como hacíamos en la playa.
Así pasamos mucho tiempo hasta que llegamos a un lugar donde nos dieron nuestro coche, y entonces sí que íbamos por la carretera hasta que llegamos a un pueblo. No imagináis lo atento que estaba para recordar los nombres y poder contaros luego las cosas que veía. El primer pueblo creo que se llamaba algo parecido a Piran.
En ese sitio nos pasó una aventura: se nos rompió el coche. Pero los papás no estaban preocupados, papi decía, que de no romperse el coche, eso no serían ni vacaciones ni nada, por lo que pensé que eso es algo normal que debe pasar cuando se va de viaje. Antes de marcharnos de ese pueblo es cuando estuvimos viendo los animales que os decía. Las ovejitas eran blancas y parecían muy suaves y tenían los pelos rizados.
Las gallinas hacían quiquiriquí. A lo mejor son las mismas gallinas que me cuentan a mí en los cuentos, sólo que aquí son de verdad y no de cuento.
Los patos eran preciosos: algunos eran blancos y otros tenían unos colores diferentes que brillaban mucho. Patos yo ya había visto en el sitio de la playa, cuando salíamos a pasear y llegábamos a un lago precioso, donde también había una fuente con unos chorros de agua que salían hacia arriba y llegaban muy altos, luego caían otra vez al lago.
Los que estaban un poco sucios eran los cerdos. A lo mejor es que sus mamás no les bañan como a mí.
Los caballos eran preciosos, grandes, con una cabeza enorme. Movían la cola tanto que hasta hacían aire y todo. Fijaos si serían grandes, que eran más grandes que mis papis.
Cuando papá pudo arreglar el coche, nos fuimos a otro sitio que también era bonito. Que vaya nombre tan raro que tiene, es algo parecido a Ljublijana.
En ese pueblo más grande, algunos días nos íbamos a comer a un sitio que era sólo el campo, pero había unas mesas y bancos para sentarse en medio de unos árboles de esos que mueven las hojas, y allí comíamos tan ricamente. Luego mirábamos una cascada de agua, eso decían mis papis que se llamaba cuando caía el agua desde muy arriba, como si fuera una montaña y toda esa agua se derramara para caer saltando y salpicando.
Me enseñaron los papás lo que era el río, porque el mar ya lo había visto. También me dijeron lo que era un lago. La verdad es que las tres cosas son parecidas, porque en todas hay agua. Estuvimos viviendo en casas diferentes, y a mí me parecían todas bonitas. Encontramos a turistas. Yo al principio no sabía qué quería decir esa palabra, pero después averigüé que eran personas que iban de visita. Más tarde supe que también nosotros éramos turistas. Eso me hizo mucha gracia, porque yo creía que sólo éramos: papá, mamá y yo, pero he descubierto que podemos llamarnos muchos más nombres.
Después de ver un montón de cosas bonitas nos fuimos a otro pueblo: creo que este se llama Bled. Otra vez íbamos cada día a ver sitos tan bonitos, que no podía dejar de mirar. También he aprendido que eso se llama paisaje. Pero mis papis me han enseñado muchas cosas estando todos los días juntos los tres.
Ya seguiré contando otro día, ahora tengo sueñito.
Bona nit.
Alan

3 comentarios:

Mary dijo...

pero xiquillo ¿donde has estado tuuuuuuuuuuuuuuuuu? ese nombre me suena lejisimos, pero por lo que cuentas tiene que ser precioso, y tu papi tiene razón, si no se rompe el coche no hay emoción, la aventura es la aventura.

Espero mas cosas de este emocionante viaje.

besitossssss¡!

Sol dijo...

NO SÉ CÓMO LO HACES PARA ESTAR CADA DÍA MAS GUAPO ALAN. NI ME PODÍA CREER QUE PUDIERAS ESTAR EN EL EXTRANJERO TAN PEQUEÑO. CÓMO ME GUSTARÍA HACER ESAS COSAS QUE TU HACES. UN BESITO MUY FUERTE.
ABRAZOS PARA TODOS
SOL

Luis dijo...

No dejes de hablarnos de todas tus aventuras, las esperamos impacientes. Un beso Alan.
Luis