jueves, 16 de agosto de 2012

CARTAS DE LOLA

es123 f.com
Querida Ernestina:
Hace días que no te escribo, tal vez porque no tengo buenas noticias que darte. En este país hemos llegado a un momento difícil. Algunas familias están viviendo una situación tan crítica, que se extiende como un reguero de pólvora hacia el resto de la sociedad. Los que no viven de forma tan precaria, el miedo a llegar a terminar igual no les permite vivir con un poco de tranquilidad. Es una epidemia que se propaga por doquier, produciendo gran inquietud.
Son muchos ya los que se han dedicado a averiguar las causas que nos han llevado a esta situación. Se conocen con detalle las cifras del derroche que se ha venido cometiendo. Hay un grupo de privilegiados, entre ellos la clase política, que en este momento de dificultades, no contemplan reducir sus beneficios. Sueldos duplicados, dietas, coches oficiales, pensiones vitalicias y un suma y sigue. No es de extrañar los patrimonios personales que poseen. Y como en España parece ser que tenemos el arsenal de políticos más cuantioso de toda Europa, pues  de esa manera, en momentos de bacas flacas ya no da el dinero para más. ¿Qué idea se les ocurre entonces? ¿bajarse los sueldos? No, ¡bajar los de los funcionarios, aunque ganen una miseria!, pero ellos siguen con sus patrimonios bien guardados y sus sueldo intacto. Cada día aumenta más la desigualdad, se extiende la miseria.
Aquí lo que no sabemos es aprender nada que no nos interese. Por ejemplo, el presidente francés, vecino cercano, ha vendido todos los coches oficiales y a puesto el dinero a disposición de crear puestos de trabajo, lo ha dedicado a investigación, donde los jóvenes van a encontrar además de un empleo la ilusión de hacer aquello para lo que se han preparado. Al parecer, les ha dicho a los cargos electos que se beneficiaban de dichos privilegios. "Si alguien que gana un sueldo de esa magnitud, no puede comprarse un coche, es que es un ambicioso y un imbécil", eso les ha dicho más o menos. Que bueno sería que todos aprendiéramos de las cosas positivas. 
Aquí los jóvenes en su mayoría ven cómo vuela su futuro como pompas de jabón que se deshacen en el aire. Muchos, los más preparados se van al extranjero a trabajar. Nuestros jóvenes que han recibido una buena formación, tienen que ir a ofrecer su rendimiento a países que no los han preparado. Les llegan formados sin que ellos se hayan gastado un céntimo y España los pierde, sin recuperar el desembolso que ha dedicado a su educación.
Esta es la triste realidad. No sé yo que solución hay que dar para crear empleo que sería en mi pobre opinión la solución, pero no parece que vayamos por buen camino.
Los políticos se acusan unos a otros, pero todos se tapan los ojos y los oídos para no escuchar el clamor que les pide que den ejemplo, que se ocupen del país y no de sus intereses particulares ni electoralistas.
Los especuladores y ambiciosos están al acecho, entre unos y otros han fabricado esta situación que nos lleva a la pérdida de derechos, esos que habíamos conseguido a fuerza de luchas y a veces de sacrificios. La injusticia y la desigualdad ya duele en el ánimo de unas personas que han aprendido a ser libres. Qué cantidades injustas llenan los bolsillos de unos pocos, pero que son demasiados, que blindan sus jubilaciones desde el poder, mientras que muchísimas familias están en el umbral de la pobreza o metidos de lleno en ella. Entre tanto, unos directivos de una caja de ahorros falsean las cuentas de la entidad para llevarse de indemnización, nada más y nada menos que quince millones de €. ¿Qué ocurrirá?, ¿se les permitirá conservar el dinero conseguido de forma fraudulenta?, mientras que a miles de familias les dejan en la calle tirados sin un techo.
Pues este es nuestro país Ernestina. Si nadie hace nada por recuperar los millones que han malversado, robado o trasladado para no pagar sus impuestos, aquí no hay nada que hacer, sino seguir sufriendo siempre los mismos. Son tantos los desmanes, el derroche de gastar lo que no había que nos han dejado a dos velas.
Yo de momento tengo trabajo aunque mi sueldo es de miseria, cuando pago los recibos se me queda la cuenta temblando. Sin embargo, parece ser que tengo que estar contenta. Pero si por desgracia me quedo sin trabajo, me quedaré en la calle y el banco será propietario de un piso más.
Cambiando de tema: el otro día vi a Faustino con tu amiga. Ella está como una foca y él da pena de verlo. Parece que está en el paro. Aunque eso no es una novedad.
Besitos.
Lola 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lola siempre dice verdades como una casa.
Espero que pronto pueda decirnos cosas diferentes.

Sol dijo...

Querida Lola, te noto algo pesimista. Tengo gana que nos hagas reir un poco.
Abrazos para todos.

asunaguilera@gmail.com dijo...

La carta de Lola, aunque suene pesimista, es la cruda y dura realidad que se está viviendo. A muchas familias les está aplastando. Mucha gente no sabe cuando va a "salir de nuevo el sol" Cromprendo y comparto la inignación de Lola. Es una auténtica berguenza los políticos y los banqueros que hay en este pais.