domingo, 25 de noviembre de 2012

UN SUEÑO

 
 lacomunidad.elpaís.com                                                 
 
 
 
 republica.com
Me llamo Florinda: a mí lo que me gusta es escuchar a los pájaros por la mañana temprano. En cuanto tengo tiempo, me voy al campo a ver ese cuadro multicolor de verdes y rojos, de amarillos y blancos, de azules y lilas. Las flores silvestres nos enseñan con su sencillez cual es el camino a seguir. Ellas crecen libres, resisten los vientos, las tormentas, agradecen la lluvia y se multiplican sin esfuerzo. Nadie las trasplanta. Cuando las cosas conllevan una armonía dentro de la lógica, del equilibrio y la sencillez todo funciona bien.
También me gustan las personas, escuchar sus voces y mirarlas a los ojos.
Vivo en un país no demasiado grande, ni tampoco muy pequeño. Durante años, los ciudadanos alcanzaron una vida cómoda. Por fin habían conseguido mejoras. Las familias se compraban un coche para desplazarse cómodamente; sus hijos estudiaban mientras ellos pagaban la vivienda. Pero llegó un día que se empezó a hablar de crisis, crisis, crisis..., era la palabra preferida. Es cierto que este fenómeno se extiende, no sólo en nuestro país, ni siquiera en nuestro continente, ya que llega del otro lado del océano. Pero me ceñiré en hablaros de este en el que vivo.
La raíz de la crisis. pienso que llega de la ambición, protagonista presente de todos los males junto con la corrupción. Se empieza por llevarse los egoístas el dinero a paraísos fiscales. Ya no está el dinero circulando ni creando riqueza ni puestos de trabajo, además de evadirse de pagar a hacienda. Los empresarios, además se llevan sus empresas a otros países con mano de obra más barata y acumular más beneficios que no repercuten en nuestro país. Otros roban el dinero de la forma más indecente y escandalosa, sin que al parecer reciban el debido castigo. Ya que parece que hay una justicia para ricos y otra para pobres. Los gobiernos gastan más de lo que tienen, además derrochan el dinero de los bancos para conseguir el sillón. Los ayuntamientos, gastan el dinero que no tienen y arruinan a las cajas de ahorros. Las cajas de ahorros hacen una pésima gestión, guiados por la ambición. Algunos se llevan unas indemnizaciones que llevan a la quiebra a la entidad. El resultado, dicho de manera sencilla, miles de familias que se quedan sin nada, sin casa, porque el banco les echa a la calle. Se quedan con su vivienda, con el dinero que han pagado y además tienen que seguir pagando. Ellos no son los responsables  de esta crisis, pero han perdido lo que les costó toda una vida conseguir. Esto puede parecer una radiografía muy simple, pero de mentira no tiene nada. Las personas se deprimen de escuchar siempre lo mismo, tienen miedo de lo que pueda ocurrirles. Hay personas que ante la presión de un desahucio y de tanta injusticia se suicidan.
Debe ser por eso, que cuando duermo sueño siempre una historia repetida y muy reconfortante. Me toca una gran cantidad de dinero y quiero hacer algo que repercuta en los demás. ¿Qué puedo hacer para mejorar la economía?, me pregunto llena de impaciencia. Me pondo a pensar en la mejor manera de invertir la suerte que a caído en mis manos. Yo quiero que sirva para poner en marcha algo importante. Entro en contacto con diferentes personas afines, para valorar qué podemos hacer para mejorar esta burbuja de depresión que nos asola. Puedo comprobar que la ilusión que poseo es compartida por muchos. Nos ponemos en movimiento y gracias a las redes sociales conseguimos una gran cantidad de colaboradores. Enseguida nos llaman cajas de ahorros que quieren ayudarnos haciendo un trabajo honesto, pensando en tiempos de crisis. Esto marca la diferencia y en poco tiempo podemos dar respuesta a familias que antes no tenían ninguna esperanza.
El siguiente paso es fundar un banco de tiempo, cada uno dedicará el tiempo que le sobre a los demás, recibiendo lo que necesite y los otros puedan ofrecer. Cuando hay una necesidad imperiosa, nos ponemos todos en marcha para resolverla. Cadenas de alimentación quieren ayudar. Ya somos muchos los que estamos en la onda de esta ilusión que nos hace vibrar. Es una esperanza que compartimos las personas que pensamos en las personas. Cada día se incrementa el número de voluntarios que quieren ayudar. Todos, dentro de un círculo mágico seguimos adelante con una fuerza imparable y una energía descomunal. Hay muchas empresas que están atentas para ayudar en lo posible a resolver problemas. En este círculo a nadie se deja tirado en la cuneta. Las cosas conseguidas son muchas y seguimos adelante, unidos y dispuestos siempre a defender a aquellos que lo necesiten. Nadie se queda sin respuesta. Tenemos en el círculo abogados, jueces que nos asesoran para estar dentro de la legalidad.
Aquí todos nos apretamos el cinturón para que a los demás no les falte lo necesario.
No sé si los responsables tomarán nota de la manera que hay que hacer las cosas. Las cabezas más inteligentes son las que diseñan los planes y entre todos los llevamos a cabo. Hay tanta ilusión que se ilumina todo cada vez que nos reunimos.
Me despierto con mucha alegría, pero sigo soñando, porque creo que este sueño podría ser una realidad.
 
Por favor, en los comentarios, contarnos vuestro sueño.
 
María  

2 comentarios:

Maria Naranjo dijo...

Yo tengo el mismo sueño que Florinda.
¿Y vosotros?, no nos trasmitiréis vuestra ilusión para el círculo mágico.
Por favor, quiero vuestro granito de arena. Pongamos a trabajar nuestra cabeza.
Un beso fuerte

Anónimo dijo...

Mi sueño es acabar con la pobreza, con la corrupción y con la poca verguenza de algunos padres de la patria. Ellos lo que en realidad pretenden, es acabar con el estado público y el bienestar, pero ellos tener todo la fortuna posible.
Mi sueño es acabar con todo eso.
Pero siempre sueño despierto.