lunes, 12 de mayo de 2014

CUENTOS DE ALAN, IRENE Y LUCAS...

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Ya hemos venido de Madrid. Lo he pasado muy bien, pero tenía ganas de venir para ver a mi primo Lucas, porque a Irene la veo siempre porque viene a todos lados. Yo la quiero, le doy muchos besitos y abrazos. Pero no quiero que coja todos mis juguetes, que no, y que no. Lo que pasa, es que ella ya gatea, como si fuera un gatito y se va sola a todas partes, eso para cogerme mis cosas. Pero es que es muy pequeña y se tiene que aguantar con las cosas que yo le de.

Mami ha empezado a trabajar como antes y se va por la mañana temprano. Papá nos lleva con los yayos y se va también a trabajar. Irene se toma la papilla y yo un baso de leche con cola cao como los niños grandes. 
Ha sido el cumpleaños de mamá y lo vamos a celebrar tres veces. Un día comimos con los titos Alicia, Alex y los titos Rafa y Cristina,y Lucas, claro . Al otro día fuimos al huerto a comer y lo pasamos muy bien, estuvimos paseando por el río y cogiendo flores para hacerle un ramo a mami y le gustó mucho. Por la noche no pudimos soplar las velas porque teníamos tanto sueño Irene y yo, que nos dormimos en cuánto llegamos a casa. Mis papis guardaron el pastel y soplamos las velas al otro día.
Cuando llegó el fin de semana, nos fuimos a celebrarlo otra vez y llegamos a la casa de la playa. Allí vinieron todos los amigos de los papis y también mis amigos. Comimos en la playa, donde hay arena y todo, pero fue súper divertido, ya que además jugamos a fútbol. También allí teníamos una tarta de chocolate y soplamos las velas y cantamos  todos cumpleaños feliz. Por la noche nos quedamos a dormir y eso es muy fantástico.
El otro día estábamos viendo dibujos en la tele en ingles. La yaya me dijo que no lo entendía. Entonces le dije que tenía que aprender ingles, pero ella dice que no tiene tiempo. Entonces le dije: -Yaya, tu hablas el mismo idioma que yo, el castellano, de Castellar, y entonces se puso a reír, y me empezó a decir todo el royo de los idiomas y todo eso.
Mañana ya empezamos otra vez a madrugar, que yo paso mucho sueño y a veces me estiro en el sofá y me quedo frito.
Ahora me voy ya a dormir, a ver si mañana no tengo tanto sueño.

Alan


Alan dice que soy pequeña y por eso no me deja sus juguetes. Pero yo puedo jugar aunque sea más pequeña que él. También puedo ir de un lado a otro aunque sea andando a gatas. ¡Que mira que me gusta! Y jugar a sus trenes también. El otro día fui corriendo a donde están las vías y le cogí uno. Entonces se enfadó un poco y tiró todos los trenes al suelo. La yaya dijo que eso no estaba bien.
También me gusta mucho ir al parque. Cerca de casa hay uno muy grande y bajamos con papá y mamá. Desde que mami trabaja, nos vamos temprano con los yayos. Yo después de comerme la papilla duermo una siestecita, luego después de despertarme nos vamos al parque de los yayos. A mí me gusta mucho tirarme por el tobogán, me da mucha risa cuando llego abajo. También me gusta pasearme en el columpio. Si me dejan, me quedo sentada en el suelo y empiezo a andar a gatas para ir con los otros niños. Alan como es más grande, enseguida se va con amigos y empiezan a correr o a jugar a pelota. No sé porque no me dejan a mí, con lo que me gusta. Pero sabéis lo que más, que más me gusta, es cuando llega mamá a buscarnos. Me da una alegría de aquellas grandes que hasta grito.

Yo soy Irene


Vaya lío que tengo. Ya han pasado unos días desde que estoy aquí y que estoy en casa con los papis. Noto que mami está preocupada, pero no sé porque, también está papá, aunque él disimulaba un poco más. Creo que es porque peso poco, pero eso no creo que importe, ni siquiera sé lo que es estar gordito.
Me pasa una cosa: después de tanto tiempo en la barriguita de mamá, sentadito y muy cómodo, me había acostumbrado a estar de una forma, también a dormir mucho rato, vaya, siempre que quería. Entonces de pronto, me cogen, me llevan a un sitio grande, que parece que me pierdo. Yo quiero estar apretadito con mamá. Al principio me lavaban y a veces me asustaba un poco y lloraba, pero es que no entendía algunas cosas. A pesar que mami, con su voz que yo conozco muy bien, me cuenta todo despacito. Pero parece que tenía que comer, y yo quería, pero no sé que pasaba, porque tenía un poco de hambre aunque comiera.
Lo que pasa, es que no paramos de ir de un sitio a otro, no estamos ningún día tranquilos los tres en casita. Luego cuando estoy bien dormido me despiertan para comer, no me dejan dormir tranquilo, con el sueño que tengo a veces.
Supongo que tengo que acostumbrarme a estar aquí y a comer aunque tenga sueño.
Otra cosa que me pasa es, que me asustan los ruidos. Como decía antes, me tengo que acostumbrar. Lo que me gusta mucho es que me cojan en brazos y me digan cositas, pero con la voz bajita
Ahora me voy a dormir.

Lucas 

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