jueves, 23 de octubre de 2014

CUENTOS DE ALAN, IRENE Y LUCAS

están para comérselos

Ya ha pasado el verano, aunque hace calor y voy casi todos los días de manga corta al cole. No sé si ya os dije que me gusta mucho mi cole: tenemos tres patios para salir al recreo y columpios para subirnos. Ya me sé muchos nombres de mis compañeros: uno se llama Alex y es amigo mío. Por la mañana me voy pronto cuando papá me lleva y se va a trabajar y eso es temprano. Entro en una clase con otros niños, pero pocos y desayunamos: yo me tomo la leche con cereales, pasamos un rato y luego vamos a clase de verdad y allí estamos más niños y niñas. Luego, más tarde me como un bocadillo. Ya he aprendido muchas canciones. Cuando llego a casa las canto para que papá y mamá sepan todo lo que aprendo. Al principio no nos enseñaban ingles, pero ahora un poquito. Mi hermana, cuando nos vamos después de comer un ratito más al cole con el yayo, pues ella se queda llorando porque quiere venir, pero ella no puede, porque no tiene tres años y tiene que esperar que pase tiempo. Por la tarde me recoge mamá.
Este domingo hemos ido a casa de la tita Alicia a celebrar el cumpleaños del primo Lucas, pero él no tiene un año, sólo meses, pero la tita Alicia decía que teníamos que celebrar medio año, porque eso es muy importante.
La tita Alicia y el tito Alex, han hecho un parque muy cerca de casa: es precioso y tiene muchas cosas para jugar: tiene un tren con las vías y todo, también cosas para cocinar, y un juego con muchas letras y tomates, que mi hermana se lo quería comer como si fuera de verdad, porque le gustan mucho; bueno le gusta todo lo que sea comida y es una tragona. También había patatas pequeñas pero de verdad y muchas cosas más. Jugamos un rato y después de comer soplamos una vela porque tiene seis meses, aunque está muy grande. Estábamos todos y los yayos de Lucas que no son mis yayos y la tita de Lucas que tampoco es mi tita y se llama Melanie. El tito Rafa y la tita Cris también vinieron.
Alan 


Ahora voy sola cada día a casa de los yayos: el yayo viene a buscarme, papá lleva a Alan al colegio y nosotros dos nos vamos con la yaya. Ella me prepara pronto la papilla y me la como. Mientras, me gusta tener un juguete o dos y voy jugando con ellos mientras como la papilla. A mi me gustaría ir con mi hermano, pero dicen que todavía soy muy pequeña.

Algunos días duermo un ratito, que a veces no quiero y la yaya se pone pesada hasta que me tengo que dormir. Otros días no quiero y nos vamos al parque a jugar un rato. Me gusta el tobogán, el columpio también y mucho la tirolina. Como me llevo juguetes, los sacamos y juego en el parque. Algunos días hay algunas niñas y jugamos. Nosotros sacamos mis juguetes, pero a mí me gustan los que llevan los otros niños, el otro día un niño llevaba un coche y a mí me gustaba mucho su coche, y cuando me lo dejó yo no quería dárselo otra vez. Pero el yayo me dijo que se lo diera y se lo tuve que dar.
Un día tuve fiebre y me salieron unos granitos en la boca y en las manos, esos días no tenía tantas ganas de jugar, porque a mí me gusta jugar siempre. En mi casa tengo muchos juguetes, y en mi casa de los yayos también: tenemos un baúl lleno y ahora que no está mi hermano son todos para mí.
El otro día estuvimos con unos amigos de los papás en un sitio donde lo pasé muy bien, porque comí muchas cosas, y yo comiendo de todo lo paso la mar de bien. Ellos tienen un niño que creo que es amigo de mi hermano y mío. Es más grande que yo, y un poco más pequeño que Alan.
Irene

Hace días que no voy a la guardería, aunque a mí me gusta. Creo que no voy porque tengo mocos y respiro un poco mal. Así que no me levanto temprano y me quedo en casa con papá. Pero a mí me gusta mucho ir a la calle, a los parques, y eso que todavía no me suben a los columpios, ni juego con los otros niños del parque, pero de todas formas me gusta ir al parque.
Un día han venido los yayos, todos, y los titos, todos, y los primos Alan e Irene para jugar conmigo. Pero Alan se va a mi parque que tengo en casa y se olvida de jugar conmigo. Irene va a su bola. Creo que es porque como yo todavía no camino, pues ellos creen que no puedo jugar con ellos. Pero sí que puedo. Me pusieron un pastel con una vela para que soplara, aunque creo que quien apagó la vela fue Alan.
Lo que me da mucha alegría es cuando llega mamá de trabajar y a ella también le da mucha alegría, porque se pone darme besos y no acaba nunca.

Yo soy Lucas


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estos deben ser tres piezas de cuidado

Mary dijo...

Madre mía cuantas novedades y cuantas cosas nos contáis, Irene como la reina de la casa cuando Alan esta en el cole y Lucas deseando jugar con ellos y que le haga mas caso jajajja vaya trio.

Besitos sois geniales¡¡