viernes, 18 de enero de 2019

CUENTOS DE DANIEL, NICO Y TEO...

niños felices caritaturalm...

Esta creo que ha sido mi primera navidad, pero no estoy seguro, a lo mejor el año pasado ya estaba aquí porque tengo más de un año. Pero como era tan pequeño no me acuerdo. Este año, hasta he comido cosas buenas de navidad, Algunas, porque los papis siempre llevan mi comida y cuando yo tengo hambre me pongo a comer y ya está, aunque los demás no coman.
La noche buena la pasamos en Barbará en casa de los yayos con los primos y los titos. Es muy divertido jugar con ellos: tres son bastante grandes y siempre quieren jugar conmigo. Alan es el más grande y Lucas e Irene también son grandes aunque un poco más pequeños. A Irene me gusta abrazarla y quedarme pegadito a su barriguita. Eso creo que es porque la quiero. A todos los quiero. Ella también me abraza y creo que todos me quieren. Los primos pequeños son dos, casi iguales, pero son diferentes. Son un poco más pequeños que yo, pero andan también como yo y no paran de ir de un sitio para otro. A mí también me gusta recorrer toda la casa y sobre todo la cocina, porque allí hay muchos botones que tienen luces y a mí me gusta mucho tocarlos. Empecé con unos botones, como se encendió una luz seguí tocando los otros botones que había. Al final, el papí que estaba al lado mío cortando jamón, (que por cierto a mí no me dio) me dijo: -Daniel, has puesto la lavadora de la yaya en marcha. Yo no dije nada y me fui para tocar otros botones y ya no sé qué pasó con la lavadora. 
De tanto jugar con mis primos y ir por ahí de un lado para otro me entró mucho sueño y me dormí, y ya no me enteré de nada más.
El día de navidad vinieron la padrina y el padrí, y además otra yaya, y los titos vinieron a casa a comer y lo pasamos muy bien porque estuvimos jugando mucho rato. Ellos vienen a jugar muchas veces conmigo. Para ir a su casa no tenemos que ir mucho rato en el coche, que a mí no me gusta demasiado. Vamos en coche, pero poco rato.
Aunque estaba dormido, el Tió cagó para mí en casa de los yayos un pez muy gracioso que nada y mueve la cola. Después los Reyes Magos me trajeron regalos, aunque ya hace unos días y me hago un lío para acordarme de todo lo que me han traído, aunque me ha gustado todo.

Daniel

Ya han pasado esos días que vamos de un sitio para otro porque dicen que es fiesta. Si no es fiesta, los papás van a trabajar, mi hermano Lucas va al colegio, y Teo y yo vamos a la guardería. Aunque en mi guardería tienen la costumbre de llamar a la mami y decirle que venga a buscarnos a mi hermano o a mí. Así que muchos días de guardería los pasamos en casa con la yaya Pepita. Como tenemos muchas cosas para jugar podemos estar en casa y pasarlo bien. Aunque de verdad nos gusta mucho ir a la calle. A mi hermano y a mí lo que más nos gusta ahora, es abrir los cajones y sacarlo todo..., las puertas de los armarios las abrimos y empezamos a sacar cosas. Los papis nos dicen que no, y que no, pero si se despistan haciendo algo aprovechamos para sacar lo que podemos, si no miran, Teo que es muy atrevido, después de sacar algunas cosas se quiere meter dentro del armario, entonces yo le empujo y quiero cerrar la puerta, porque eso es lo que él quiere. Yo a veces cojo alguna cosa y la tiro a la basura. No sé porque lo hago, pero me gusta hacerlo.
Lucas, nuestro hermano grande juega mucho con nosotros, a veces hace tonterías para hacernos reír, y de verdad nos reímos mucho. Es que mi casa es muy divertida.
Cuando vamos a casa de los yayos, también tienen juguetes, aunque no tantos como en nuestra casa. En casa de los primos sí que hay montañas de juguetes como en la nuestra, además, ellos siempre juegan con nosotros y cuando viene también el primo Daniel, ya estamos todos y es todo divertidisimo. En el patio hay una colchoneta y saltamos mucho todos...., y nos caemos, y nos levantamos. Pero hay una cosa que no nos dejan hacer. Los primos grandes comen chuches de colores que parecen buenas, pero a nosotros no nos dan ni una, ni a Daniel ni a nosotros. Pero no sé por qué.

Nico


Acabamos de llegar de la guardería, mi hermano Lucas también. Porque sabréis que yo tengo dos hermanos ¿no? Uno es como yo y se llama Nico, luego está Lucas que es el grande. Pero a él le gusta jugar con nosotros y tirarse por el suelo y todas esas cosas que son divertidas. Esta semana parece tranquila, ni vamos por ahí a comer a ninguna casa, ni llaman a mamá para que venga a buscarnos a la guardería. Estamos allí con las cuidadoras, comemos con los niños y jugamos todos. Creo que eso es una semana tranquila. Cuando llegamos a casa nos ponemos a jugar, a sacar las cacerolas, a abrir los cajones... Tenemos una cosa nueva además de todas las que tienen música y hasta podemos bailar. Ahora tenemos una cocinita y hasta podemos cocinar con sartenes pequeñitas y ollas y cacerolas. Cuando llevamos un rato jugando, abrimos un cajón y cogemos las cacerolas de mamá para cocinar con ellas. Luego volvemos a coger las nuestras y así pasamos todo el rato. 

Cuando es por la noche nos vamos a la bañera con muchos animales que tenemos para jugar en el agua. Un pez además de nadar mueve la cola y una rana nada, y nada y no se cansa. Cuando llevamos mucho rato nos pone la mami el pijama y entonces es lo mejor: nos pone la comida en un plato y comemos solos Nico y yo. A veces si queremos más, ella nos pone más. Cuando pasa un rato, nos trae un biberón con cereales y comemos otra vez.
Ya creo que la tos se ha ido y no tengo que estar todo el rato tosiendo, que por la noche eso es muy pesado.
Nico hace una cosa muy fea, muerde, y eso duele mucho. Bueno yo también muerdo. Mamá dice que eso está muy mal, y papá dice que eso está muy mal. Y será verdad, porque cuando me muerde Nico duele mucho.

Teo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué divertidos deben estar los padres. Tres soles nos regalan sus vivencias.