miércoles, 27 de noviembre de 2019

LOS SENTIMIENTOS... DE AURELIA GARCÍA...

                                               la sencillez gana corazones/amor,...

                                          

Eran días de rutina, grises, nublados. Cuando menos, llovía de forma ininterrumpida semanas enteras. Los Sentimientos, influenciados por estas jornadas poco atrayentes, dormitaban, ajenos a la tarea que les era encomendada.
La Elocuencia, ya entrada en años, era muy lista. Con esa sabiduría que se aprende con la longevidad. No en vano se hacía acompañar por el Ingenio y la Sabiduría, los estados más afines a su filosofía. Las demás emociones, tiradas por el suelo, ofrecían el triste espectáculo de permanecer hacinadas unas sobre las otras, en estado de somnolencia.
La Elocuencia, les increpó decepcionada.
—¿No tenéis nada que hacer, más que dejar pasar el día durmiendo? Os proporcionaré algo para salir de este hastío por el que os habéis dejado vencer. A ver qué os parece…
Cada una de nosotras elegirá un ser vivo o elemento animado, para reencarnarse.
A la Sensualidad le faltó tiempo para aclarar, muy crecida ella:
—A mí no me hace falta cambiarme por nadie. Soy exuberante, y mi grupo se compone de la Voluptuosidad y la Belleza. —Se miraba en el espejo complacida y solo le faltaba preguntarle…” Espejito, espejito mágico…”
La Pasión, el Deseo y el Amor, También expresaron estar satisfechos. Vivían momentos insustituibles, con suficientes medios para mantenerse al lado opuesto de la monotonía. Y lo mismo les ocurría a la Sencillez, la Verdad y la Generosidad. Ellas aludían a que su
comportamiento era inmejorable. Apto para lograr un mundo donde reinara la justicia, donde el bien se practique, sin esperar nada a cambio.
—¡En fin! —Exclamó la Elocuencia—. Parece que todos os mostráis satisfechos de cómo sois, y no queréis ni oír hablar de la posibilidad que os he propuesto.
La Elocuencia no iba a enmudecer tan fácilmente. Debía sacarles del error.
—¡No sabéis lo confundidas que os mostráis! Vuestro grupo, —dijo dirigiéndose a la Sensualidad— carece del conocimiento necesario para poder evaluar los cánones de la belleza. El hombre es a todos los efectos el forjador de los prototipos y sin su intervención no existiríais ni tan siquiera como vocabulario. Subestimáis al género humano y también lo hacéis con la Naturaleza. Esa maraña tejida a nuestro alrededor, de incontables beneficios que nos reporta. ¿Habéis tenido en cuenta la belleza que encierra crear vida? ¿La lindeza de una gota de roció sobre un pétalo? Un simple río puede con sus aguas crear el espejo más nítido.
Está claro que infravaloráis a seres vivos y a los elementos. Todo este menosprecio que manifestáis, se le puede achacar a las demás emociones. —El grupo de la Pasión, el Deseo y el Amor ya imaginaba lo que se les venía encima.
—Vosotros —continuó observando la Elocuencia— más que nadie necesitáis de la parte física de los humanos. —Les decía— ¿Acaso disponéis de brazos y manos, o de los atributos para gestar vida? ¿Tenéis un corazón que late con fuerza, albergando sentimientos y emociones? ¿No sentisteis, ni por un momento, la curiosidad de ser un humano?
Habéis rechazado ser flor, paisajes y colores sin apenas pensar que estas cosas, son instrumentos y herramientas que sirven a diario para hacer sentir al hombre todos esas sensaciones de las que presumís. Sin tener en cuenta que no hay nada que ocurra bajo el cielo en la naturaleza, sin permiso expreso del sol.
El grupo formado por la Sencillez, la Verdad y la generosidad, se sienten orgullosas de ser la panacea, el elixir de todos los males. —Prosiguió Elocuencia— Y sin embargo…
¿Quién les dio nombre a estos símbolos?
¿Quién los catalogó como lemas? ¿Quién favoreció a la humanidad con estas premisas?
No hay más que una respuesta…Los seres que hoy aquí se han pretendido ignorar.
Yo de haber podido elegir, —afirmó Elocuencia— hubiese pedido nacer de nuevo para volver a la inocencia. O reencarnarme en copo de nieve. Ese extraño y capaz arquitecto minúsculo, que tiene un diseño único y exclusivo para cada uno de los millones de cristales que modula. Efímeros, pero no menos bellos. A esto sí se le puede llamar estar a contrapunto de la rutina, y también, en un mundo cambiante, cuya meta sea la belleza.
Los Sentimientos guardaban silencio. En su interior rondaban preguntas que necesitaban respuesta inmediata. La Elocuencia, el Ingenio y la Sabiduría reían por lo bajo, Entre los
tres habían conseguido su propósito. Sacar a los Sentimientos del ostracismo.

Auri García. 04/12/166

1 comentario:

Maria Naranjo dijo...

Elocuencia,Ingenio,Sabiduría, Sensualidad, Exuberancia, Voluptuosidad, belleza,pasión, Deseo, Sencillez, Verdad,Generosidad y como no, Amor, eso que mueve el mundo.
Precioso relato que nos lleva de la mano de los sentimientos de perfil filosófico. Y todo ello puede caber dentro de nosotros de alguna manera.
Estupenda narración Aurelia.