Tu mirada, la luz del mundo
Cuando te miro
creo que tú me miras,
pienso que tu sonrisa es para mí:
esos dientes tan blancos...,
el brillo de tu cara me hace feliz.
Nos miramos cada noche
antes de dormir
y el hilo, ese hilo rojo que nos une
cobra un brillo especial.
Me siento por encima de las nubes
para estar contigo,
por notar cerca tu aliento
y presiento un paraje
de ensueño para las dos.
Por encima de las nubes
me acomodo, así, como si fuera posible
y nada me parece imposible.
Nunca me canso de mirarte
a veces de sonreírte
y digo: buenas noches
o, buenos días;
Y tú me esperas tras el cristal.
Y adoro tu sonrisa
y la perfección que Dios te dio
y el amor que compartimos.
Bueno, tú lo sabes.
María
Hoy es un día triste, el día más triste del mundo. Pero no quiero contar los días, y menos los años. Solo quiero hablar de nuestro amor, el amor más grande del mundo. Tú y yo, por encima de una nube, sabiéndonos libres, sabiendo que nada te hará daño, que las horas negras ya pasaron, que el miedo se diluyo en la nada. Ya queda el cariño, el recuerdo de los días vividos, de esa alegría que había en tu risa, de la luz que había en tus ojos.
Formas parte de todos nosotros, de esos pequeños que han llegado sin verte. Pero sí te conocen, Sí te quieren, porque formas parte de todo. Si vamos al mar, eres parte de las olas, del viento, de la luz y estás dentro de nuestros sentimientos, de todo lo creado.
Solo recordarte, una vez más, cuánto te quiero.
Siempre tuya.
María
2 comentarios:
Alzas la mirada buscando tocar la luz en que sin duda se ha convertido. Tocas su eternidad abrumadora e intentas recargar tu espíritu de su energía. Para seguir en la tierra con más conformidad. Y es de ahí donde surge el duice poema.
Auri, tus bellas palabras me acompañan, hoy es esta búsqueda incansable, en este día, el día más triste del mundo.
Publicar un comentario