La que nunca se fue
Voy caminando en silencio
sobre el valle del
recuerdo,
y de puntillas me
acerco
al día de nuestro encuentro.
Unos ojos que se
miran,
una vida por vivir,
con las huellas de
un futuro
que nos invita a
seguir.
Y sueños de
primavera
subieron a mi ventana,
arco iris de colores
cuando llegó la mañana.
En las ramas de un almendro
que ya dibujaba el
fruto,
y la alfombra de sus flores
nos enseñaba el buen gusto.
Dichoso día fue aquel,
aquel que nos conocimos
y aprendimos a querernos-
para siempre nos quisimos.
Y nos amamos..., amor
sobre el viento, en el espacio,
buscándonos en las nubes
y en el corazón despacio.
Hay una luz que lo alumbra
el momento más glorioso,
cuando llegaste a mis brazos
para enseñarme tu rostro.
Y dibujando una estela
sobre el eco del destino
para encontrarnos de nuevo
en las huellas del camino.
María
2 comentarios:
Un poema muy tierno y con anhelo, Siempre buscando una paz que no encuentras en la tierra por lo que toda tu esperanza la buscas en el cielo. En la luz, en el arco iris. Tu poema es hermoso porque iestá por encima de todo cuando se trata de amor incondicional y eterno.
Lastima que no todos los hombres conocieran el amor, ese amor que lo inunda todo. Entonces, los ucranianos seguirían viviendo felices.
Gracias Auri
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