jueves, 15 de septiembre de 2022

EL AMOR MÁS GRANDE...

                                                                        

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¿Dónde estás?
Te presiento cerca de la luna,
ella me mira, blanca, con ojos de agua,
iluminada. Me pregunto cuan cerca estás
de esa luna. ¿Dónde te alojas entre sábanas blancas?
¿Por qué no puedo verte? Aunque te presiento,
sigues mis pasos, iluminas mi camino,
escucho tu voz en el trino de unos pájaros,
te percibo en ese perfume que a veces me regalas.
Entre el fluir de los días,
entre el ruido atronador de la vida
busco la esencia de tu mirada,
la sensatez y el amor que fluyen todavía.

Son tu vida y la mía, ese perfume que me embriaga,
esa presencia que ha sido mía desde que naciste.
Cuantas cosas me has dicho, a tu manera,
cuantos días he podido comprobar tus cuidados.
Yo solo puedo escribirte, hablarte, susurrarte mi amor.
No sé qué día será el que nos encontremos,
igual que en aquel amanecer que conseguimos abrazarnos,
fundirnos en un mundo inventado, pero fui feliz,
cobré aliento para seguir esperando.
Pero me duele la tierra que no pisas
el murmullo ausente de tu voz
el silencio solemne de tus palabras,
tu vida segada sin vivir.
Cruel destino que nos separó
que rompió la senda de lo más amado.

María

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Este poema llega al fondo del alma.

Auri dijo...

Qué vendición de poema. La luna tiene nombre de mujer porque ilumina nuestras nostalgias. La luna tiene cara de mujer porque derrama en nosotros su luz de plata. La luna es quién queremos que sea porque nos mira y nuestras penas aparta. Buen poema.

Auri dijo...

Bendición.

Maria Naranjo dijo...

Gracias Auri. No dejas de trabajar. Ya tengo ganas de tener tu libro en mis manos.