Para ANA
Gatito, gatito,
a la cita fiel,
dorado y blanquito
con sedosa piel.
Tu ronda de noche
sobre el árbol verde,
no admite reproche
si el miedo te pierde.
Gatito, gatito,
orgullo de raza,
vuelve tempranito,
no olvides tu caza;
que con luna llena
se ven los rincones
y tu tripa llena
de torpes ratones.
Gatito, gatito,
regresa sin pena,
que algún pajarito
puede ser tu cena.
Francisco Quintana
1 comentario:
Un poema tierno y entrañable. Los animales se hacen querer. A veces más que las personas. Por suerte, estas son pocas.
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