jueves, 25 de marzo de 2010

EL MUÑECO FELIZ...SEGUNDA PARTE













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EL MUÑECO FELIZ CONSIGUE QUE LE BAJEN AL PARQUE LAURA Y RAFA, PORQUE SU PEQUEÑA MADRE TIENE UN EXAMEN Y NO PUEDE LLEVARLO.





ELLOS DECIDEN DEJARLO EN UN RINCÓN DEBAJO DE UN BANCO, PENSANDO QUE NADA MALO LE OCURRIRÁ. ES ENTONCES CUANDO ENCUENTRA A SU AMIGO EL PERRO. DESPUÉS DE UNA INTERESANTE CONVERSACIÓN EL MUÑECO PREGUNTA A SU AMIGO.

-Oye perro, ¿tu como te llamas?

-Me llamo Chispa.


-Sabes Chispa: creo que lo que más me gustaría es irme contigo a vivir aventuras. Tu que eres tan valiente.

-¿Y por qué no te vienes?

-Es que me han traído al parque dos pillines, pero en el fondo son muy buenos: se llaman Laura y Rafa, son los hermanos de mi madre y no quiero dejarlos en mal lugar.


El perro se estaba tronchando de risa.

-Mira que tienes la cabeza dura, porque es que la tienes como una piedra.



-Oye, no me ofendas, siempre dices cosas que no puedo entender y creo que te burlas de mí. ¿Por qué voy a tener yo la cabeza dura? -aunque no se lo que és.


-Pues porque eres de barro. No te das cuenta que ellos se han ido a jugar y pasan de ti.

-No lo creo, ellos en el fondo me quieren, me han bajado a jugar ¿no?, si no me quisieran me habrían dejado encerrado en el armario. Mira en que lugar más seguro me han dejado para que nadie me moleste.


-Mira, tu has lo que quieras, yo tengo que marcharme y si quieres te quedas: -ves esa niña rubia tan guapa, pues esa es mi ama. Yo no puedo decir que me quedo, porque un amigo que tiene la cabeza dura, no quiere dejar mal a unos niños que le han traído al parque.


Chispa mueve la cabeza como si estuviera un poco enfadado, pero se va detrás de su ama, más antes de perder a su amigo de vista se vuelve y pregunta.

-Amigo, ¿tu como te llamas?


El muñeco feliz queda pensativo. No se había parado nunca a pensarlo, si tenía un nombre no lo sabía. Le dio mil vueltas a la cabeza. El único nombre que el había escuchado era "El Muñeco Feliz". Ese debía ser su nombre y a él por lo menos le gustaba. Comenzó dando unos pasos, resguardándose de los niños que corrían por el parque sin mirar a ningún lado. Quería llamar a su amigo para decirle que su nombre era "El Muñeco Feliz", pero ya no estaba a su alcance. Con las patas tan largas que tenía había desaparecido.


Apenas se dio cuenta de lo que ocurría. Cuando miró a su alrededor no pudo ver nada, todo estaba a oscuras.


-¡Chispa! amigo, ven a ayudarme que me he quedado ciego. Pero nadie le escuchaba, su voz quedaba apagada dentro de la mochila.


Alonso, el dueño de la cartera, había cogido al muñeco con disimulo y, como le gustaba tanto, pensó que no pasaría nada si se lo llevaba a casa y jugaba con él. Además su padre era mago y podía conseguir que aquel muñeco se moviera y hablara, para eso era mago.


QUE NUEVAS AVENTURAS LE ESPERAN A NUESTRO MUÑECO. ALONSO, EL NIÑO RUBIO DE OJOS AZULES QUE TENÍA EL PELO RIZADO, Y UN IDIOMA QUE PARECÍA QUE LO HABÍA INVENTADO ÉL, ANDABA DE PRISA HACIA SU CASA, TENÍA GANAS DE LLEGAR. QUERÍA JUGAR CO EL MUÑECO QUE HABÍA ENCONTRADO. ESPEREMOS QUE LO CUIDE Y NO TENGAMOS QUE PREOCUPARNOS POR EL DE MOMENTO.


CUIDAROS TAMBIÉN VOSOTROS.


María





1 comentario:

Mary dijo...

El muñeco feliz a pensado que se quedaba ciego, ami tampoco me gusta la oscuridad, espero que Alonso lo cuide y que no pase ningun miedo con su nuevo amigo.

Un abrazo.