¡Acudid, pastores buenos!
No os retraséis con disputas
por carnes, verduras, frutas
o panecillos rellenos.
Serán manjares ajenos
los que Jesús-Niño muestre.
Y sin que nadie secuestre
su divino magnetismo
curará el materialismo
de la miseria terrestre.
¡Despertad! ¡Venid deprisa!
Que el Niño-Dios en su cuna,
aunque lo bese la luna,
tiene triste la sonrisa.
Su mirada es pura brisa
en sofocantes pasiones.
Y su pobreza: aguijones
a la opulencia mundana.
Su ejemplo será mañana
fontana de corazones.
Francisco Quintana Carrasco
Feliz Navidad 2011/Año Nuevo 2012
2 comentarios:
Hermoso poema dedicado al niño Jesús, como todos los del poeta.
Feliz navidad a todos.
Saludos
Precioso poema el que nos regalas del maestro Quintana para dar paso a estas fiestas.
PRECIOSO¡¡¡¡
Un abrazo.
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