domingo, 15 de enero de 2012

CUENTOS DE ALAN.....FELIZ AÑO NUEVO


¿has vajado un trocito de cielo para tus ojos?, preguntó una señora a Alan?

Otra palabra nueva que he aprendido con mis abuelos de Madrid y mis papis.
Os acordáis que después de comer en casa de la tita Ali nos fuimos con mi caballo en el coche a Madrid. Yo fui todo el camino durmiendo y es que así es como voy mejor; porque no me entero del viaje, no me aburro, es como si me durmiera en casa y me despertara en la de los abuelos.
¡Qué contentos se pusieron cuando nos vieron llegar!! Mira que hace poco estuvimos en su casa, pero se ve que no se cansan nunca de estar conmigo: no sé por qué será. Pero os digo una cosa, la alegría que me da a mí de verlos y estar con ellos es de grande como hasta la luna; que esa palabra también la he aprendido hace poco.
Cuando llegamos, la abuela, me había hecho muchíiiisima comida sólo para mí; cuando la vi pensé: ¡Buuua!, ya tengo comida para ponerme las botas siempre que quiera, aunque a mí si me dan quiero siempre.
Al día siguiente fuimos a ver a mi primo Alonso que me estaba esperando para jugar conmigo; se puso una capa de superman y salía corriendo por el pasillo y decía: ¡Amigo bebe, sigueme!, entonces yo corría detrás de él.
Luego volvimos a casa de los abuelos y ellos nos estaban esperando como siempre. La abuela estaba deseando darme la comida, porque dice que soy buenísimo para comer. Imaginaros cómo me ponía yo cuando la veía con el plato en la mano.
El abuelo creo que se pone alegre y orgulloso y dice: ¡Vaya nieto más  guapo y más bueno que tengo! Ya podéis figuraos lo contento que me pongo de oír esas cosas.
Todos estaban hablando de una cena; parecía que íbamos a ir a comer a casa de los titos, los papás de Alonso. Iríamos muchos  y después había que comer doce uvas. No sabía qué era aquello, pero qué más da, pensaba, si me dan doce uvas, yo me las como. Así que pasé toda la tarde emocionado. Parecía que después de comerlas, teníamos que decir a todos "Feliz Año Nuevo". Me enteré porque estaba muy atento, aquello parecía importante. Por la tarde merendé como siempre, y lo terminé todo, claro. Por la noche comí todo lo que me había preparado la abuela. -Ya falta poco para esa cena y eso de las uvas, iba yo pensando por el camino de casa de mi primo. No sé si sería por la emoción, si por todo lo que había jugado con los abuelos, pero sin darme cuenta me quedé frito. O sea, que ni escuché las campanadas de las que todos hablaban, ni me comí las doce uvas, ni nada de nada. Cuando me desperté y los vi a todos comiendo cosas que parecían ricas me dije: el año que viene, no me pierdo ni las uvas ni eso de decir a todos "Feliz Año Nuevo"; ya tendré bastante cuidado de no dormirme en un momento tan importante, cuándo además se comen doce uvas y yo me quedo sin probarlas.

Al día siguiente estuvimos viendo a amigos de papá, que también ellos tienen niños y me los presentan. Los peques enseguida nos hacemos amigos. A Inés y a Gonzalo, (que todavía no sé si son mis primos o amigos) ya los conozco mucho de otros días: ellos se han puesto muy grandes. Se veían contentos de jugar conmigo. Estábamos en casa de sus abuelos y allí tenían muchos juguetes; así que estuvimos jugando mucho rato. También ellos tenían un Cagatió y estuvimos dándole garrotadas y nos divertimos mucho.
Estuve con más niños y espero acordarme de cómo se llamaban. El nombre de uno de estos amiguitos es Pablo y es más grande que yo: sus papás se llaman Jodra y Elena y son muy simpáticos.
Luego vimos a Claudia que es una niña muy guapa: ella vive con sus papás, que son Jesús y Lola y viven donde los abuelos. Los dos estuvimos jugando un rato con una pelota que nos dejó otro niño que yo no conocía.
Lara y María son las niñas de Berni y Mariángeles; también con ellas lo pasé muy bien. Me doy cuenta que ahora que soy más grande ya tengo más amigos y amigas para jugar y pasarlo bien.
También estuvimos con Fernando: Él no sé si es primo mío o tito: a ver si alguien que lo sepa me lo dice: porque él es muy guai. Le vimos en casa de su abuela y me cogía en brazos todo el rato. Además me hizo muchas fotos y lo pasé requetebien, porque ya veo que me quiere y yo a él un montón.
Según he escuchado, todavía no se han terminado las fiestas, así que ya os seguiré contando.
Antes de dormirme os diré un secreto a ver que os parece. Están preparando mis papis mi cumpleaños en un parque grande, piensan que será una sorpresa, pero yo me he enterado. Sabéis, creo que voy a cumplir un año. Eso tiene que ser algo muy importante.
Antes de dormirme, estoy pensando, que cuando cumpla un año, a lo mejor ya no tengo que contaros todas mis cosas, tampoco sé si os aburrís con ellas, aunque yo lo pasó la mar de bien.
Bona nit.
Alan

4 comentarios:

Sol dijo...

Pero Alan, cómo vas a dejar de contarnos tus cosas con lo bien que yo lo paso. Tu no dejes de hablarnos de tus aventuras.
Un besito.

Mary dijo...

Ni se te ocurra dejar de contar nada y menos ahora que estas a punto de cumplir un añito y tus aventuras cada vez serán más emocionantes, yo no quiero que dejes de contar y con la de cantidad de gente que conocemos contigo menos, por cierto FELIZ AÑO PARA TI GUAPISIMO¡¡¡¡¡

Un beso para todos.

Luis dijo...

Alan, has de saber que no nos aburrimos nunca. Ya puedes olvidarte de dejar de contarnos esas cosas tan interesantes que te ocurren a ti. Muchos besos

Anónimo dijo...

Que sepas Alan que no me pierdo ni uno sólo de tus relatos. Eres un campeón. Espero siempre tus aventuras.