domingo, 11 de agosto de 2013

TODO TIENE SU MOMENTO... DE ISABEL PULIDO

quejardineria.com

Todo lo que nace muere...
En ese tren de la vida
ponemos los sentimientos
sin ninguna garantía.
Que no se muera el amor
por las cosas más sencillas.

Como otoño siento el cuerpo:
Tiemblo al rugido del viento,
soy como un árbol sin hojas,
que se esparcen por el suelo.
Como otoño gris, lluvioso,
se me escapa el pensamiento.
Quiero escribir un poema
y no me salen los versos.

Ya no tengo tu mirada,
tampoco tengo tus besos;
igual que las hojas secas
van muriendo mis "te quieros".
Son como unas rosas muertas
esparcidas por el suelo.
Tengo el otoño en el cuerpo.

Pero habrá más primaveras.
Que se vaya pronto el viento,
que salgan de entre la hierba
más violetas en mi huerto.

Todo lo que nace muere.
En el jardín de mi casa
tengo casi un cementerio
con muchas cruces clavadas,
con muchos cipreses puestos.
Y quiero sembrar claveles
cuando me deje este viento.

Eres mi otoño caliente.
Entre tu viento quisiera
correr con los elementos
y quedarme donde quieras:
en el granizo, en la lluvia,
por qué no en tu primavera...

Dormir tres meses seguidos,
soñar en tus catedrales,
entre tu viento caliente,
escuchando recitales
de los poetas que han muerto,
sus poemas y cantares.

Todo lo que nace muere.
Quiero los atardeceres
aunque el sol no me caliente,
poner la luna en mi mano
a ver si puedo tenerte.
Sé mi bastoncillo blanco
cuando mi estrella me deje.

Isabel Pulido

1 comentario:

Luis dijo...

Algo triste, pero bello