jueves, 22 de diciembre de 2022

UNA NAVIDAD ATÍPICA... DE AURELIA GARCÍA...

                                                                             PicMix

                                                                        

Pronto llegaría la Navidad. Aquel año los tutores se propusieron

que fuera distinta. En el orfanato cada vez había más los niños

internados. Tantos comensales limitaban mucho la ingesta de

postres, golosinas y hasta los alimentos básicos escaseaban,

no formando parte del menú ni tan siquiera en tan señaladas

fiestas.

Juan se ofreció a cortar el césped a la Sra. Mercedes y reparó la

valla del jardín que amenazaba con caerse. Ella agradecida le

obsequió con una gran bandeja de suculentas galletas recién

horneadas.

Julio ayudaba a una pareja de disminuidos físicos, Ana y

Alberto, en las tareas varias; la colada y la compra, sobre todo.

Y ellos le correspondieron con parte de la leche en polvo y el

queso que recibían de la Ayuda Social.

Cristian, un adolescente con dislexia, que debido a este

problema aún no se había sacado el graduado, recibió la ayuda

de Felipe, el mayor de todos y el que sacaba las mejores notas.

Cristian construyó para el orfanato, un Nacimiento precioso

confeccionado en cartón de roca.

Esteban se ganó a los chicos del barrio y los convenció para

que formaran un equipo de futbol. Por pura desidia siempre

holgazaneando por las calles del pueblo e inventando nada

bueno, perdiendo lastimosamente el tiempo. Sus padres

agradecidos aunaron voluntades y les regalaron una suntuosa

cesta de productos navideños. Un jamón destacaba de los

demás productos.

Llegó tan esperado día y por primera vez se podía ver y traducir

el espíritu navideño, en abundancia. Las caras sonrientes, las

hambres desatadas. Habían juntado las mesas y colocado sobre

ellas todos los manjares obtenidos con su trabajo y la buena

voluntad de las gentes..

Se hizo la hora de la cena y aquellos muchachos que habían

hecho posible aquel festín no aparecían.

No tardaron mucho. Julián llegó acompañado por la sra

Mercedes. Poco más tarde apareció Julio con Ana y Alberto que

manejaban con destreza la silla de ruedas. Felipe se pasó a

buscar a Cristian. La profesora y los profesores se mostraban

encantados con el Nacimiento y alabaron las buenas manos de

este muchacho. También el equipo de futbol quiso

acompañarles y su entrenador, Esteban, se sentía orgulloso.

Todos los improvisados invitados aportaban bebidas y

refrescos. Fue la primera vez que los mayores pudieron brindar

con cava. Una gran pancarta recorría el salón donde los

pequeños habían dado color a las enormes letras que

expresaban ¡¡¡Feliz Navidad Solidaria!!!

Aquella noche clara, tan clara que parecía que la Vía Láctea iba

a acabar derramando sobre la tierra, infinidad de estrellas

chiquititas, Papá Noel se afanaba en entregar sus regalos:

Juguetes, mantas, ropa de abrigo y mucha leña para alimentar

la vieja chimenea; donde solían reunirse las noches de invierno

para contar cuentos. Papá Noel estaba tan contento, que hasta

se permitió hacer una elipse en el cielo con el trineo y la ayuda

de los renos.

¡¡¡Jojojooo!!! ¡Feliz Navidad Muchachos!


Auri

2 comentarios:

Maria Naranjo dijo...

Feliz Navidad, Auri. Y aprovecho para desearos a todos unas felices fiestas.

Auri dijo...

Tú también te mereces pasar unas felices navidades María